martes, julio 30, 2013

La nada...


La nada es ausencia de existencia, no es. Y así como el silencio afina la voz y la llena de matices, el palpitar de la nada nutre la voracidad de la tierra y de sus organismos.

Última esperanza en el exilio, tiene ahora más plegarias que salmos la Biblia, sutras el Dharma* y poetas el planeta.

Me cuento entre los exiliados, desde el principio mamé de la espera. Alguna que otra vez deliro con paraísos, dulce cicuta, para volver a sentir el encierro en esta piel. Entonces ensalzo el vacío con las pausas que he ahorrado, con la agonía compongo cánticos. De mi madre heredé las estaciones, hecho que acentúa mi mutación. Soy un experimento en el cual las dosis de paciencia son sucedáneas de una intuición fluctuante como la luna.

La nada es el telón de fondo del escenario donde los cerdos engordan su muerte. Ya la ciencia lo dice: todo es espacio y el espacio es vacío; si se eliminara la distancia entre núcleo y electrones, la Tierra, la Vía Láctea, la galaxia, serían empuñadas en las manos del avaro y del pordiosero, listas para la prestidigitación.

Los agujeros, puentes que atraviesan la nada, acechan: poesía vuelta ciencia; ciencia, poesía; partículas que aparecen y desaparecen omitiendo espacio y tiempo…

Una semilla es mi trinchera. Su concentración, su compresión, intimida universos. 





Mauricio Alejandro Moreno & Pabellón de Palabras & La nada...




Mauricio Alejandro Moreno


sábado, julio 27, 2013

Así Soy





Tengo la felicidad, tengo para los demás
tambores para las fiestas, vamos a celebrar.


Tambo, tambo pa la fiesta
ahora estamos celebrando
como me siento contento
yo me amanezco cantando, mira y te digo

Hermano quiero hablar de tantas cosas
que se desbordan por mi corazón,
mi fe se siente renacida
vivo trabajando, con mi voz cantando

Hay flores en mi pecho y en el suelo espinas
quién puede creer que de mis heridas
Yo voy haciendo un nuevo hombre
que pueda sonreír, amar la vida.

Larilalao lololele lala, laralala lala lala.

Hermano llevo mi alma al descubierto
como las aguas que buscan el mar
aunque hayan piedras en mi camino
yo sigo caminando que con mi voz cantando
y con la verdad voy comprometido
rumbo a mis cantares, voy haciendo amigos

Con tantas deudas a la vida
cantar es mi deber hasta que muera
y mis penas se transforman lentamente
La sonrisa que hay en mí
son las penas que ahora llevan otro nombre
porque sobre mi dolor he levantado
el amigo que hoy puede buscar en mí.

Pero hay que estar bien preparado
por las cosas de la vida,
aunque hay flores en mi pecho
yo sigo pisando espinas, bendito.

Los golpes que da la vida
son la fuerza de mi canto
y con este canto mío, mi gente,
y sigo ganando y miro pa’ eso

Ya se acabaron las penas,
la cosa no es como antes
el negro se puesto duro mira,
y sigo echando palante, chalé.

Yo se lo dije Pellito,
se lo jure que a Callayo,
que esta noche con mi rumba,
se soltaba, eh, mi caballo.

Canto en día, canto en noche,
canto adentro, canto afuera,
sí, cantar es mi deber
hasta el día en que me muera.

Tengo la felicidad y ya mi rumba sonó
lo que le pido a los rumberos
tambo, tambo, tambo, tambo, tambo, tambo.

Que venga todito el mundo,
que nadie se quede afuera,
que viene con su guitarra mi hermano
José Nogueras con su salsa.

Laralala, lololele lala, larilala, arilala lala.

José Nogueras



*******

Interpretación de Cheo Feliciano:

Así Soy


lunes, julio 15, 2013

Árbol


Es necesario que existan dos simas, cimas
una que penetre
mientras la otra eleva,
una conectada al cuerpo,
la otra al espíritu.

Al igual que la raíz húmeda

empina el jugoso fruto
hundirse hasta la sima
con el placer en el cielo.



Yolima Andrea Zuleta



sábado, julio 13, 2013

Carta A Un Amigo


Querido amigo:

Esta carta no responde tanto al querer transmitirte quien soy, como a esa necesidad de saberlo. Te diré que mi vida toda ha estado enmarcada en los excesos, siempre en contrastes, siempre sujeto a los opuestos, siempre fluctuando. Podría decirte, si es que se puede hablar de sensatez, que ésta no es más que el resultado de la contradicción.

He sido en todo excesivo, siempre apasionado, siempre convencido, siempre ingenuo, y tal vez haya sido ésta la única forma de salir ileso tanto de la luz como de la oscuridad. He corrido todos los riesgos. He asumido también el extravío. He recorrido muchos caminos, todos para liberarme, conocerme.

Hoy, la libertad la respiro sólo cuando me despojo, y de los caminos me quedo con aquel que no conduce a parte alguna.



















Vladimir Montoya Gómez


martes, julio 02, 2013

Una Oración


Mi boca ha pronunciado y pronunciará, miles de veces y en los dos idiomas que me son íntimos, el padre nuestro, pero sólo en parte lo entiendo. Esta mañana, la del día primero de julio de 1969, quiero intentar una oración que sea personal, no heredada. Sé que se trata de una empresa que exige una sinceridad más que humana. Es evidente, en primer término, que me está vedado pedir. Pedir que no anochezcan mis ojos sería una locura; sé de millares de personas que ven y que no son particularmente felices, justas o sabias. El proceso del tiempo es una trama de efectos y de causas, de suerte que pedir cualquier merced, por ínfima que sea, es pedir que se rompa un eslabón de esa trama de hierro, es pedir que ya se haya roto. Nadie merece tal milagro. No puedo suplicar que mis errores me sean perdonados; el perdón es un acto ajeno y solo yo puedo salvarme. El perdón purifica al ofendido, no al ofensor, a quien casi no le concierne. La libertad de mi albedrío es tal vez ilusoria, pero puedo dar o soñar que doy. Puedo dar el coraje, que no tengo; puedo dar la esperanza que no esta en mí; puedo enseñar la voluntad de aprender lo que se apenas o entreveo. Quiero ser recordado menos como poeta que como amigo; que alguien repita una cadencia de Dunbar o de Frost o del hombre que vio en la medianoche el árbol que sangra, la Cruz, y piense que por primera vez la oyó de mis labios. Lo demás no me importa; espero que el olvido no se demore. Desconocemos los designios del universo, pero sabemos que razonar con lucidez y obrar con justicia es ayudar a esos designios, que no nos serán revelados. Quiero morir del todo; quiero morir con este compañero, mi cuerpo.


Jorge Luis Borges