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domingo, diciembre 22, 2024

Ajedrez



El ajedrez ha sido tabla de salvación. Más que la poesía. En los momentos aciagos, cuando no entiendo nada de lo que leo o de lo que pasa, cuando el cielo me ha expulsado de sí, emprendo el camino del escaque lleno todo de inercia. Ahí llegan los rivales. Empiezan a hacer maravillas con las piezas a tal punto que a la próxima partida la concentración está indignada, excitada.





en el ojo que redescubre la luz.



Te asiste incluso la alegría de la derrota digna.



Cuando la palabra te abandona, cuando ya la palma no vigila con el amor de la tierra el destino de los hombres, cuando no pronuncia mantras de puro viento sin blanco, el reducto de 64 escaques está ahí para emplazar el mundo, para incendiar tu sangre.








Chessboard by Martin Rak








Mauricio Alejandro Moreno


miércoles, septiembre 25, 2024

Buscando América



Te estoy buscando América
Y temo no encontrarte
Tus huellas se han perdido
Entre la oscuridad


Te estoy llamando América
Pero no me respondes
Te han desaparecido
Los que temen la verdad


Envueltos entre sombras
Negamos lo que es cierto
Mientras no haya justicia
Jamás tendremos paz


Viviendo dictaduras
Te busco y no te encuentro
Tu torturado cuerpo
No saben dónde está


Si el sueño de uno
Es sueño de todos
Romper la cadena
Y echarnos andar

Tengamos confianza
Pa' lante mi raza
A salvar el tiempo
Por lo que vendrá


Te han secuestrao América
Y amordazao tu boca
Y a nosotros nos toca
Ponerte en libertad


Te estoy llamando América
Nuestro futuro espera
Y antes que se nos muera
Te vamos a encontrar


Te estoy buscando América
Te estoy llamando América
Luchando por la raza
Y nuestra identidad


Te estoy buscando América (esta es mi casa)
Te estoy llamando América
Y vamos a encontrarte
Entre esta oscuridad


Te estoy buscando América
Te estoy llamando América
Te han desaparecido
Los que niegan la verdad


Te estoy buscando América
Te estoy llamando América
Y a nosotros nos toca
Hoy ponerte en libertad
















Rubén Blades






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Enlace a Te Estoy Buscando América en YouTube:

Te Estoy Buscando América









domingo, agosto 04, 2024

Tierra Cansada


 (Romance pequeño) 


La tierra se va cansando,
la rosa no huele a rosa. 
La tierra se va cansando 
de entibiar semillas rotas,
y el cansando de la tierra
sube en la flor que deshoja
el viento... Y allí, en el viento
se queda...


La mariposa
volará toda una tarde
para reunir una gota
de miel...


Ya no son las frutas
tan dulces como eran otras...
Las canas enjutas hacen
azúcar flojo... Y la poca
uva, vino que no alegra...
La rosa no huele a rosa.
La tierra se va cansando
de la raíz a las hojas,
la tierra se va cansando.
(Rosa, rosita de aromas...,
la de la Virgen de Mayo,
la de mi blanca corona...
¿Qué viento la deshojó?)
¡Me duele el alma de sola!...


(La Virgen se quedó arriba
toda cubierta de rosas...)


¡No me esperes si me esperas,
Rosa más linda que todas!...


La tierra se va cansando...
El corazón quiere sombra...


















Dulce María Loynaz



jueves, agosto 01, 2024

Ahora Hablo De Gaitas



Gaitas lejanas la noche
nos ha metido en el alma.
¿Vienen sus voces de adentro
o de allá de la distancia?



—De adentro y de la distancia,
¡porque aquí entre nosotros
cada cual lleva su gaita
en los repliegues del alma!


—Compadre José Morillo,
no toque más su guitarra:
¡oigamos mejor las gaitas
que nos cuentan su nostalgia!


—¡Llenen mi copa de ron,
de ron blanco como el agua!
¡Yo quiero sentir lo mismo
que sintieron mis abuelos
cuando escuchaban las gaitas,
colmando sus noches hondas
con aguardiente de caña!


—En este camino largo,
lleno de sombra y distancia,
sobre la tierra sentado
voy a escuchar mi gaita.


