miércoles, octubre 15, 2014

por qué arduos países...















 
por qué arduos países
en qué oscura guerra
sin saberlo

he combatido y triunfado
para tenerte

mientras tú retirada en tu adolescencia
sorteando las pruebas de una soledad
esplendorosa

te preparabas para mí
 






José Manuel Arango




martes, octubre 14, 2014

Hay Gentes Que Llegan Pisando Duro


Hay gentes que llegan pisando duro
que gritan y ordenan
que se sienten en este mundo como en su casa

Gentes que todo lo consideran suyo
que quiebran y arrancan
que ni siquiera agradecen el aire

Y no les duele un hueso no dudan
ni sienten un temor van erguidos
y hasta se tutean con la muerte

Yo no sé francamente cómo hacen
cómo no entienden






José Manuel Arango


martes, octubre 07, 2014

Sólo Con Que amor Te Alcance


No olvides que vives en medio de los animales
los caballos los gatos las ratas de cloaca
brunas como la mujer de Salomón tremendo
campo de banderas desplegadas,
no olvides el perro con lengua y rabo
de armonías de lo irreal ni el lagarto el mirlo
el ruiseñor la víbora el fuego. Te gusta pensar
que vives entre hombres puros y mujeres
virtuosas que no tocan
el grito de la rana en celo, verde
como la más verde rama de la sangre.
Los pájaros te miran desde los árboles y las hojas
no ignoran que la Mente ha muerto
para siempre, su reliquia sabe a cartílago
quemado a plástico corrupto; no olvides
que eres un animal hábil y sinuoso
que violenta tórrido y lo quiere todo aquí
en la tierra antes del último grito
cuando el cuerpo es cadencia de memorias apelmazadas
y el espíritu se apresura hacia el fin eterno:
recuerda que puedes ser el ser del ser
sólo con que amor te alcance de lleno en las vísceras.


Salvatore Quasimodo

Traducción de Carlo Frabetti


Barbados


Bajo los pisos de madera silva el viento
              Se aleja vuelve y amenaza
Dobla las cañas Entra por los zaguanes Agita el polvo hasta que ya
              no queda polvo



Eugene Jansson, "Hornsgatan by Night" (1902)


Los pies descalzos de los negros esclavos fueron borrados de
este modo El destino de las cadenas fue trocado
          por fruto amargo de látigos y cicatrices
El viento aniquiló la piedad de las iglesias levantadas con
                                                                          inútil sudor

Se devolvió a basura a latrocinio a golpes de pecho de domingo





Iglesia Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche

 Y ahora resta esta pequeña isla

                      antaño arbolada
que el inglés llenó de cañas e inclemencia
y hoy recibe del océano tormentas y pájaros extraños


Bebo una copa de ron con Morgan e hijo

y oigo de sus labios una vieja tonada de Angola
            (o acaso ya no de Angola sino en el recuerdo)
Por las mujeres sé que tres de sus generaciones sirvieron en
el ingenio de un pastor Smith
(o más que sirvieron
                                    dejaron sus vidas)


Pero  ya nadie recuerda estas cosas

Angola y Smith partieron con el último galeón
y ni sus hijos ni el viento terrible pueden asegurar que
    tuvieron algún rostro sobre la tierra
Salvo una cicatriz de sangre
que bajo el piso de madera
                                               no ha podido ser borrada


Y está allí como una brasa.





Gustavo Pereira



lunes, octubre 06, 2014

Más Allá De Las Ondas De Las Colinas


No se te ha escapado la vida por cábalas
o híbridos emblemas de zodíaco o sílabas
y números ordenados para redescubrir
el mundo. Pero has estado en cautividad
midiendo, con la arena y la sangre,
los silencios las voces de la muerte,
más allá de las ondas de las colinas.


Salvatore Quasimodo.

