lunes, diciembre 18, 2017

Casa Cautiva



Esta es la casa; es nuestra.
Esta es su música; las exigencias todas
de la vida pasaron por sus habitaciones, por el ascua
quemante de sus fronteras; la locura de quienes emprendieron
una empresa más ancha que sus fuerzas, el sueño
que los fue desgarrando, esa sal escogida
que salpicó las llagas de su vasto martirio.

Es nuestra. Aquí resuenan
músicas melancólicas, instrumentos que exaltan
querencias y alegrías. Le pertenecen la quietud antigua
y los hechos sangrientos. Sus ríos, los espejos, recogieron despojos
de injuria y desventura (por eso es esta música); obsedieron
a sus hijos colores de aturdidos relámpagos, sus manos
apresaron los frutos de una infausta cosecha.
Su música es así. Descansa ahora
en un boreal tembladeral de pájaros, de plumas
amarillas, de crucifijos deslavados, rotos. Y es hora
de preguntarse ¿qué trajimos
para ungirla a un estado de habitación del hombre;
se habrá sentido, como cal viva en los ojos, la tribulación
de su destino? ¿Qué tembloroso cántaro
amasamos, qué súplica o trastorno,
qué empeño y asechanza para evitar la herida
de su piel, esa absorta mirada de sus ojos terribles
como una acusación? ¿Habremos, pues, cumplido
con el deber que hiciese merecer habitarla?

Es nuestra. Esta es su música. ¿Qué rencores oscuros
le habrán tejido esa circunferencia,
el halo que empurpura sus techumbres? ¿La enemistad
como un osario vano entre sus hijos? ¿El desconsuelo
de las cruces plantadas en su sueño y la obliga
a prosternarse a solas junto a su sombra rota,
a la intemperie, al umbral del orgullo que vela su infortunio?

A saco habrán entrado
en ella los Impuros, los cómplices
del ritual del crimen; habrán entrado a saco
con miserables máscaras que engendra la codicia;
habrán marcado un día trágico por sus muros.
trágico de fatalidad, espúreo
como el inicuo cuervo sobre el árbol desierto
en cuya raíz de hueso reposan los desnudos.
Su música es así, una cifra
de dulce acento humano, un anuncio
previo de acusación anudado a la rueda del destino
y al párpado de los muertos, melodía incesante en el desgaste
del desierto cubil, sonido desgajado
de un instrumento oscuro con imagen de reja y cautiverio.

Todo saldrá de aquí, de su piedra
y su polvo, de su migaja el pan, de su venero
verde la cosecha, de las estancias tristes la temblorosa noche
de la revelación y los rebeldes;
de aquí la sangre, el fuego, de los cuencos vacíos la mirada
final y salvadora, como un amor que brota
de madrigueras hondas de escarnio y menosprecio.

No habrá ya que olvidar decir su nombre
de música y quejumbre, ese nombre de selvas que prohijó
nacimientos,
muertes, inmolaciones, sea amarga sobre los labios,
del hombre; nombrarla en trance
marcarla a hierro lento en nuestros huesos;
a cada instante repetir su nombre (como triunfo o condena)
mentar esas señales remontadas a tiempos
de arcilla fatigada, de plumajes y tribus destruidas,
nombrarla siempre,
morder su nombre de sol inevitable
(como virtud o pecado), llevar su nombre en la carne
como esta lleva su corrupción, seguir nombrándola
y desvestirla toda con el rebozo intacto
de esa música dulce, inmemorial, desamparada música de un
anhelo insaciable.







Elvio Romero



viernes, diciembre 15, 2017

La Luna Y El Toro


La luna se está peinando
en los espejos del río,
y un toro la está mirando
entre la jara escondío.

Cuando llega la alegre mañana
y la luna se escapa del río
el torito se mete en el agua
envistiendo, al ver que se ha ido.

Y ese toro enamorado de la luna
que abandona por la noche la maná'
es pinta'o de amapola y aceituna
y le puso Campanero el mayoral.

Los Romeros de los montes
le besan la frente,
las estrellas de los cielos
le bañan de plata.

Y el torito que es bravío,
de casta valiente
abanicos de colores
parecen sus patas.

La luna viene esta noche
con una bata de cola
y un toro la está mirando
entre la jara y la sombra.

Y en la cara del agua del río
donde duerme la luna lunera
el torito celoso perdío
la vigila como un centinela.

Y ese toro enamorado de la luna
que abandona por la noche la maná
es pintao de amapola y aceituna
y le puso Campanero el mayoral.