—Y aquellos que no comprenden
la voz que suena en sus almas
y apagan sus propios ecos
con las músicas extrañas,
que se sienten en la tierra
para que escuchen lo dulce
que han de sonar sus gaitas.


Cuando la estrella del alba
nos venga a bañar el rostro
y ya nos inunde a todos
fresca luz de la mañana,
compadre José Morillo:
¡entonces serán más puras
las voces de nuestras gaitas!

















Jorge Artel


miércoles, julio 31, 2024

Admonición A Los Impertinentes



Yo deseo estar solo. Non curo de compaña.
Quiero catar silencio. Non me peta mormurio
ninguno a la mi vera. Si la voz soterraña
de la canción adviene, que advenga con sordina:
si es la canción ruidosa, con mi mudez la injurio;
si trae mucha música, que en el Hades se taña
o en cualquiera región al negro Hades vecina...
Ruido: ¡Callad! Pregón de aciago augurio!
Yo deseo estar solo. Non curo de compaña.
Quiero catar silencio, mi sóla golosina.


Como yo soy el Solitario,
como yo soy el Taciturno,
dejadme solo.


Como yo soy el Hosco, el Arbitrario,
como soy el Lucífugo, el Nocturno,
dejadme solo.


Mi sandalia (o mi abarca o mi coturno)
no los piséis, tumulto tumultuario,
dejadme solo.


Judeo, quechua, orangutánida, ario,
—como soy de la estirpe de Saturno—
dejadme solo.


Decanto en mi rincón mínimo canto,
silencioso; alquimista soy señero,
juglar oculto, absconto fabulante.
Dejadme solo.


Buen catador (soto mísero manto)
Buen tañedor (sin Amati o Guarniero)
Alto cantor (aunque bajo cantante)
Dejadme solo.


Dejadme solo. Non quiero compaña.
Dejadme esquivo. Non gusto coreo.
Non paventad: non presumo de Orfeo
desasnador de cerril alimaña.


Dejadme solo soplando mi caña
silvestre. Non pétame pueril ronroneo.
Non son adamado. Non son sigisbeo.
Son áspero, másculo. Son rudo, sin plaña.


Sin queja. Más mudo que Beethoven sordo.
Sin laude. Más zurdo que Cervantes manco.
Sin pathos. Más seco que no Falstaff gordo.
Solitario. Adusto. Voy único a bordo.
Espíritu en negro. Corazón en blanco.


Y esquivo dejadme. Soy notas-arranco
de mi clavecino. Soy fábulas-bordo
sobre el cañamazo de mi pentacordo.
Soy facecias-urdo. Por dentro me estanco.
Dejadme señero: jamás me desbordo.


Como yo soy el Solitario,
como yo soy el Taciturno,
como yo soy el Hosco, el Arbitrario,
como soy el Lucífugo, el Nocturno,
dejadme solo.


Como soy Leo Atrabiliario,
como soy Sergio el Estepario,
como soy Proclo Extravagario,
como ya tengo el Cuervo y el Vulturno
de los acerbos choznos de Saturno,
dejadme solo.


Dejadme solo. Non quiero compaña.
Dejadme esquivo. Non gusto coreo.
Non paventad. Non presumo de Orfeo
desasnador de cerril alimaña.


No viene a mí, ni voy a la montaña.
Ni vasallo ni César, Juez ni Reo:
Sergio Estepario, Estrafalario Leo.
Con mi tonel. De mi cruz cirineo.
Rey de Burlas, soberbio: cetro o caña
pares le son a mi elación huraña.
Dejadme solo.
















León de Greiff





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Enlace a Admonición A Los Impertinentes en la voz del poeta:


Admonición A Los Impertinentes



martes, julio 30, 2024

Manifiesto Nadaísta al Homo Sapiens



«La unión del yo con el vino es un poema. La unión del yo con la mujer es un poema. La unión del cielo con la tierra es un poema. Pero el poema que hemos debido escuchar ha paralizado nuestro entendimiento»(1).

