Contra ti alzan un muro
en silencio, piedra y cal piedra y odio,
cada día desde zonas más elevadas
bajan la plomada. Los albañiles
son todos iguales, pequeños, oscuros
de rostro, maliciosos. En el muro
apuntan juicios sobre los deberes
del mundo, y si la lluvia los borra
los reescriben, con trazos
aún más amplios. De vez en cuando alguno cae
de los andamios y enseguida otro
corre a ocupar su puesto. No visten monos
azules y hablan en una jerga alusiva.
Alto es el muro de roca,
en los huecos de las vigas ahora se deslizan
reptiles y alacranes, cuelgan hierbajos negros.
La oscura defensa vertical evita
desde un solo horizonte los meridianos
de la tierra, y el cielo no cubre.
Al otro lado de este reparo
tú no pides gracia ni confusión.