martes, septiembre 12, 2017

The Albatross


Often, to amuse themselves, the men of a crew
Catch albatrosses, those vast sea birds
That indolently follow a ship
As it glides over the deep, briny sea.

Scarcely have they placed them on the deck
Than these kings of the sky, clumsy, ashamed,
Pathetically let their great white wings
Drag beside them like oars.

That winged voyager, how weak and gauche he is,
So beautiful before, now comic and ugly!
One man worries his beak with a stubby clay pipe;
Another limps, mimics the cripple who once flew!

The poet resembles this prince of cloud and sky
Who frequents the tempest and laughs at the bowman;
When exiled on the earth, the butt of hoots and jeers,
His giant wings prevent him from walking.






Charles BaudelaireTranslated by William Aggeler



L'Albatros


Souvent, pour s'amuser, les hommes d'équipage
Prennent des albatros, vastes oiseaux des mers,
Qui suivent, indolents compagnons de voyage,
Le navire glissant sur les gouffres amers.

À peine les ont-ils déposés sur les planches,
Que ces rois de l'azur, maladroits et honteux,
Laissent piteusement leurs grandes ailes blanches
Comme des avirons traîner à côté d'eux.

Ce voyageur ailé, comme il est gauche et veule!
Lui, naguère si beau, qu'il est comique et laid!
L'un agace son bec avec un brûle-gueule,
L'autre mime, en boitant, l'infirme qui volait!

Le Poète est semblable au prince des nuées
Qui hante la tempête et se rit de l'archer;
Exilé sur le sol au milieu des huées,
Ses ailes de géant l'empêchent de marcher.







Charles Baudelaire



sábado, septiembre 09, 2017

Eliseo



Vienes de una infancia pura,
dulce y taciturno hermano,
como el pan de la ternura
de tu mano.

Ojos de lejana chispa
y fulgor impenetrable,
aunque nos miren amigos,
suaves hablen

Te ve Domingo fraterno,
te oye el lagarto, una brasa,
y te aman los pinos pobres
de tu casa.

Y quisiéramos seguirte,
por tu suave mundo extraño,
y pedirle a Dios que nada
te haga daño.

Y creemos consolarte
con risas, palabras, telas,
y eres tú quien en silencio,
nos consuelas.





Fina García Marruz



Madrigal De La Muerte


Muy cerca está tu corazón
De encontrar las hojas de otoño
Quizá un tiempo dorado reine
Por los abismos

Tal vez el olvido mortal
Sea el más puro encantamiento
Y aun la rosa impronunciable
Llegue volando

Muy cerca tienes la mirada
Del desvelado para siempre
¿Quién podría cerrar los ojos
En ese cielo?

Tal vez el polvo te transforme
En la luna desconocida
Y alguien se pierda y no regrese
Bajo esa luna








Giovanni Quessep


martes, septiembre 05, 2017

El Olvidado






Ahora tengo sed y mi amante es el agua.
Vengo de lo lejano, de unos ojos oscuros.
Ahora soy del hondo reino de los dormidos;
allí me reconozco, me encuentro con mi alma.

La noche a picotazos roe mi corazón,
y me bebe la sangre el sol de los dormidos;
ando muerto de sed y toco una campana
para llamar el agua delgada que me ama.

Yo soy el olvidado. Quiero un ramo de agua;
quiero una fresca orilla de arena enternecida,
y esperar una flor, de nombre margarita,
para callar con ella apoyada en el pecho.

Nadie podrá quitarme un beso, una mirada.
Ni aun la muerte podrá borrar este perfume.
Voy cubierto de sueños, y esta fosforescencia
que veis es el recuerdo del mar de los dormidos.





Eduardo Carranza



lunes, septiembre 04, 2017

Soy Vertical


Pero mejor sería ser horizontal.
No soy un árbol con mi raíz en el suelo
Absorbiendo minerales y amor maternal
Para cada mayo brillar florecido,
Ni soy la belleza de un jardín de colores espectaculares
Que atrae exclamaciones sobre sí
Sin saber que pronto perderá sus pétalos.
Comparado conmigo, un árbol es inmortal
Y un capullo, no más alto, pero sí más asombroso,
Y de uno quiero su longevidad y del otro su osadía.

