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sábado, agosto 05, 2017

Nocturno III


     Una noche
Una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,
     Una noche
En que ardían en la sombra nupcial y húmeda las luciérnagas fantásticas,
A mi lado lentamente, contra mí ceñida, toda,
     Muda y pálida
Como si un presentimiento de amarguras infinitas,
Hasta el más secreto fondo de las fibras te agitara,
Por la senda florecida que atraviesa la llanura florecida
     Caminabas,
     Y la luna llena
Por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca,
     Y tu sombra
     Fina y lánguida,
     Y mi sombra
Por los rayos de la luna proyectada
Sobre las arenas tristes
De la senda se juntaban
     Y eran una
     Y eran una
Y eran una sola sombra larga!
Y eran una sola sombra larga!
Y eran una sola sombra larga!

     Esta noche
     Solo, el alma
Llena de las infinitas amarguras y agonías de tu muerte,
Separado de ti misma, por la sombra, por el tiempo y la distancia,
     Por el infinito negro
     Donde nuestra voz no alcanza,
     Solo y mudo
     Por la senda caminaba,
Y se oían los ladridos de los perros a la luna,
     A la luna pálida,
     Y el chillido
     De las ranas,
Sentí frío, era el frío que tenían en la alcoba
Tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,
     Entre las blancuras níveas
     De las mortüorias sábanas!
Era el frío del sepulcro, era el frío de la muerte
     Era el frío de la nada...
     Y mi sombra
Por los rayos de la luna proyectada,
     Iba sola,
     Iba sola
     ¡Iba sola por la estepa solitaria!
     Y tu sombra esbelta y ágil
     Fina y lánguida,
Como en esa noche tibia de la muerta primavera,
Como en esa noche llena de murmullos de perfumes y de músicas de alas,
     Se acercó y marchó con ella
     Se acercó y marchó con ella,
Se acercó y marchó con ella... ¡Oh las sombras enlazadas!
¡Oh las sombras que se buscan en las noches de negruras y de lágrimas!...






José Asunción Silva



sábado, julio 22, 2017

Aurora


Cuando en las noches pálidas de luna
Cerca de tu ventana -una por una-
Me cuentas tus hermosas ilusiones,
Cuando de tu mirada soñadora
El rayo como lumbre de una aurora
Ahuyenta mis enjambres de visiones;

Cuando reclinas blanda la cabeza
En mi hombro y disipas mi tristeza
Y me acompañas en mis locos sueños,
Cuando de la ventura en el exceso
Sellas mi dicha con ardiente beso
De tus labios rosados y risueños-

Entonces como el náufrago -que asido
De una frágil tablilla- va perdido
Y recuerda la plácida ribera
Mientras la oscura noche negra y fría
Y la inmensa extensión muda y sombría
Y el tempestuoso mar halla doquiera

Y que ve serenarse el horizonte
Y destacarse el azulado monte
Sobre la claridad de áureo celaje
Y aparecer -en vaga lontananza
Lleno de luz de vida y de bonanza-
Primaveral, bellísimo paisaje,

Entre las sombras de la vida mía
Se levanta la luz de un nuevo día
Sin albor ni crepúsculo indeciso...
¿En la mirada de tus negros ojos,
En el aliento de tus labios rojos,
Quién no sabrá forjarse un paraíso?







José Asunción Silva


viernes, mayo 06, 2016

Adriana



"Double virginité
Corps où rien n'est immonde
Ame où rien n'est impure" .
Victor Hugo ( Feuilles d'automne )



Noble como la cándida adorada
Del inmortal poeta florentino,
Corona de la frente inmaculada
El dorado cabello
Que sobre el hombro flota en blondos rizos,
Perdida en el espacio la mirada
Como se pierde en su conjunto bello
La de aquél que contempla sus hechizos.

Hay infinita luz que reverbera
En el azul de sus divinos ojos
Cual de limpio zafiro en los cristales.
Una expresión de majestad serena
De pudor y recato virginales
Vela la gracia de sus labios rojos,
Y es a la vez misterioso encanto,
Lumbre, murmullo, vibración y canto!

Su voz tiene las notas armoniosas
De la del ave que en blando nido
de su impotencia de volar se queja,
Llena de suavidad, llena de calma
Su cariñosa frase siempre deja
Una estela de perlas en el alma.

Tiene la delicada transparencia
De las húmedas hojas de las lilas
Y ni una leve mancha en la conciencia
Y ni una leve sombra en las pupilas.

Es una reunión encantadora
De lo más dulce que la vida encierra
A los rosados rayos de la aurora
Hecha, del aire en los azules velos,
Con lo más delicado de la tierra
Y lo más delicado de los cielos!






José Asunción Silva



miércoles, marzo 23, 2016

El Mal Del Siglo


El Paciente:
-Doctor, un desaliento de la vida
que en lo íntimo de mí se arraiga y nace:
el mal del siglo...el mismo mal de Werther,
de Rolla, de Manfredo y de Leopardo.
Un cansancio de todo, un absoluto
desprecio por lo humano... ; un incesante
renegar de lo vil de la existencia,
digno de mi maestro Schopenhauer;
un malestar profundo que se aumenta
con todas las torturas del análisis...


El Médico:
-Eso es cuestión de régimen: camine
de mañanita; duerma largo: báñese;
beba bien; coma bien; cuídese mucho:
¡lo que, usted tiene es hambre!...

















José Asunción Silva



Resurrexit

Para qué arrepentirnos, si es bastante
a purgar nuestro mísero pecado
el doliente recuerdo de un pasado
cada vez más cercano y más distante:

Si no hemos de encontrar más adelante
todo lo que nos hubo conturbado,
ni las bocas que ya nos han besado
ni el loco amor ni la caricia amante.

Ríe y no te arrepientas, que mañana
nuestras dos almas solas irán juntas
a explorar los misterios del Nirvana...

Mientras que Magdalena, la divina,
entre el coro de vírgenes difuntas
hace un triste papel de celestina.




José Asunción Silva