Los Romeros de los montes
le besan la frente,
las estrellas de los cielos
le bañan de plata.

Y el torito que es bravío,
de casta valiente
y el rocío de las flores
le lavan la cara.

El rocío de las flores
le lavan la cara









Carlos Castellano Gómez




miércoles, diciembre 13, 2017

Alegres Eramos...


Usted sabe, señor,
qué alegría colgaba en la floresta;
qué alegría severa
como raigambre sudorosa;
cómo el alegre polvo veraniego
fulguraba en su lámina esplendente,
cómo, ¡qué alegremente andábamos!

¡Qué alegremente andábamos!

Usted sabe, señor,
usted ha visto cómo
la lluvia torrencial sempiterna caía
sobre un textil aroma de bejucos salvajes
y cómo iba dejando con sus pétalos húmedos
su flora resbalosa,
su acuosa florería.

Usted sabe, señor,
cómo los sementales retozaban
hartos de florecer, jubilosos de hartazgo,
con qué poder la noche deponía
su amargura en la altura del rocío
tal como deponía la desdicha
su arma en las arboledas.

Usted sabe qué alegre
aflicción de racimos por las ramas
en frutal arco iris vespertino;
cómo alegres luciérnagas subían
a encender las estrellas,
a conducir azahares que estallaban
como emoción nupcial o lumbraradas.

Usted sabe, señor,
que antes de que aquí se enseñoreara
la pobreza, frunciendo hasta las hojas,
desesperando el aire,
bien sabe, bien conoce
que cualquier miserable aquí podía
fortificar un canto en su garganta,
en su pecho opulento.

(¡Cómo podías reír, muchacha mía!
Juvenil, ¡cómo izabas
una sonrisa fértil como un grano,
cómo te coronaban los jazmines
y cómo yo apuraba
mi vaso de fervor! ¡Qué alegres éramos!)

Antes, antes de la amargura,
antes de que sorbiéramos
un caudaloso cáliz de indigencias boreales,
antes de que amarraran los perfumes,
que en su reverso el sol guardase el hambre,
¡qué alegres caminábamos!

Antes,
antes de que el aura ofendieran,
de arrancar la raíz sangrándole los bulbos,
antes del mayoral, del tiro, antes del látigo,
qué alegría, señor,
¡qué alegremente andábamos!







Elvio Romero


lunes, diciembre 11, 2017

Brise Marine


La chair est triste, hélas ! et j’ai lu tous les livres.
Fuir ! là-bas fuir ! Je sens que des oiseaux sont ivres
D’être parmi l’écume inconnue et les cieux!
Rien, ni les vieux jardins reflétés par les yeux
Ne retiendra ce cœur qui dans la mer se trempe
Ô nuits ! ni la clarté déserte de ma lampe
Sur le vide papier que la blancheur défend
Et ni la jeune femme allaitant son enfant.
Je partirai ! Steamer balançant ta mâture,
Lève l’ancre pour une exotique nature!
Un Ennui, désolé par les cruels espoirs,
Croit encore à l’adieu suprême des mouchoirs!
Et, peut-être, les mâts, invitant les orages
Sont-ils de ceux qu’un vent penche sur les naufrages
Perdus, sans mâts, sans mâts, ni fertiles îlots…
Mais, ô mon cœur, entends le chant des matelots!







Stéphan Mallarmé


viernes, diciembre 08, 2017

Cahier D'un Retour Au Pays Natal

El Herido



Para el muro de un hospital de sangre.


I


Por los campos luchados se extienden los heridos.
Y de aquella extensión de cuerpos luchadores
salta un trigal de chorros calientes, extendidos
en roncos surtidores.

La sangre llueve siempre boca arriba, hacia el cielo.
Y las heridas suenan, igual que caracolas
cuando hay en las heridas celeridad de vuelo,
esencia de las olas.

La sangre huele a mar, sabe a mar y a bodega.
La bodega del mar, del vino bravo, estalla
allí donde el herido palpitante se anega,
y florece, y se halla.

Herido estoy, miradme: necesito más vidas.
La que contengo es poca para el gran cometido
de sangre que quisiera perder por las heridas
Decid quién no fue herido.

Mi vida es una herida de juventud dichosa.
¡Ay de quien no esté herido, de quien jamás se siente
herido por la vida, ni en la vida reposa
herido alegremente!

Si hasta a los hospitales se va con alegría,
se convierten en huertos de heridas entreabiertas,
de adelfos florecidos ante la cirugía.
de ensangrentadas puertas.