Traducción de Carlo Frabetti

sábado, octubre 04, 2014

Dogs

https://www.youtube.com/watch?v=Ag_jN48YDYE




You gotta be crazy, you gotta have a real
need.
You gotta sleep on your toes, and when you're on the street,
You gotta be able to pick out the easy meat with your eyes closed.


 



And then moving in silently, down wind and out of sight,
You gotta strike when the moment is right without thinking.


 
And after a while, you can work
on points for style, like the club tie,
and the firm handshake,
a certain look in the eye
and an easy smile.




You have to be trusted by the people that you lie to, So that when they turn their backs on you,
You'll get the chance to put the knife in.


You gotta keep one eye looking over your shoulder.
You know it's going to get harder,
and harder, and harder as you get older.



And in the end you'll pack up and fly down south,
Hide your head in the sand,
Just another sad old man,
All alone and dying of cancer.


 And when you loose control, you'll reap the harvest you have sown.
And as the fear grows, the bad blood slows and turns to stone.

 


And it's too late to lose the weight you used to need to throw around.
So have a good drown, as you go down, all alone, Dragged down by the stone.


I gotta admit that I'm a little bit confused.
Sometimes it seems to me as if I'm just being used.



Gotta stay awake, gotta try and shake off this creeping malaise.
If I don't stand my own ground,
how can I find my way out of this maze?

 
Deaf, dumb, and blind, you just keep on pretending That everyone's expendable
and no-one has a real friend.


 


And it seems to you the thing to do would be to isolate the winner
And everything's done under the sun, 
And you believe at heart, everyone's a killer.



Who was born in a house full of pain.
Who was trained not to spit in the fan.

Who was told what to do by the man.
Who was broken by trained personnel.

Who was fitted with collar and chain.
Who was given a pat on the back.
Who was breaking away from the pack.
Who was only a stranger at home.
Who was ground down in the end.
Who was found dead on the phone.
Who was dragged down by the stone.
Tienes que estar loco, de veras,
tienes que sentir una gran necesidad.
Tienes que dormir sobre tus pies,
y cuando estés en la calle, tienes que
ser capaz de escoger la presa fácil
a ojos cerrados.

 


Y entonces, moviéndote en silencio,
siguiendo la corriente e invisible,
tienes que golpear en el momento justo, sin pensarlo.


Y después de un tiempo, puedes adoptar toques de estilo: una corbata de club y un apretón firme de manos,
un cierto aire en la mirada  
y una sonrisa fácil.

 


Tienes que ser confiable a los ojos
de quienes engañas, y así, cuando te den la espalda, tendrás la ocasión de enterrar allí
el cuchillo.


Necesitas un ojo abierto en la espalda.
Tú sabes que se va a poner duro,
más y más duro,
conforme envejezcas.



Y al final empacarás
y volarás hacia el sur:
tu cabeza oculta en la arena,
un triste anciano más por completo 

solo y muriendo de cáncer.

 
Y cuando desapretes el control,
segarás la cosecha que sembraste.
Y mientras que el miedo avanza, la mala sangre se detiene hasta volverse piedra.


Y es muy tarde para soltar el peso que solías necesitar para moverte. 
Entonces, ahógate bien mientras te hundes, del todo solo, arrastrado por la piedra.

 
Tengo que admitir que estoy un poco confuso. A veces me parece como si, sencillamente, estuviese siendo utilizado.

 
Tengo que seguir despierto, intentar, sacudir este malestar que trepa.
Si no sostengo mi propio centro,
¿Cómo encontraré mi salida de este laberinto?


Sordo, mudo y ciego, sigues fingiendo que todo el mundo es prescindible y que nadie tiene un verdadero amigo.




Y te parece que lo que habría por hacer sería confinar al ganador
y todo está hecho bajo el sol
y de corazón crees que cada persona 
es un asesino. 



Quien nació en una casa llena de dolor?
Quién fue enseñado a no escupirle al fan?

A quién le fue dicho qué hacer?
Quién fue roto por personal adiestrado?


