viernes, junio 12, 2015

Noches De Apagón


Recuerdo con regocijo
los cortes de luz en la infancia.
El barrio entero se apagaba
mientras rompían la noche prolongados gritos
de desesperación o alegría.

Cuando ya pocos sonidos nos rondaban
(se prescindía obligatoriamente del estéreo y la tv)
se daba espacio para soñar que la luz de la luna
nos perseguía
                               celebrábamos
la oscuridad al encender las velas
que daban paso a la aparición
de palomas y conejos en las paredes.

Se avistaba en las ventanas vecinas
la aglomeración de las familias
alrededor de una llama improvisada.

Al pasar el tiempo
habiendo el silencio y la penumbra
invadido el espacio
cuando menos se sospechaba
 y casi nos acostumbrábamos
a ese estado colectivo de oscuridad
regresaba sin aviso la luz eléctrica
de nuevo los gritos de asombro
y bienvenida anunciaban el final
                                               de una fiesta. 



Yolima Andrea Zuleta



Ya Favonio Favorable


La ausencia del cuerpo es la ausencia del alma.
     Si del amado cuerpo, inútiles, carecemos:
     ¿Qué es, por Júpiter, lo que se ama?

Ya Favonio favorable rumores trae
     y a espíritus libres a vivir incita
     en las orillas de los ríos, regocijados.

Los líquidos espadones fecundando
     toda piel, todo pétalo estremecido
     en el jardín de la floresta.



Cayus Generosus Erigo
Traducción de Justo Ernesto Paladín

Versión de Jandey Marcel Solviyerte


Arte Poética


Entre muchachas tiernas siendo casi un niño
leí a Anacreonte. Catulo y Marcial señalándome
el camino mi juventud íntegra pervirtieron.
Por gracia de unos cantos populares del siglo primero
de esta era inculta que rechaza el cuerpo,
conocí en pleno ejercicio el Culto Enhiesto.
Con mi más amada muchacha recité de memoria
a Amaru, tranquilo. En la cima de mis facultades
mis versos de Amor compongo entre flores e insectos.
Los más lascivos y húmedos, te los diré al oído, en secreto. 


Cayus Generosus Erigo 

Traducción de Justo Ernesto Paladín.

Versión de Jandey Marcel Solviyerte


Primer Encuentro


Mariposas de colores 
                           visitan el cielo.

Al anochecer miles de ellas

arañan el vientre.















Yolima Andrea Zuleta

jueves, junio 11, 2015

Palabra


Ven palabra desnúdate
serás la amada de un hombre al que no le importa
si pareces fea o eres pobre.

Porque vosotras palabras
os parecéis como un desfile de mujeres hermosas
toscas o refinadas
podéis dar más unas que otras
pero tengo la debilidad de detestaros bien vestidas
la sola vista de vuestras lentejuelas de feria
me cansa de antemano
el corazón

Sé que en cambio desnudas
pasáis con el secreto que nadie ha gustado
o que pocos comparten
Como alguna muchachita gris desmedrada
y sumamente silenciosa
con los zapatos llenos de barro
a la que una sola mirada a ella misma
la hace resplandecer
como envuelta en polvo de estrellas
y de mariposas apretadas...




Mario Rivero



Figura De Ciego Con Guitarra

   
  Los que lo oyen cantar todos los días -distraídamente, de paso para sus asuntos- tal vez no adviertan el deterioro de la voz a medida que envejece, ni cómo el pulso es cada vez más inseguro en el encordado.
   Pero yo, que sólo de cuando en cuando vengo a la plaza, y únicamente para averiguar si todavía sigue vivo, yo sí que lo advierto.
   Es notoria sobre todo la furia con que la vieja mano, terminada la canción, se aferra al hombro del lazarillo.



Picasso: El Guitarrista Ciego


José Manuel Arango


Poesía


Pájaro que desciende
de la cumbre
nos asombra
y nos llena de silencio 

Lo que se escucha
es sólo el temblor
el necesario escalofrío
de la rama a que llega...