Esta noche, a la luz infinitesimal de las estrellas,
Los árboles y flores han estado esparciendo sus frescos olores.
Camino entre ellos, pero ninguno de ellos lo nota.
A veces pienso que cuando duermo
Puedo perfectamente ser su semejante:
Los pensamientos se han atenuado.
Es más natural para mí yacer.
Entonces el cielo y yo estamos en conversación abierta
Y yo podría ser útil cuando me tienda finalmente:
Los árboles podrían tocarme una vez y las flores tendrían tiempo para mí


Los jardines perdidos de Heligan, Inglaterra.



Sylvia Plath

Versión al español de Mauricio Alejandro Moreno


domingo, septiembre 03, 2017

I Am Vertical


But I would rather be horizontal.
I am not a tree with my root in the soil
Sucking up minerals and motherly love
So that each March I may gleam into leaf,
Nor am I the beauty of a garden bed
Attracting my share of Ahs and spectacularly painted,
Unknowing I must soon unpetal.
Compared with me, a tree is immortal
And a flower-head not tall, but more startling,
And I want the one's longevity and the other's daring.

Tonight, in the infinitesimal light of the stars,
The trees and the flowers have been strewing their cool odors.
I walk among them, but none of them are noticing.
Sometimes I think that when I am sleeping
I must most perfectly resemble them --
Thoughts gone dim.
It is more natural to me, lying down.
Then the sky and I are in open conversation,
And I shall be useful when I lie down finally:
Then the trees may touch me for once, and the flowers have time for me.




The Lost Gardens of Heligan


Sylvia Plath



jueves, agosto 31, 2017

Venid, amigos, a la fiesta mía...


Venid, amigos, a la fiesta mía,
a donde el campo grava el sol de rojo,
campo mi sangre en que mi vida acojo,
árbol mi sangre en que se encarna el día.

Pues mi casa renace en alegría
y el diario pan su eterno sol ofrece,
criaturas de mi sueño que os merece,
venid, amigos, a la fiesta mía.

Veréis que entera os doy la antigua tarde,
el camino y el árbol, la palabra
querida que dijimos ya muy tarde.

Pues cuando el pecho mi vigilia abra,
vendréis donde mi pan, donde mi vino arde,
al abrigado amor de mi palabra.





Eliseo Diego


miércoles, agosto 30, 2017

Divagación


Si yo no hubiera sido....
¿qué sería en mi lugar?

¿Más lirios o más rosas?
0 chorros de agua
o gris de serranía
o pedazos de niebla
o mudas rocas...

De alguna de esas cosas, la más fría
me viene al corazón que las añora.
Si yo no hubiera sido,
el alma mía repartida
pondría en cada cosa una chispa de amor...

Nubes habría
más que otras nubes lentas...
(¡la nube que podría haber sido!...)
¿En el sitio, en la hora de qué árbol estoy,
de qué armonía más asequible y útil?

Esta sombra tan lejana parece que no es mía.
Me siento extraída en mi ropaje
y rota en las aguas,
en la monotonía del viento sobre el mar,
en la paz honda del campo,
en el sopor del mediodía!...

¡Quién me volviera a la raíz remota
sin luz, sin fin, sin término y sin vía!



Menoside: Ether



Dulce María Loynaz

Días y noches te he buscado...


Días y noches te he buscado
Sin encontrar el sitio en donde cantas
Te he buscado por el tiempo arriba y por el río abajo
Te has perdido entre las lágrimas

Noches y noches te he buscado
Sin encontrar el sitio en donde lloras
Porque yo sé que estás llorando
Me basta con mirarme en un espejo
Para saber que estás llorando y me has llorado

Sólo tú salvas el llanto
Y de mendigo oscuro
Lo haces rey coronado por tu mano






Vicente Huidobro


martes, agosto 29, 2017

Sé Todos Los Cuentos


Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
Que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan
con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre...
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos...
y sé todos los cuentos.






León Felipe


¡Qué Lástima!



Para Alberto López Arguello





¡Qué lástima!
Que yo no pueda cantar a la usanza de este tiempo
lo mismo que los poetas que hoy cantan!