Quién fue provisto con collar y cadena?
Quién recibió una palmadita en la espalda?
Quién se iba desgarrando del tropel?
Quién fue un desconocido en su casa?
Quién
al final fue pulverizado?
Quién fue encontrado muerto al teléfono?
Quién fue arrastrado por la piedra?





Roger Waters y David Gilmour

Versión libre al español, Mauricio Alejandro Moreno


miércoles, octubre 01, 2014

Carta A Los Rectores De Las Universidades Europeas

En la estrecha cisterna que llamas “Pensamiento” los rayos del espíritu se pudren como parvas de paja. Basta de juegos de palabras, de artificios de sintaxis, de malabarismos formales; hay que encontrar –ahora- la gran Ley del corazón, la Ley que no sea una ley, una prisión, sino una guía para el espíritu perdido en su propio laberinto. Más allá de aquello que la ciencia nunca podrá alcanzar, allí donde los rayos de la razón se quiebran junto a las nubes, ese laberinto existe, núcleo en el que convergen todas las fuerzas del ser, las últimas nervaduras del Espíritu. En ese dédalo de murallas movedizas y siempre trasladadas, fuera de todas las formas conocidas de pensamiento, nuestro espíritu se agita espiando sus más secretos y espontáneos movimientos, esos que tienen un carácter de revelación, ese aire de venidos de otras partes, de caídos del cielo.

Pero la raza de los profetas se ha extinguido. Europa se cristaliza, se momifica lentamente dentro de las ataduras de sus fronteras, de sus fábricas, de sus tribunales, de sus Universidades. El Espíritu “helado” cruje entre las planchas minerales que lo oprimen. Y la culpa es de sus sistemas enmohecidos, de su lógica de dos y dos son cuatro, la es de ustedes –Rectores- atrapados en la red de los silogismos. Fabrican ingenieros, magistrados, médicos a quienes escapan los verdaderos misterios del cuerpo, las leyes cósmicas del ser; falsos sabios, ciegos en el más allá, filósofos que pretenden reconstruir el Espíritu. El más pequeño acto de creación espontánea constituye un mundo más complejo y más revelador que cualquier sistema metafísico. Déjennos, pues, señores; tan solo son usurpadores. ¿Con qué derecho pretenden canalizar la inteligencia y extender diplomas de Espíritu? 

No saben nada del Espíritu, ignoran sus más ocultas y esenciales ramificaciones, esas huellas fósiles tan próximas a nuestros propios orígenes, esos rastros que a veces alcanzamos a localizar en los yacimientos más oscuros de nuestro cerebro. En nombre de su propia lógica, les decimos: la vida apesta, señores. Contemplen por un instante sus rostros, y consideren sus productos. A través de las cribas de sus diplomas, pasa una juventud demacrada, perdida. Son la plaga de un mundo señores, y buena suerte para ese mundo, pero por lo menos que no se crean la cabeza de la humanidad.








Antonin Artaud




sábado, septiembre 27, 2014

El Muro




Contra ti alzan un muro

en silencio, piedra y cal piedra y odio,
cada día desde zonas más elevadas
bajan la plomada. Los albañiles
son todos iguales, pequeños, oscuros
de rostro, maliciosos. En el muro
apuntan juicios sobre los deberes
del mundo, y si la lluvia los borra
los reescriben, con trazos
aún más amplios. De vez en cuando alguno cae
de los andamios y enseguida otro
corre a ocupar su puesto. No visten monos
azules y hablan en una jerga alusiva.
Alto es el muro de roca,
en los huecos de las vigas ahora se deslizan
reptiles y alacranes, cuelgan hierbajos negros.
La oscura defensa vertical evita
desde un solo horizonte los meridianos
de la tierra, y el cielo no cubre.
Al otro lado de este reparo
tú no pides gracia ni confusión.