Pabellón de Palabras & Mario Rivero & Poesía




Mario Rivero



La Balada De Los Hombres Hambrientos


Los hombres hambrientos tienen oro
casas con retretes de mármol
y vestidos suntuosos
Pero no pueden matar el hambre y la sed
del tigre de sus ojos

Los hombres hambrientos son
en alguna forma hermosos
Por una magia mortal y execrable
sus oídos se han vuelto sordos
Pero los hombres hambrientos simulan oír
y pagan bien a los cantores

Pregonan una extraña desesperación
Han perdido el recuerdo de los humanos olores
Caminan para buscar un aroma imbuscable
el de los tallos de las flores muertas

y de los pétalos podridos
El olor que al mismo tiempo es
el olor de la muerte y el olor del nacer


Se cubre de moho el corazón
de estos hombres hambrientos
Se entrecruzan a la deriva no se ven
son muchos en movimiento
Sus mujeres lavadas en agua de caros perfumes sintéticos
adustas acechan también
aquel olor que alcanza los huesos


Si levantan las cabezas hacia cosas más altas
no distinguen otra cosa que el viento
Remeros esclavos en un gran bajel de oro
van los hombres y mujeres hambrientos…





Pabellón de Palabras & Mario Rivero & La Balada De Los Hombres Hambrientos




Mario Rivero



martes, junio 09, 2015

Casi Obsceno


Si quisieras oír lo que me digo en la almohada
el rubor de tu rostro sería la recompensa
Son palabras tan íntimas como mi propia carne
que padece el dolor de tu implacable recuerdo

Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un día? Me digo:
Besaría esa boca lentamente hasta volverla roja
Y en tu sexo el milagro de una mano que baja
en el momento más inesperado y como por azar
lo toca con ese fervor que inspira lo sagrado

No soy malvado Trato de enamorarte
Intento ser sincero con lo enfermo que estoy
y entrar en el maleficio de tu cuerpo
como un río que teme al mar pero siempre muere en él







Raúl Gómez Jattin


sábado, junio 06, 2015

Apuntes Para Una Biografía


Mister Mascachicle
nació en una quinta entre bosques de trementina
perros pekineses
y sirvientas con delantales almidonados
Sus biógrafos a sueldo
cuentan
que trabajó como operario en un astillero
en su juventud
-el astillero era de su padre-
Después ingresó a las filas
y adquirió gran experiencia en costos bélicos
Lo mismo puede llamarse Goldwater
que Robert Macnamara
o Rockefeller junior
Fundan bibliotecas
y hacen donativos para la lucha contra el cáncer
porque no quieren que el prójimo sufra
Pero cuando los tractores
o los refrigeradores
no se venden bien
y hay debilidad en la Bolsa
hay que revolver el agua del río
para que los peces grandes hagan su pesca
Hay que hacer que el negro
dispare contra el blanco
y el blanco dispare contra el negro



Pabellón de Palabras & Mario Rivero & Apuntes Para Una Biografía 1
Tomada de: Lord of War

















En algún lado tiene que surgir la llama
en algún lado se arroja un fósforo para la quema
Y se mueven los hilos
y se sueltan las grandes frases
y el Rey del Petróleo
y el Rey del Acero
y el Rey del Hierro
lo convierten todo en dólares
y sus mujeres saben lucirlos muy bien
y las dínamos cantan dólares
y los cañones cantan dólares
y las registradoras cantan dólares
y Dios se parece a Jorge Washington
y en Wall Street las cosas andan bien
-In God we trust-
Porque
con el fin de apresurar la obra del Cielo
en algún lado
son arrojados
cada minuto
1.360 kilos de bombas!




Pabellón de Palabras & Mario Rivero & Apuntes Para Una Biografía 2





Mario Rivero


viernes, junio 05, 2015

¿El cuerpo?...

.



¿El cuerpo?
El cuerpo es un ídolo rancio
al que ofrendamos flores por costumbre.

Mil billones de fotografías
le tomaron durante este siglo
y lo han dejado exhausto.

