sábado, diciembre 02, 2017

The Giving Tree


Once there was a tree....
and she loved a little boy.
And everyday the boy would come
and he would gather her leaves
and make them into crowns
and play king of the forest.
He would climb up her trunk
and swing from her branches
and eat apples.
And they would play hide-and-go-seek.
And when he was tired,
he would sleep in her shade.
And the boy loved the tree....
very much.
And the tree was happy.
But time went by.
And the boy grew older.
And the tree was often alone.
Then one day the boy came to the tree
and the tree said, 'Come, Boy, come and
climb up my trunk and swing from my
branches and eat apples and play in my
shade and be happy.'
'I am too big to climb and play' said
the boy.
'I want to buy things and have fun.
I want some money?'
'I'm sorry,' said the tree, 'but I
have no money.
I have only leaves and apples.
Take my apples, Boy, and sell them in
the city. Then you will have money and
you will be happy.'
And so the boy climbed up the
tree and gathered her apples
and carried them away.
And the tree was happy.
But the boy stayed away for a long time....
and the tree was sad.
And then one day the boy came back
and the tree shook with joy
and she said, 'Come, Boy, climb up my trunk
and swing from my branches and be happy.'
'I am too busy to climb trees,' said the boy.
'I want a house to keep me warm,' he said.
'I want a wife and I want children,
and so I need a house.
Can you give me a house?'
' I have no house,' said the tree.
'The forest is my house,
but you may cut off
my branches and build a
house. Then you will be happy.'

And so the boy cut off her branches
and carried them away
to build his house.
And the tree was happy.
But the boy stayed away for a long time.
And when he came back,
the tree was so happy
she could hardly speak.
'Come, Boy,' she whispered,
'come and play.'
'I am too old and sad to play,'
said the boy.
'I want a boat that will
take me far away from here.
Can you give me a boat?'
'Cut down my trunk
and make a boat,' said the tree.
'Then you can sail away...
and be happy.'
And so the boy cut down her trunk
and made a boat and sailed away.
And the tree was happy
... but not really.

And after a long time
the boy came back again.
'I am sorry, Boy,'
said the tree,' but I have nothing
left to give you -
My apples are gone.'
'My teeth are too weak
for apples,' said the boy.
'My branches are gone,'
said the tree. ' You
cannot swing on them - '
'I am too old to swing
on branches,' said the boy.
'My trunk is gone, ' said the tree.
'You cannot climb - '
'I am too tired to climb' said the boy.
'I am sorry,' sighed the tree.
'I wish that I could give you something....
but I have nothing left.
I am just an old stump.
I am sorry....'
'I don't need very much now,' said the boy.
'just a quiet place to sit and rest.
I am very tired.'
'Well,' said the tree, straightening
herself up as much as she could,
'well, an old stump is good for sitting and resting
Come, Boy, sit down. Sit down and rest.'
And the boy did.
And the tree was happy. 











Shel Silverstein




Poder Da Criação


Não, ninguém faz samba só porque prefere
Força nenhuma no mundo interfere
Sobre o poder da criação
Não, não precisa se estar nem feliz nem aflito
Nem se refugiar em lugar mais bonito
Em busca da inspiração

Não, ela é uma luz que chega de repente
Com a rapidez de uma estrela cadente
E acende a mente e o coração
É, faz pensar
Que existe uma força maior que nos guia
Que está no ar
Vem no meio da noite ou no claro do dia
Chega a nos angustiar
E o poeta se deixa levar por essa magia
E um verso vem vindo e vem vindo uma melodia
E o povo começa a cantar!








Paulo Cesar Pinheiro





lunes, noviembre 13, 2017

Sobre El Derecho A Enloquecer



Decía Pessoa que enloquecer es un derecho natural.
Lo que no me parece natural es que el que enloquezca
por derecho propio no llegue a estar consciente
de su locura que pueda uso de tal derecho para
recobrar la razón.