¡Qué lástima que yo no pueda entonar
con una voz engolada esas brillantes romanzas
a las glorias de la patria!
¡Qué lástima que yo no tenga una patria!

Sé que la historia es la misma,
la misma siempre, que pasa
desde una tierra a otra tierra,
desde una raza a otra raza,
como pasan esas tormentas de estío
desde ésta a aquella comarca.

¡Qué lástima que yo no tenga comarca,
patria chica, tierra provinciana!
Debí nacer en la entraña en la estepa castellana

Y fui a nacer en un pueblo del que no recuerdo nada:
pasé los días azules de mi infancia en Salamanca,
y mi juventud, una juventud sombría, en la montaña.
Después... ya no he vuelto a echar el ancla
y ninguna de estas tierras me levanta ni me exalta
para poder cantar siempre en la misma tonada
al mismo río que pasa rodando las mismas aguas,
al mismo cielo, al mismo campo y en la misma casa.

¡Qué lástima que yo no tenga una casa!
Una casa solariega y blasonada,
una casa en que guardara,
a más de otras cosas raras,
un sillón viejo de cuero, una mesa apolillada
y el retrato de un mi abuelo
que ganara una batalla.
¡Qué lástima que yo no tenga un abuelo
que ganara una batalla, retratado
con una mano cruzada en el pecho,
y la otra mano en el puño de la espada!

¡Qué lástima que yo no tenga siquiera una espada!
Porque... ¿qué voy a cantar
si no tengo ni una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo
que ganara una batalla,
ni un sillón viejo de cuero,
ni una mesa, ni una espada?

¡Qué voy a cantar si soy
un paria que apenas tiene una capa!
Sin embargo... en esta tierra de España
y en un pueblo de la Alcarria
hay una casa en la que estoy de posada
y donde tengo, prestadas,
una mesa de pino y una silla de paja.
Un libro tengo también.
Y todo mi ajuar se halla en una sala muy amplia
y muy blanca que está en la parte más baja
y más fresca de la casa. Tiene una luz muy clara
esta sala tan amplia y tan blanca...

Una luz muy clara que entra por una ventana
que da a una calle muy ancha.
Y a la luz de esta ventana vengo todas las mañanas.
Aquí me siento sobre mi silla de paja
y venzo las horas largas leyendo en mi libro y viendo
cómo pasa la gente al través de la ventana.

Cosas de poca importancia
parecen un libro y el cristal de una ventana
en un pueblo de la Alcarria,
y, sin embargo, le basta
para sentir todo el ritmo de la vida a mi alma.
Que todo el ritmo del mundo por estos cristales pasa
ese pastor que va detrás de las cabras
con una enorme cayada,
esa mujer agobiada
con una carga de leña en la espalda,
esos mendigos que vienen
arrastrando sus miserias de Pastrana,
y esa niña que va a la escuela de tan mala gana.

¡Oh, esa niña! Hace un alto en mi ventana siempre,
y se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
¡Qué gracia tiene su cara en el cristal aplastada
con la barbilla sumida y la naricilla chata!
Yo me río mucho mirándola
y la digo que es una niña muy guapa...
Ella entonces me llama ¡tonto!, y se marcha.
¡Pobre niña! Ya no pasa por esta calle tan ancha
caminando hacia la escuela de mala gana,
ni se para en mi ventana,
ni se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
Que un día se puso mala, muy mala,
y otro día doblaron por ella a muerto las campanas.

Y en una tarde muy clara, por esta calle tan ancha,
al través de la ventana, vi cómo se la llevaban
en una caja muy blanca... En una caja muy blanca
que tenía un cristalito en la tapa.
Por aquel cristal se la veía la cara
lo mismo que cuando estaba
pegadita al cristal de mi ventana...
Al cristal de esta ventana
que ahora me recuerda siempre
el cristalito de aquella caja tan blanca.
Todo el ritmo de la vida pasa
por este cristal de mi ventana...
Y la muerte también pasa...