El pobre cuerpo no resiste una prenda más,
un desnudo más, una pose más.

Habría que embalsamarlo,
enterrarlo en un sarcófago
y preservarlo un milenio de toda mirada
mientras recupera su alma.





John Galán Casanova



lunes, junio 01, 2015

Sobre La Religión


En el archipiélago estelar en el que no somos ni partículas
En el estrecho límite del satélite de la modesta estrella
que nos perpetró
No alcanzamos a imaginar siquiera
la majestuosidad cósmica
cuyos límites perdimos en el abismo
                                                     de la Metagalaxia

Pero somos parte de la fiesta

                                            (Microscópica parte pero parte)
Y aunque ignoramos casi todo
no desconocemos que en algún lugar de nuestra cabeza otro
archipiélago estelar nos hará inmortales
como ahora nos hace vulnerables.






Gustavo Pereira



jueves, mayo 21, 2015

Paso De Derrota


Si obtienes sombra a cambio de universo
Si bajo la almohada un postrer sueño se dispara a la sien
Si cadenas abajo traen cadenas
                                        y si arriba cadenas
              ¿qué más da levantarse compañero?
                             ¿qué más da?



















Gustavo Pereira              




miércoles, mayo 20, 2015

Dukkha


Unos escogieron el lecho de los sin abrigo
                       El tálamo de los Diferentes Senderos
Otros el borde del volcán
                       El declive de donde no se regresa


Unos la media luna de la locura

                     El laberinto de los jóvenes suicidas
Otros la voluntad que no tiene más mérito que desvanecerse
      en amargura o desventura
pues ambas conducen a la calle de donde nunca partió nadie


Unos vida sin tormentas ni deseos vanos

Otros vicio cortante la perversión y los alcoholes


Unos prefirieron la mácula categórica al hastío

Nosotros la refriega
Porque ni en el hondo espacio ni en el centro del océano ni en
la torva oscuridad de las grutas de la montaña ni en las calles
ni en los parques ni en los hermosos tejados del ancho mundo
hay un lugar donde no llegue la muerte.



















Gustavo Pereira



domingo, mayo 17, 2015

Me Viene, Hay Días, Una Gana Ubérrima


Me viene, hay días, una gana ubérrima, política,
de querer, de besar al cariño en sus dos rostros,
y me viene de lejos un querer
demostrativo, otro querer amar, de grado o fuerza,
al que me odia, al que rasga su papel, al muchachito,
a la que llora por el que lloraba,
al rey del vino, al esclavo del agua,
al que ocultóse en su ira,
al que suda, al que pasa, al que sacude su persona en mi alma.
Y quiero, por lo tanto, acomodarle
al que me habla, su trenza; sus cabellos, al soldado;
su luz, al grande; su grandeza, al chico.
Quiero planchar directamente
un pañuelo al que no puede llorar
y, cuando estoy triste o me duele la dicha,
remendar a los niños y a los genios.

Quiero ayudar al bueno a ser su poquillo de malo

y me urge estar sentado
a la diestra del zurdo, y responder al mudo,
tratando de serle útil en
lo que puedo y también quiero muchísimo
lavarle al cojo el pie,
y ayudarle a dormir al tuerto próximo.



















¡Ah querer, éste, el mío, éste, el mundial,
interhumano y parroquial, provecto!
Me viene a pelo,
desde el cimiento, desde la ingle pública,
y, viniendo de lejos, da ganas de besarle
la bufanda al cantor,
y al que sufre, besarle en su sartén,
al sordo, en su rumor craneano, impávido;
al que me da lo que olvidé en mi seno,
en su Dante, en su Chaplin, en sus hombros.

Quiero, para terminar,

cuando estoy al borde célebre de la violencia
o lleno de pecho el corazón, querría
ayudar a reír al que sonríe,
ponerle un pajarillo al malvado en plena nuca,
cuidar a los enfermos enfadándolos,
comprarle al vendedor,
ayudarle a matar al matador -cosa terrible-
y quisiera yo ser bueno conmigo
en todo.


César Vallejo