II



Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.



Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.



Miguel Hernández & Pabellón de Palabras & El Herido
Campo de trigo con cuervos, Vincent Van Gogh



Miguel Hernández


martes, diciembre 05, 2017

Ahora Que Ya No Soy Más Joven


Ahora que ya remonto la mitad del camino de mi vida,
yo que siempre me apené de las gentes mayores,
yo, que soy eterna pues he muerto cien veces, de tedio, de agonía,
y que alargo mis brazos al sol en las mañanas y me arrullo
en las noches y me canto canciones para espantar el miedo,
¿qué haré con esta sombra que comienza a vestirme
y a despojarme sin remordimientos?
¿Qué haré con el confuso y turbio río que no encuentra su mar,
con tanto día y tanto aniversario, con tanta juventud a las espaldas,
si aún no he nacido, si aún hoy me cabe
un mundo entero en el costado izquierdo?
¿Qué hacer ahora que ya no soy más joven
si todavía no te he conocido?




Piedad Bonnett


lunes, diciembre 04, 2017

Canto do Mundo



Pr'esse canto do mundo
De onde é que ele virá
Do meu sonho profundo
Ou do fundo do mar

Com que voz cantará
Com que luz brilhará
Há de vir seja como for

Pr'esse canto do mundo
De onde virá o amor?

Nessa vida vazia
Por que tarda meu bem?
Uma imensa alegria
Que se guarda pra quem?

Seja um anjo do céu
Seja um monstro do mar
Venha num disco voador
Mas que saiba que é meu
No segundo que olhar
Pelo encanto maior

Pr'esse canto do mundo
Quando virá o amor?

O meu amor...
O meu amor...















Caetano Veloso


Protesto Do Olodum


Força e pudor
Liberdade ao povo do Pelô
Mãe que é mãe no parto sente dor
E lá vou eu

Declara a nação,
Pelourinho contra a prostituição
Faz protesto, manifestação
E lá vou eu

Aqui se expandiu
E o terror já domina o brasil
Faz denúncia olodum Pelourinho
E lá vou eu

Brasil liderança
Força e elite da poluição
Em destaque o terror, Cubatão
E lá vou eu

Io io io io io
La la la la la la la
Io io io io io
La la la la la la la
E lá vou eu

Brasil nordestópia
Na bahia existe etiópia
Pro nordeste o país vira as costas
E lá vou eu

Nós somos capazes
Pelourinho a verdade nos trás
Monumento caboclo da paz
E lá vou eu

Io io io io io
La la la la la la la
Io io io io io
La la la la la la la
E lá vou eu

Desmound tutu
Contra o apartaid lá na África do Sul
Vem saudando o Nelson Mandela
O olodum

Io io io io io
La la la la la la la
Io io io io io
La la la la la la la
E lá vou eu

Moçambique, Moçambique, Moçambique
Moçambique, Moçambique, Moçambique









Gilson Menezes dos Santos Dorea (Tatau)





Balada Del Disparatorio Báquico, Impregnada De Múltiples Romanticismos



Dícela "El Ebrio"

Aquesto dixo “El Ebrio”, una vegada.
Aquesto dixo con su voz cansada.
Aquesto dixo por la madrugada.

Yo dello non sé nada.

Bebamos en las cráteras de oro
que laboró el cincel benvenutino,
champagne, bulbente y bullicioso vino .

Bebamos en las ánforas de barro
doria hidromiel; en el panzudo jarro
blonda cerveza, y en las cristalinas
frágiles copas el anís sonoro
así como las finas
mixturas sibilinas.

"Porque es dulce olvidar".

Bebamos en las cráteras de oro
el líquido tesoro
que enloquece las mentes
y elide los deseos,
y que sume los sueños impotentes
en helados Leteos!

Porque es dulce olvidar. ¿Algo esculpido
quedar merece en el cerebro? Nada!
Porque es dulce olvidar...

El viento azota
la cima de los árboles, tedioso;
vacila el corazón ante la rota!
El espíritu vago!
¡La voluntad errátil
es un tortuoso Yago!
y el soñar aterido...:
¡el soñar aterido y no vibrátil
ni altanero!... y nostálgico, anheloso
de una distinta vida...

Los jardines románticos
horros están de idilios.
Y son hueros los cánticos
jocundos de Himeneo!