Salvatore Quasimodo


Traducción de Carlo Frabetti



miércoles, septiembre 24, 2014

No He Perdido Nada


Todavía estoy aquí, el sol gira
a mis espaldas como un halcón y la tierra
repite mi voz en la tuya.
Y recomienza el tiempo visible
en el ojo que redescubre la luz.
No he perdido nada.
Perder es ir al otro lado
de un diagrama de cielo
por movimientos de sueños, un río
lleno de hojas.







Salvatore Quasimodo


Traducción de Carlo Frabetti



sábado, septiembre 20, 2014

La Poesía Está De Luto




 
Lejos queremos llegar, estar allí
pero no aquí en la duda, en el agobio,
en la desesperación. Aquel ya descansado
quizá esté satisfecho, el nudo
hay que desatarlo en tierra.
Lloremos, gritemos, celebremos, pues
la muerte se ha cumplido.




Augusto Chavarría





miércoles, septiembre 17, 2014

A Propósito De Nuestros Muertos



Mauricio Alejandro Moreno & Pabellón de Palabras & A propósito De Nuestros Muertos




Ellos ni se toman la molestia de despedirse porque tienen la excusa de su imprevista partida. Nosotros, en cambio, no terminamos de despedirnos. Nos adentramos en callejones de ensueño con la esperanza del reencuentro, acaso el reencuentro con nuestras manos vacías y el corazón roto o, en el mejor de los casos, agrietado.



El tiempo lo cura todo, insisten. Pero cada nueva pérdida es una piedra más que carga el corazón. He llegado a sentir la inutilidad del grito: ¿cómo gritar algo que no cabe en la boca? Que de nada sirve el llanto porque al final el dolor no se marcha con las lagrimas… sin embargo, lloro. Y cada pérdida lleva a la pregunta ¿dónde he de buscar lo que he perdido?

Y antes uno se da cuenta, desde lo que le dictan los sentidos, incluido tal vez el sentido común, que este es el lugar y que todo, todo, está por perderse.

Alguien, alguna vez, quiso traer consigo la flor que vio en un sueño de cielo. ¿Habrá querido llevarse otra de aquí?

Sólo contamos con este instante de conciencia.




Mauricio Alejandro Moreno



martes, septiembre 09, 2014

Para Qué Sirve La Poesía (Horacio Benavides)


   

La poesía podría servir para algo, pero la poesía se ha separado de la lengua viva y de la vida de los hombres. La lengua viva es la que habla y construye todos los días el común de la gente; el poeta prefiere usar las palabras destiladas por la tradición poética. Podríamos decir que no siempre es así; es cierto, pero constituye una gran tendencia. La poesía se ha alejado de la vida, es decir, no es utilizada en la comunicación diaria. Los jóvenes no la usan en esa experiencia tan cercana a la poética como es el amor; o al menos no usan las palabras de los poetas; es posible que haya poesía en sus formas de decir, habría que verlo. A todo esto los poetas parecen satisfechos con tal situación, le basta que un grupúsculo de iniciados los lea. La poesía se ha vuelto una practica secreta.

Horacio Benavides

Tomado de: Revista Prometeo Número 96. Año 31.


lunes, septiembre 08, 2014

Waiting For The Miracle



Baby, I've been waiting,
I've been waiting night and day.
I didn't see the time,
I waited half my life away.
There were lots of invitations
And I know you sent me some,
But I was waiting
For the miracle, for the miracle to come.


I know you really loved me.
But, you see, my hands were tied.
I know it must have hurt you,
It must have hurt your pride
To have to stand beneath my window
With your bugle and your drum,
And me I'm up there waiting
For the miracle, for the miracle to come.


Ah I don't believe you'd like it,
You wouldn't like it here.
There ain't entertainment
And the judgements are severe.
The Maestro says it's Mozart
But it sounds like bubble gum
When you're waiting
For the miracle, for the miracle to come.