¡Qué lástima!
Que no pudiendo cantar otras hazañas,
porque no tengo una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo
que ganara una batalla,
ni un sillón viejo de cuero,
ni una mesa, ni una espada,
y soy un paria que apenas tiene una capa...
venga forzado a cantar, cosas de poca importancia!




¡Qué Lástima! & León Felipe & Pabellón de Palabras & Yaman Ibrahim

Por: Yaman Ibrahim





León Felipe


lunes, agosto 28, 2017

Encuentro Un Memorial En Mis Costillas


Te parieron de golpe.
Con árboles y todo te parieron.
Con tus fechas amargas,
con tus dientes futuros,
con tu manera de aguantar un susto,
de clavar una viga,
de decir “buenas tardes noche mía”.
Todo eso te lo dieron, te lo hicieron,
te lo fueron poniendo desde siempre.
Para ti se arrastraron.
Por ti fueron canales y aguacero.
Para ti se enfermaron
y tragaron jarabes
y compraron camisas y letreros.
Por eso que ahora dices y suspiras
y pudres en tus sienes
te vinieron pasando por sus venas,
fluyendo en sus orines,
volviéndote dolor en sus espaldas,
navegando de vientre a corazón,
de gestos reverentes a pedidos.
Se abrieron un buen día
dos piernas ante ti como dos puertas.
Te mostraron el mundo,
sus maderas,
el polvo que deshace y que levanta.
Sin decir lo dijeron, te dijeron:
aquí tienes tu manera de ser,
tus palabras dormidas,
lo que viene de atrás y te llevamos,
lo que de ti pesaba demasiado,
lo que sobra en nosotros y te falta.
Vive con todo eso.
Acumula sustancias y latidos.
Camina un poco tú,
usa tu sombra,
tu peso celular,
tu desconcierto de mirar los jazmines y los niños.
No preguntes por nada,
sigue siendo,
sigue aguantando, sigue respirando.
No preguntes por nada.
Te basta con estar y ser un ruido,
con llevar lo que llevas,
con ser un maxilar bajo un sombrero
o un seno sobre un hijo.
Ahora tienes el mundo y un camino.
¡Tanto comer, tanto gastar espasmo,
tanto parir para un sendero sólo!,
para que tú camines,
para que tengas dedos y botones,
para que puedas nivelar un bulto,
asomarte a un balcón
y ver dos ojos que te buscan y piden,
que te llaman,
que suplican un viaje y un camino
con una boca oscura y una risa
que ha de estallar furiosa en otros dientes.





Marietjie Henning: Gogo And The Ancestors 

Héctor Rojas Herazo



domingo, agosto 27, 2017

Desenlace


Yo vivo solo
al borde del agua sin esposa ni hijos.
He girado en torno a muchas posibilidades
para llegar a lo siguiente:

una pequeña casa a la orilla de un agua gris,
con las ventanas siempre abiertas
hacia el mar añejo. No elegimos estas cosas.

Mas somos lo que hemos hecho.
Sufrimos, los años pasan,
dejamos caer el peso pero no nuestra necesidad

de cargar con algo. El amor es una piedra
que se asentó en el fondo del mar
bajo el agua gris. Ahora, ya no le pido nada a

la poesía sino buenos sentimientos,
ni misericordia, ni fama, ni Curación. Mujer silenciosa,
podemos sentarnos a mirar las aguas grises,

y en una vida inmaculada
por la mediocridad y la basura
vivir al modo de las rocas.

Voy a olvidar la sensibilidad,
olvidaré mi talento. Eso será más grande
y más difícil que lo que pasa por ser la vida.







Derek Walcott




Winding Up


I live on the water,
alone. Without wife and children,
I have circled every possibility
to come to this:

a low house by grey water,
with windows always open
to the stale sea. We do not choose such things,

but we are what we have made.
We suffer, the years pass,
we shed freight but not our need

for encumbrances. Love is a stone
that settled on the sea-bed
under grey water. Now, I require nothing

from poetry but true feeling,
no pity, no fame, no healing. Silent wife,
we can sit watching grey water,

and in a life awash
with mediocrity and trash
live rock-like.

I shall unlearn feeling,
unlearn my gift. That is greater
and harder than what passes there for life.







Derek Walcott