Henri Michaux







En vista de que nadie hace nada; en vista de que todo sigue peor; en vista de que ya truenan los regimientos Atómicos; en vista de que estamos hartos de hacer «literatura»; en vista de que Dios se durmió a la sombra del manzano del Paraíso; en vista de que el Diablo se durmió sobre sus adormideras; en vista de que la Historia es un mito sanguinario; en vista de que el Famoso Espíritu Moderno apesta a intestinos rotos; en vista de todos… los Nadaístas resolvemos decir ¡ B A S T A ! a estas sublimes porquerías; declarar cesante el mito de la Inteligencia, y llevar a su casa, a su conciencia, un átomo de locura, de duda, una Bomba de Desesperación Salvadora para que usted despierte, o en caso contrarío, reviente.


Pateamos la piedra tumbal y resucitamos. Sonó la hora de bautizar la Tierra con una nueva barbarie purificadora. El planeta hiede a almas muertas. No más resignación, no más éxtasis, no más nihilismo. Se abre el proceso: vamos a acusar, a enterrar a los muertos, a limpiar la Tierra de excrementos. ¡Vamos a vivir!


Nuestro mensaje es de muerte, seremos tiernos como verdugos. De este cataclismo sólo resucitarán los vivos. Nuestro diluvio es de odio: no perdonaremos.


Somos Ateos por estética, pero si hemos de sustituir a Dios por otro mito, adoraremos a Lucifer el Ángel de la rebelión, el profeta de la destrucción creadora. Con este demonio purgaremos el error de ser hombres, esta horrible cosa arbitraria que resultó de un juego de azar entre un Dios alfarero y el barro más hediondo de la Naturaleza, de cuyas manos salió la embarrada que se titula «Homo Sapiens».


Verdaderamente nos subleva que usted, señor Homo Sapiens, viva como un muerto, como una babosa, como un Ángel, abrazado a las cien púas del erizo de la imbecilidad, creyéndose un genio por la gracia de Dios, aceptando por toda aventura vital despertar cada mañana para ir al trabajo, dormir para descansar, y comer para sostener en pie su pobre esqueleto.


Sinceramente nos preocupa su situación, nos asusta que usted ni siquiera cometa un crimen al día, y permita que el Bien y la Virtud se apoderen impunemente de su Existencia.


Deje de sonreír idiotamente al Destino y tómese en serio antes de reventar. Deje de hacerse ilusiones con el embeleco de que usted es eterno. Lo que debe preguntarse antes que nada es para qué está vivo, y asumir el terror de lo que este milagroso acontecimiento significa para usted y para el astro que habita.


No sea inocente, deje de tener fe en tanto fetichismo. Ya sabe que el Diablo no perdona tener fe, ni nosotros tampoco.


Les advertimos que si ustedes no cambian, nosotros nos vamos a desafiliar de la Raza Humana, pues hoy lo peor que le pueda pasar a un ser, es ser hombre, o sea, esta salsa para aliñar el Banquete Atómico.


Nosotros estamos avergonzados de pertenecer a la Humanidad. Nos repugna tener dos orejas, dos patas y los otros pares de cosas, y pensar que por este solo hecho uno está condenado a identificarse con la inmunda condición humana.


Estamos terriblemente inconformes de ser vuestros semejantes, vuestros granujas y vuestros cómplices de putrefacción. Por el momento consideramos impúdico atribuirnos un Alma Inmortal, esa cosa fétida en que ustedes fundan vuestro orgullo y vuestras ilusiones de ir al Cielo a disfrutar los dividendos del negocio Teológico, consistente en el crimen de sacrificar la vida de hoy por el cobarde Más Allá.


Sí, amigos, algo nos tiene que diferenciar de ustedes, y en honor a esa diferencia renunciamos gratuitamente a tener alma. Para sentirnos «humanos» nos bastará con tener ombligo, y considerar por toda tradición espiritual del petulante Homo Sapiens, la egregia cultura que nos viene de los micos del Putumayo.


Para iniciar esta revaluación del Espíritu, les comunicamos que mediante un Pacto en el Abismo, los nadaístas le hemos vendido el alma al Diablo, no a cambio de la Inmortalidad, sino de la Vida.


¡Ahora nadie tiene derecho a estar por encima de nosotros, ni siquiera el cielo!


Tenemos el propósito de aceptar el reto de Lucifer, emanciparnos de toda sumisión y fundirnos a la luz del mundo en calidad de simples planetarios que nada tienen afín con la abominable Historia de la Humanidad, ni con sus despreciables conquistas políticas y científicas.