Por eso, debemos estar siempre listos para enloquecer.
Eso garantiza que la locura no nos coja por sorpresa
ni se convierta en decepción para todos
los que esperaban de ti una cordura
larga y bien remunerada.
Y a tiempo completo.



Extraccion de la piedra de la locura, Bosco



Juan Calzadilla





Derecho A Réplica


Cuando la naturaleza respeta tu vida
Y te salva por un tris en el momento
En que estás a punto de perecer
Es porque ya se la habrá arrebatado a otro.
La naturaleza no suelta prendas.
Pero cuando es a ti a quien, en una segunda vuelta,
La arrebata, es porque sabe que
No tienes derecho a réplica.
Ni más alternativa.




Juan Calzadilla

domingo, noviembre 12, 2017

Sé Una Cuerda Para Mi Guitarra, Agua


Sé una cuerda para mi guitarra, agua. Los conquistadores han llegado
y los antiguos conquistadores han pasado. Es difícil que recuerde mi cara
en los espejos. Sé mi memoria y veré lo que he perdido.
¿Quién soy después de este éxodo? Tengo una roca
a mi nombre sobre las llanuras que se asoma al pasado
concluido. Siete siglos me acompañan detrás de las murallas de la ciudad.
En vano se redondea el tiempo para que yo salve mi pasado de un instante
que alumbra ahora la historia de mi exilio en mí y en los otros.
Sé una cuerda para mi guitarra, agua. Los conquistadores han llegado
y los antiguos conquistadores han pasado hacia el Sur, pueblos que restauran sus días
en el montón del cambio. Yo sé quién era ayer. ¿Qué seré
mañana bajo las banderas atlánticas de Colón? Sé una cuerda,
sé una cuerda para mi guitarra, agua. No hay Egipto en Egipto. No hay
Fez en Fez y Damasco se aleja. No hay sacre
en la bandera de mi gente, no hay río al este de las palmeras asediadas
por los caballos veloces de los mongoles. ¿En qué Andalucía desapareceré, aquí
o allí? Sabré que he perecido y que aquí he dejado
lo mejor de mí: mi pasado. No tengo más que mi guitarra.
Sé una cuerda para mi guitarra, agua. Los conquistadores han partido
y han llegado los conquistadores.


Halcón Sacre...



Mahmoud Darwish

Traducción del árabe: María Luisa Prieto


sábado, noviembre 11, 2017

1964


I


Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,


cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente

para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.


II


Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta

y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna

y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo que me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.





Jorge Luis Borges




Arte Poética


Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.

Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.

Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor y un símbolo,

ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.

A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.

Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
lloró de amor al divisar su Itaca
verde y humilde. El arte es esa Itaca
de verde eternidad, no de prodigios.

También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.






Jorge Luis Borges




Quedarme Con Tu Azúcar


A Celia Cruz




Ilustración de Ivar Da Coll




Vivirá tu risa estruendosa en mi memoria.

El sabor de tu azúcar en mi rumba.
La guaracha sonora y el bolero
y tu voz de alondra consentida,
impregnada en los cinco continentes
y en todos los rincones de la tierra.

Vengo de todos los lugares.
Vi tu canto rondando el universo,
esparciendo las notas en la lluvia
y llenando de son los arrecifes.

Vengo del mar y encontré en las olas
el ritmo cadencioso de tu azúcar,
el melao de caña y el guarapo,
el eco del batá en los esteros,
el bembé, el omelenko, el son montuno,
la guaracha en las guitarras campesinas,
rock and roll, la guajira, el merengue
y la rumba en noches litoralinas.
Sé que estás y estarás en las llanuras,
en las aguas, en las selvas, en las pampas,
en el fuego del Sahara, en el frío de la Antártida,
en las montañas de América y en los reinos africanos.

Yemayá te llama y tú te marchas.
Te vas a cantar con los orichas,
pero quedas para siempre en mi memoria,
porque el mundo está melao de tu ¡azúcar!


María Elcina Valencia


martes, noviembre 07, 2017

Piececitos


Piececitos de niño,
azulosos de frío,
¡cómo os ven y no os cubren,
Dios mío!

