La punta de la lengua
en mi corazón
tiene un poema.
Hoy te vi ansioso,
claro, es viernes, dia
de delirio y desenfreno.
Normal.
Pero también percibí tu
afán de tener aquellas
botas.
Las de moda, claro.
Normal.
Pero también sentí
cómo te sacrificas y
abstienes de todo,
la felicidad y la vida,
ahorrando para poder
situarte en cierta escala social
y pertenecer al sistema
y ser respetado como
si la vida, la libertad y el amor tuvieran
preferencias, pero claro,
te comprendo.
Entretanto
el sol rendido
a tus pies.
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