Dormita ya el Deseo!
Ya dormita el Amor!
Y yerra -enloquecida-
por sus ludies exilios
de Dolor,
l’alma pura de Ofelia,
mientras Hamlet, moroso y taciturno
sepultóse en sí mismo!”

Ya no existe
la verdad, si ha existido... Ya no es nada
la belleza, y lo es todo! y la tristeza
¡cómo es asaz vulgar y adocenada!

Yo buceo un abismo
y el tal abismo es hueco!
Todo es superficial, mentido y triste.
Todo: el Amor y la Naturaleza,
el Mar, las Nubes, la ideal Belleza:
sólo restan cinismo,
rutina, y el enteco
sentido de lo práctico y la cómica
metafísica vómica!

Es preciso beber la sangre cálida
de los magos elixires!
Complicados brebajes, quinta-esencia,
sudor de las retortas y alambiques;
todos los filtros químicos y alquímicos
el díctamo, el nepentes,
súmanme en la demencia!

En el absintio quiero que se esconda
-tras de sus de sirena glaucos ojos-
mi espíritu arbitrario,
mi corazón, y toda la amargura
de abolidos despojos!

Es preciso beber la sangre cálida,
sangre morena
o sangre blonda!
En el absintio quiero que se esconda
-tras de sus glaucos ojos de sirena–
mi corazón, y toda la amargura!

"La azul locura pálida,
soberana locura,
se asile en mi cerebro solitario!"

Bebamos en las cráteras de oro
todo el licor que corre por la vena
de la pródiga uva;
y hagamos la serena
-la serena o la loca-
vida del que en sí propio no se toca
y que en nada se halla...

-Búdico ser en éxtasis,
Jaiyám bajo los astros,
Edgar en la taberna,
Diógenes en su cuba...
Desdeñosos e impávidos,
sonrientes,
mirando la batalla
sempiterna, mirando la batalla
de apetitos, la gresca y el estridir de dientes
y el vulgar forcejeo
para ascender, para medrar, para vivir...

"Nosotros -sí, nosotros-
olímpicos yazgamos sobre el trípode sacro:
claudicantes e irónicos,
sonrientes espectadores del simulacro,
sin recordar, sin añorar,
sin anhelar,
¡sin un solo deseo!"

Brúña el trágico 
enteco
con sus hórridas lumbres
incendiarias;
dóre el amanecer con vagas lumbres
y medias-tintas de atediada suavidad;
o aljofáre la luna
del bebedor la cabellera bruna
o la blonda o endrina cabellera
nimbada de doliente claridad,
y bebamos el vino,
y bebamos el vino,
y bebamos el vino!

Aquesto dixo el Ebrio una vegada.
Aquesto dixo con su voz cansada.
Aquesto dixo por la madrugada.

Yo dello non me curo. Yo dello non sé nada






León de Greiff


sábado, diciembre 02, 2017

The Giving Tree


Once there was a tree....
and she loved a little boy.
And everyday the boy would come
and he would gather her leaves
and make them into crowns
and play king of the forest.
He would climb up her trunk
and swing from her branches
and eat apples.
And they would play hide-and-go-seek.
And when he was tired,
he would sleep in her shade.
And the boy loved the tree....
very much.
And the tree was happy.
But time went by.
And the boy grew older.
And the tree was often alone.
Then one day the boy came to the tree
and the tree said, 'Come, Boy, come and
climb up my trunk and swing from my
branches and eat apples and play in my
shade and be happy.'
'I am too big to climb and play' said
the boy.
'I want to buy things and have fun.
I want some money?'
'I'm sorry,' said the tree, 'but I
have no money.
I have only leaves and apples.
Take my apples, Boy, and sell them in
the city. Then you will have money and
you will be happy.'
And so the boy climbed up the
tree and gathered her apples
and carried them away.
And the tree was happy.
But the boy stayed away for a long time....
and the tree was sad.
And then one day the boy came back
and the tree shook with joy
and she said, 'Come, Boy, climb up my trunk
and swing from my branches and be happy.'
'I am too busy to climb trees,' said the boy.
'I want a house to keep me warm,' he said.
'I want a wife and I want children,
and so I need a house.
Can you give me a house?'
' I have no house,' said the tree.
'The forest is my house,
but you may cut off
my branches and build a
house. Then you will be happy.'

And so the boy cut off her branches
and carried them away
to build his house.
And the tree was happy.
But the boy stayed away for a long time.
And when he came back,
the tree was so happy
she could hardly speak.
'Come, Boy,' she whispered,
'come and play.'
'I am too old and sad to play,'
said the boy.
'I want a boat that will
take me far away from here.
Can you give me a boat?'
'Cut down my trunk
and make a boat,' said the tree.
'Then you can sail away...
and be happy.'
And so the boy cut down her trunk
and made a boat and sailed away.
And the tree was happy
... but not really.