¡Piececitos heridos
por los guijarros todos,
ultrajados de nieves
y lodos!

El hombre ciego ignora
que por donde pasáis,
una flor de luz viva
dejáis;

que allí donde ponéis
la plantita sangrante,
el nardo nace más
fragante.

Sed, puesto que marcháis
por los caminos rectos,
heroicos como sois
perfectos.

Piececitos de niño,
dos joyitas sufrientes,
¡cómo pasan sin veros
las gentes!




Por: Mario Alberto Vazquez 


Gabriela Mistral



Canción Amarga


|Ay! ¡Juguemos, hijo mío,
a la reina con el rey!

Este verde campo es tuyo.
¿De quién más podría ser?
Las oleadas de la alfalfa
para ti se han de mecer.

Este valle es todo tuyo.
¿De quién más podría ser?
Para que los disfrutemos
los pomares se hacen miel.

(¡Ay! ¡No es cierto que tiritas
como el Niño de Belén
y que el seno de tu madre
se secó de padecer!)

El cordero está espesando
el vellón que he de tejer.
Y son tuyas las majadas,
¿De quién más podrían ser?

Y la leche del establo
que en la ubre ha de correr,
y el manojo de las mieses
¿de quién más podrían ser?

(¡Ay! ¡No es cierto que tiritas
como el Niño de Belén
y que el seno de tu madre
se secó de padecer!)

¡Sí! ¡Juguemos, hijo mío,
a la reina con el rey!







Gabriela Mistral




viernes, noviembre 03, 2017

Os Ombros Suportam O Mundo


Chega um tempo em que não se diz mais: meu Deus.
Tempo de absoluta depuração.
Tempo em que não se diz mais: meu amor.
Porque o amor resultou inútil.
E os olhos não choram.
E as mãos tecem apenas o rude trabalho.
E o coração está seco.


Em vão mulheres batem à porta, não abrirás.
Ficaste sozinho, a luz apagou-se,
mas na sombra teus olhos resplandecem enormes.
És todo certeza, já não sabes sofrer.
E nada esperas de teus amigos.


Pouco importa venha a velhice, que é a velhice?
Teus ombros suportam o mundo
e ele não pesa mais que a mão de uma criança.
As guerras, as fomes, as discussões dentro dos edifícios
provam apenas que a vida prossegue
e nem todos se libertaram ainda.
Alguns, achando bárbaro o espetáculo,
prefeririam (os delicados) morrer.
Chegou um tempo em que não adianta morrer.
Chegou um tempo em que a vida é uma ordem.
A vida apenas, sem mistificação.






Carlos Drummond de Andrade



martes, octubre 31, 2017

Las Manos

Dos especies de manos se enfrentan en la vida,
brotan del corazón, irrumpen por los brazos,
saltan, y desembocan sobre la luz herida
a golpes, a zarpazos.

La mano es la herramienta del alma, su mensaje,
y el cuerpo tiene en ella su rama combatiente.
Alzad, moved las manos en un gran oleaje,
hombres de mi simiente.

Ante la aurora veo surgir las manos puras
de los trabajadores terrestres y marinos,
como una primavera de alegres dentaduras,
de dedos matutinos.

Endurecidamente pobladas de sudores,
retumbantes las venas desde las uñas rotas,
constelan los espacios de andamios y clamores,
relámpagos y gotas.

Conducen herrerías, azadas y telares,
muerden metales, montes, raptan hachas, encinas,
y construyen, si quieren, hasta en los mismos mares
fábricas, pueblos, minas.

Estas sonoras manos oscuras y lucientes
las reviste una piel de invencible corteza,
y son inagotables y generosas fuentes
de vida y de riqueza.

Como si con los astros el polvo peleara,
como si los planetas lucharan con gusanos,
la especie de las manos trabajadora y clara
lucha con otras manos.

Feroces y reunidas en un bando sangriento
avanzan al hundirse los cielos vespertinos
unas manos de hueso lívido y avariento,
paisaje de asesinos.