Si usted desea embarcarse en esta peligrosa aventura del Hombre-Sol, en este comunismo de la libertad para conquistar el mundo que aún no existe, pero cuyos pasos de Dragón se avecinan sembrando la muerte en el alma y en los cimientos de esta vil cultura nuclear, ¡rompa las Tablas!; desafíliese de toda vaga noción de Humanidad; arroje sus prejuicios en los hornos crepitantes del desprecio; yérgase con coraje frente a los presagios siniestros del porvenir; ámese como si usted fuera el primero y el último de los hombres, pues con usted nace y termina la Historia.


No hay que ser blandos ni compasivos. Hay que ser crueles, insobornables al Bien. Hay que ser peores que virtuosos. Hay que consumar la muerte del Humanismo en esa región del Espíritu donde el hombre está muerto: en sus ilusiones. La Razón es una rata muerta, hiede. Un vaho de putrefacción asciende por los poros hasta el alma, infecta la carne, la vida, el planeta.


Nosotros haremos la Dedetización del Espíritu, y aplicaremos dosis letales a aquellos cuyo diagnóstico metafísico sea «INRI», y aquellos otros cuyo diagnóstico histórico fundamenten su razón de vivir en el Oriente Mesiánico o en el Maquinismo Occidental.


Todos los valores de esta Civilización maxfactorizada y marxista hay que arrojarlos a la cañería sin excepción. El hombre está corrompido desde la cabeza hasta el coxis. Hay que desmentalizar la carne, adanizar el Espíritu. Nuestra literatura será el purgante para que el hombre, en vez de caca, defeque sus razones.


Para que el hombre no sea aniquilado, para que el Espíritu no sea sentado en la Silla Eléctrica, para que un resto de dignidad animal no nos sea arrebatado por esta Civilización de acero, nosotros prometemos hacer un arte de ignominia que consista en aplastar al hombre sobre un Water Closet, hasta que se eleve como por encima de un pedestal en sus propios excrementos, y sienta que todo eso perfumado que llamaba «Los Valores», no era más que un montón de mierda.


Pero no se haga ilusiones, querido Homo. No crea que le vamos a ofrecer su salvación a precios de quema. El Nadaísmo no es un baratillo de la inteligencia, ni la Gota de Leche de la Paz Mundial, ni un orfanato para pobres de Espíritu, ni menos una Tabla de Salvación. Todo lo que podemos hacer por usted es invitarlo a que suba a esta Tabla de Salvación y se hunda con nosotros.


Nuestro amor por usted, y nuestro desprecio por usted, es invitarlo a participar en nuestra desgracia, y obligarlo a renunciar a toda esperanza de ser salvado.


¿Para qué diablos quiere salvarse, señor Homo, si usted ni siquiera está perdido, si usted probablemente ni siquiera existe?


Y además, no sea bobo, no se deje ilusionar con el mito de la Redención. ¿Acaso usted, en su noble esfuerzo de superación humana, desea convertirse en un Querubín? ¿Qué haría con su asquerosa almita después de ser redimido, o sea, sin la más mínima esperanza, sin el más mínimo problema, sin el más mínimo sufrimiento? No le parece, amigo Homo, que la tal Redención es peor que ese Cielo consistente en no esperar ya más, en no ser ya nunca más? ¿Desea hundirse en semejante aniquilamiento metafísico, en semejante Nada Negativa, en semejante fangosa Eternidad peor que todos los Infiernos?


Cuídese, y no se deje redimir por los Teólogos pragmáticos de este mundo y del Otro. No se deje meter en Cielos Beatíficos donde reina la ausencia de Ser, el olvido de Ser, donde jamás reverdecerá el Olivo. No se deje premiar con la felicidad. Nosotros fuimos felices alguna vez y les comunicamos que la felicidad es la peor desgracia que le pueda pasar a un hombre.


A cambio de la felicidad nosotros ofrecemos la perdición, una cierta desesperación del Espíritu que lo haga consciente de su esplendorosa inutilidad, y por lo mismo, de la esplendorosa fortuna de disfrutar esta Tierra por el breve plazo de una vida, y ser bautizado por las aguas sin esperanzas de la Muerte.