Waiting for the miracle
There's nothing left to do.
I haven't been this happy
Since the end of World War II.


Nothing left to do
When you know that you've been taken.
Nothing left to do
When you're begging for a crumb
Nothing left to do
When you've got to go on waiting
Waiting for the miracle to come.


I dreamed about you, baby.
It was just the other night.
Most of you was naked
Ah but some of you was light.
The sands of time were falling
From your fingers and your thumb,
And you were waiting
For the miracle, for the miracle to come


Ah baby, let's get married,
We've been alone too long.
Let's be alone together.
Let's see if we're that strong.
Yeah let's do something crazy,
Something absolutely wrong
While we're waiting
For the miracle, for the miracle to come.


Nothing left to do ...


When you've fallen on the highway
And you're lying in the rain,
And they ask you how you're doing
Of course you'll say you can't complain --
If you're squeezed for information,
That's when you've got to play it dumb:
You just say you're out there waiting
For the miracle, for the miracle to come.

















Leonard Cohen




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Link to Waiting For The Miracle:

Waiting For The Miracle

viernes, agosto 29, 2014

Para Qué Sirve La Poesía (Jairo Guzmán)


La poesía es lo que sirve. En el evangelio según San Hölderlin,  "Lo que permanece lo fundan los poetas". Vas a ver y todo indica que sí. El solo hecho de hablar, es pura poesía en su forma más auténtica y primitiva, y  eso sí que ha servido, ya sea para construir o para lo contrario. Ahora, el dolor, la pobreza, la angustia y la rebelión del poeta, cuando han quedado exultantes e impactantes en su poesía, se convierten, en este tiempo de  barbarie capitalista, en  dinero, utilidades, renta, estatus, para los que dicen y venden  mentiras brillantes sobre la obra de quien murió de hambre produciéndola. Así, el plusvalor que genera el mito Artaud, a nivel editorial y todo lo que hay asociado a ese tráfico,  resulta de la impactante obra, escrita en la infra-miseria, del poeta Antonin Artaud. Ese es un ejemplo. Ni se digan los trillones de dólares, en  lingotes de oro, propiedades, industrias armamentistas, almas y cuerpos que han producido los libros sagrados que en realidad son poemas, en manos de ciertos propietarios de la salvación de las almas a nivel multinacional. Se ha usado el poder de encantamiento de la poesía, para el tráfico rentable de almas. La poesía es el hálito, el soplo que le da ímpetu a la gesta histórica y a la negación de la historia cuando ésta está en manos de unos cuantos forajidos y escribas fraudulentos. Lo que mueve la creatividad para responder ante las adversidades, es la poesía. Es la esencia de la supervivencia incluso de la biología con su autopoiesis, que es pura salud. Somos el resultado de una gran revolución poética de la biología. Somos hijos  de las grandes batallas de lo viviente por resistir, florecer y permanecer, durante casi cinco mil millones de años, desde el microbio hasta la versión actual del animal humano. No obstante, es ínfima nuestra aventura (impulsada por la autopoiesis, la épica, la lírica, el amor y la ira divina) ante la grandeza poética del universo. La poesía es demasiado útil. Es tan útil que  te ha liberado del tedio y del horror, cuando eras un bebé imberbe y lactante, solo con el canto, el arrullo, el ritmo que te tranquiliza.





Jairo Guzmán Sossa





lunes, agosto 25, 2014

En Las Frondas De los Sauces


¿Cómo hubiéramos podido cantar
con el pie extranjero sobre el corazón,
entre los muertos abandonados en las plazas
sobre la hierba dura de hielo, ante el lamento
de cordero de los niños, el alarido negro
de la madre que iba hacia el hijo
crucificado en el poste de telégrafo?

En las frondas de los sauces, como ex-votos,
también nuestras liras estaban colgadas,
oscilaban leves al triste vient0.









Salvatore Quasimodo

Traducción de Carlo Frabetti