No han sonado: no cantan. Sus dedos vagan roncos,
mudamente aletean, se ciernen, se propagan.
Ni tejieron la pana, ni mecieron los troncos,
y blandas de ocio vagan.

Empuñan crucifijos y acaparan tesoros
que a nadie corresponden sino a quien los labora,
y sus mudos crepúsculos absorben los sonoros
caudales de la aurora.

Orgullo de puñales, arma de bombardeos
con un cáliz, un crimen y un muerto en cada uña:
ejecutoras pálidas de los negros deseos
que la avaricia empuña.

¿Quién lavará estas manos fangosas que se extienden
al agua y la deshonran, enrojecen y estragan?
Nadie lavará manos que en el puñal se encienden
y en el amor se apagan.

Las laboriosas manos de los trabajadores
caerán sobre vosotras con dientes y cuchillas.
Y las verán cortadas tantos explotadores
en sus mismas rodillas.




Miguel Hernández & Pabellón de Palabras & Las Manos



Miguel Hernández


sábado, octubre 28, 2017

The Hollow Men



Mistah Kurtz -- he dead.


A penny for the Old Guy




I


We are the hollow men
We are the stuffed men
Leaning together
Headpiece filled with straw. Alas!
Our dried voices, when
We whisper together
Are quiet and meaningless
As wind in dry grass
Or rats' feet over broken glass
In our dry cellar

Shape without form, shade without colour,
Paralysed force, gesture without motion;

Those who have crossed
With direct eyes, to death's other Kingdom
Remember us -- if at all -- not as lost
Violent souls, but only
As the hollow men
The stuffed men.


II


Eyes I dare not meet in dreams
In death's dream kingdom
These do not appear:
There, the eyes are
Sunlight on a broken column
There, is a tree swinging
And voices are
In the wind's singing
More distant and more solemn
Than a fading star.

Let me be no nearer
In death's dream kingdom
Let me also wear
Such deliberate disguises
Rat's coat, crowskin, crossed staves
In a field
Behaving as the wind behaves
No nearer --

Not that final meeting
In the twilight kingdom


III


This is the dead land
This is cactus land
Here the stone images
Are raised, here they receive
The supplication of a dead man's hand
Under the twinkle of a fading star.

Is it like this
In death's other kingdom
Waking alone
At the hour when we are
Trembling with tenderness
Lips that would kiss
Form prayers to broken stone.


IV


The eyes are not here
There are no eyes here
In this valley of dying stars
In this hollow valley
This broken jaw of our lost kingdoms

In this last of meeting places
We grope together
And avoid speech
Gathered on this beach of the tumid river

Sightless, unless
The eyes reappear
As the perpetual star
Multifoliate rose
Of death's twilight kingdom
The hope only
Of empty men.


V


Here we go round the prickly pear
Prickly pear prickly pear
Here we go round the prickly pear
At five o'clock in the morning.

Between the idea
And the reality
Between the motion
And the act
Falls the Shadow

For Thine is the Kingdom

Between the conception
And the creation
Between the emotion
And the response
Falls the Shadow


Life is very long

Between the desire
And the spasm
Between the potency
And the existence
Between the essence
And the descent
Falls the Shadow

For Thine is the Kingdom


For Thine is
Life is
For Thine is the

This is the way the world ends
This is the way the world ends
This is the way the world ends
Not with a bang but a whimper.




We are the hollow men, by AlecZed


Thomas Stearns Eliot

miércoles, octubre 25, 2017

El Hambre



I



Tened presente el hambre: recordad su pasado

turbio de capataces que pagaban en plomo.
Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,
con yugos en el alma, con golpes en el lomo.

El hambre paseaba sus vacas exprimidas,
sus mujeres resecas, sus devoradas ubres,
sus ávidas quijadas, sus miserables vidas
frente a los comedores y los cuerpos salubres.