And after a long time
the boy came back again.
'I am sorry, Boy,'
said the tree,' but I have nothing
left to give you -
My apples are gone.'
'My teeth are too weak
for apples,' said the boy.
'My branches are gone,'
said the tree. ' You
cannot swing on them - '
'I am too old to swing
on branches,' said the boy.
'My trunk is gone, ' said the tree.
'You cannot climb - '
'I am too tired to climb' said the boy.
'I am sorry,' sighed the tree.
'I wish that I could give you something....
but I have nothing left.
I am just an old stump.
I am sorry....'
'I don't need very much now,' said the boy.
'just a quiet place to sit and rest.
I am very tired.'
'Well,' said the tree, straightening
herself up as much as she could,
'well, an old stump is good for sitting and resting
Come, Boy, sit down. Sit down and rest.'
And the boy did.
And the tree was happy. 











Shel Silverstein




Poder Da Criação


Não, ninguém faz samba só porque prefere
Força nenhuma no mundo interfere
Sobre o poder da criação
Não, não precisa se estar nem feliz nem aflito
Nem se refugiar em lugar mais bonito
Em busca da inspiração

Não, ela é uma luz que chega de repente
Com a rapidez de uma estrela cadente
E acende a mente e o coração
É, faz pensar
Que existe uma força maior que nos guia
Que está no ar
Vem no meio da noite ou no claro do dia
Chega a nos angustiar
E o poeta se deixa levar por essa magia
E um verso vem vindo e vem vindo uma melodia
E o povo começa a cantar!








Paulo Cesar Pinheiro





lunes, noviembre 13, 2017

Sobre El Derecho A Enloquecer



Decía Pessoa que enloquecer es un derecho natural.
Lo que no me parece natural es que el que enloquezca
por derecho propio no llegue a estar consciente
de su locura que pueda uso de tal derecho para
recobrar la razón.

Por eso, debemos estar siempre listos para enloquecer.
Eso garantiza que la locura no nos coja por sorpresa
ni se convierta en decepción para todos
los que esperaban de ti una cordura
larga y bien remunerada.
Y a tiempo completo.



Extraccion de la piedra de la locura, Bosco



Juan Calzadilla





Derecho A Réplica


Cuando la naturaleza respeta tu vida
Y te salva por un tris en el momento
En que estás a punto de perecer
Es porque ya se la habrá arrebatado a otro.
La naturaleza no suelta prendas.
Pero cuando es a ti a quien, en una segunda vuelta,
La arrebata, es porque sabe que
No tienes derecho a réplica.
Ni más alternativa.




Juan Calzadilla

domingo, noviembre 12, 2017

Sé Una Cuerda Para Mi Guitarra, Agua


Sé una cuerda para mi guitarra, agua. Los conquistadores han llegado
y los antiguos conquistadores han pasado. Es difícil que recuerde mi cara
en los espejos. Sé mi memoria y veré lo que he perdido.
¿Quién soy después de este éxodo? Tengo una roca
a mi nombre sobre las llanuras que se asoma al pasado
concluido. Siete siglos me acompañan detrás de las murallas de la ciudad.
En vano se redondea el tiempo para que yo salve mi pasado de un instante
que alumbra ahora la historia de mi exilio en mí y en los otros.
Sé una cuerda para mi guitarra, agua. Los conquistadores han llegado
y los antiguos conquistadores han pasado hacia el Sur, pueblos que restauran sus días
en el montón del cambio. Yo sé quién era ayer. ¿Qué seré
mañana bajo las banderas atlánticas de Colón? Sé una cuerda,
sé una cuerda para mi guitarra, agua. No hay Egipto en Egipto. No hay
Fez en Fez y Damasco se aleja. No hay sacre
en la bandera de mi gente, no hay río al este de las palmeras asediadas
por los caballos veloces de los mongoles. ¿En qué Andalucía desapareceré, aquí
o allí? Sabré que he perecido y que aquí he dejado
lo mejor de mí: mi pasado. No tengo más que mi guitarra.
Sé una cuerda para mi guitarra, agua. Los conquistadores han partido
y han llegado los conquistadores.


Halcón Sacre...



Mahmoud Darwish

Traducción del árabe: María Luisa Prieto