Éramos una máscara, con los calzones de
Inglaterra, el chaleco parisiense, el chaquetón
de Norteamérica y la montera de España.
Martí
y sin embargo
el ataúd de pino fue importado de Ohio;
lo enterraron al borde de una mina de hierro y sin embargo
los clavos de su ataúd y el hierro de la pala fueron importados de Pittsburg;
lo enterraron junto al mejor pasto de ovejas del mundo y sin embargo
las lanas de los festones del atúd eran de California.
Lo enterraron con un traje de New York,
un par de zapatos de Boston,
una camisa de Cincinatti
y unos calcetines de Chicago.
Guatemala no facilitó nada al funeral, excepto el cadáver.