Los años de abundancia, la saciedad, la hartura,
eran sólo de aquellos que se llamaban amos.
Para que venga el pan justo a la dentadura
del hambre de los pobres aquí estoy, aquí estamos.

Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,
los que entienden la vida por un botín sangriento:
como los tiburones, voracidad y diente,
panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.

Años del hambre han sido para el pobre sus años.
Sumaban para el otro su cantidad los panes.
Y el hambre alobadaba sus rapaces rebaños
de cuervos, de tenazas, de lobos, de alacranes.

Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas,
cicatrices y heridas; señales y recuerdos
del hambre, contra tantas barrigas satisfechas:
cerdos con un origen peor que el de los cerdos.

Por haber engordado tan baja y brutalmente,
más abajo de donde los cerdos se solazan,
seréis atravesados por esta gran corriente
de espigas que llamean, de puños que amenazan.

No habéis querido oír con orejas abiertas
el llanto de millones de niños jornaleros.
Ladrábais cuando el hambre llegaba a vuestras puertas
a pedir con la boca de los mismos luceros.

En cada casa, un odio como una higuera fosca,
como un tremante toro con los cuernos tremantes,
rompe por los tejados, os cerca y os embosca,
y os destruye a cornadas, perros agonizantes.




II




El hambre es el primero de los conocimientos:
tener hambre es la cosa primera que se aprende.
Y la ferocidad de nuestros sentimientos,
allá donde el estómago se origina, se enciende.

Uno no es tan humano que no estrangule un día
pájaros sin sentir herida en la conciencia:
que no sea capaz de ahogar en nieve fría
palomas que no saben si no es de la inocencia.

El animal influye sobre mí con extremo,
la fiera late en todas mis fuerzas, mis pasiones.
A veces, he de hacer un esfuerzo supremo
para acallar en mí la voz de los leones.

Me enorgullece el título de animal en mi vida,
pero en el animal humano persevero.
Y busco por mi cuerpo lo más puro que anida,
bajo tanta maleza, con su valor primero.

Por hambre vuelve el hombre sobre los laberintos
donde la vida habita siniestramente sola.
Reaparece la fiera, recobra sus instintos,
sus patas erizadas, sus rencores, su cola.

Arroja sus estudios y la sabiduría,
y se quita la máscara, la piel de la cultura,
los ojos de la ciencia, la corteza tardía
de los conocimientos que descubre y procura.

Entonces solo sabe del mal, del exterminio.
Inventa gases, lanza motivos destructores,
regresa a la pezuña, retrocede al dominio
del colmillo, y avanza sobre los comedores.

Se ejercita en la bestia, y empuña la cuchara
dispuesto a que ninguno se le acerque a la mesa.
Entonces sólo veo sobre el mundo una piara
de tigres, y en mis ojos la visión duele y pesa.

Yo no tengo en el alma tanto tigre admitido,
tanto chacal prohijado, que el vino que me toca,
el pan, el día, el hambre no tenga compartido
con otras hambres puestas noblemente en la boca.

Ayudadme a ser hombre: no me dejéis ser fiera
hambrienta, encarnizada, sitiada eternamente.
Yo, animal familiar, con esta sangre obrera
os doy la humanidad que mi canción presiente.













Miguel Hernández & Pabellón de Palabras & El Hambre
Ilustración:  Turcios











Miguel Hernández



lunes, octubre 23, 2017

Anguish


Nature, nothing in you moves me, not the fruitful
Fields, not the roseate echo of the pastorales
Of Sicily, not the grandeur of the dawns,
Not the solemn ruefulness of sunsets.

I laugh at Art, I laugh at Man too, and at songs,
At verse, at Greek temples and the spiraled towers
Cathedrals spread across the empty sky,
And I see good men and evil with identical eye.

I do not believe in God, I deny and abjure
All thought, and as for Love, that old
Irony, would I might hear of it no more.

Weary of living, fearing to die, like
A lost barque a plaything of the tides,
My soul to dread disaster seems to ride.



Edvard Munch: The Scream






Paul Verlaine

Translated by Kate Flores