No olvidemos que el hombre es el espermatozoide galáxico de Dios, un milagro con pantalones, y que el mundo es maravilloso una vez más, por última vez. Por eso, señor Homo, apresúrese a desnudarse para que haga el amor con esta Tierra que usted ha despreciado y ofendido a nombre de las Tenebrosas RAZONES de su miserable condición divina, y de su miserable condición humana.


Es verdad que nosotros no tenemos razón, ni pretendemos imponerle a usted una razón de vivir. Simplemente nadie tiene razón, porque no hay razones. Pero se trata de vivir, de no presumir, de recordar que la vida es un inventico estupendo.


Y la prueba de que no hay «razón de vivir» es que la Razón es mortal. No lo dude: mírese al espejo y verá el horrendo espectáculo de su máscara de asesino.


Mire en torno de su adorado universo y no verá más que cadáveres sacrificados por la Justicia, el Amor, la Libertad, la Paz, y las demás porquerías de la Razón humana.


Por fortuna nosotros no somos razonables. ¡Nosotros somos locos!


Pero los Homos podrán preguntarnos: —Señores Locos Nadaístas, y si todo esto les parece tan siniestro, ¿por qué no se matan?


A lo cual nosotros respondemos: —Señores Homos, no nos matamos porque somos los Héroes del Siglo; porque nos gusta hacer el amor; porque el hombre, a pesar de ser hombre, también nos interesa como Monstruo; y porque seguramente somos unos héroes muy cobardes.


El Homo, que en todo quiere tener razón —pues por algo es Sapiens— volverá al ataque:


—Señores Nadaístas, ¿y si ustedes no creen en nada por qué escriben?


Y nosotros diremos:


—Señor Homo, escribimos porque tenemos máquina de escribir, y para ponerle a los calvos los pelos de punta.


Pues el fin de nuestra literatura —que por lo demás se resiste a tener fines— es recordarle todas estas bellas y locas cosas, en el caso de que usted, señor Homo, sea un desmemoriado Y si usted nos permite, se lo recordaremos de todos modos: a palos, a poemas, a bala, en fin, como más le duela.


Se trata, en definitiva de ser otros, de dejar de ser. Pero esto no es un chantaje. Si usted desea seguir siendo libre de ser servil, de ser estúpido, libre de no-ser, nadie le va a disputar ese derecho inalienable, ni pensamos discutirle filosóficamente sus corrompiditos «Derechos del Hombre». Siga teniendo fe en sus tonterías si eso le place, que sea feliz, que engorde, y que Dios lo corone de gloria, pues no mereces otra cosa.


Nosotros hacemos nuestras las palabras de Zaratustra, y con ellas iremos al combate. Pero no aspiramos triunfar sobre ustedes, ni matarlos, pues ustedes ya están muertos. No aceptaremos ninguna victoria que no sea una victoria sobre nosotros mismos. Vuestra guerra o vuestra paz no nos conciernen, ni nos intimidan vuestros leprosos y asesinos sistemas, pues cuando caigan las Bombas, nosotros ya estaremos muertos de risa.


Y no crean que no somos extraordinarios. Nosotros, escritores, también seremos capaces de hacer silencio para tener razón. De todos modos, intentaremos una literatura que parezca silencio, que no diga nada pero que sea todo; que no diga la Verdad pero que sea la Vida.


Queridos Homos: «El mundo no gira alrededor de los inventores de nuevos ruidos, sino en torno de los inventores de valores nuevos, y gira en silencio».

















Gonzalo Arango





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Enlace para escuchar Manifiesto Nadaísta al Homo Sapiens en la voz de Gonzalo Arango:

Manifiesto Nadaísta al Homo Sapiens





1. N.E :

"L'union du moi et du vin est un poème.
L'union du moi et de la femme est un poème.
L'union du ciel et de la terre est un poème.
Mais le poème que nous avons entendu a paralysé notre entendement."

Henri Michaux



miércoles, julio 24, 2024

Agnus Dei



Y de todas estas palabras, éstas que
la lengua y las venas contienen.
Todo el universo está ahí, todo el mar,
y el trueno rugiente en las noches,
todo el cielo y la primera amante
se entregan a la roca elevada,
distancia de la lejanía inmensa y prodigiosa,
proximidad del virus microscópico de este cuerpo
y la palabra extraviada por la pérdida,
mi pérdida, la de mi generación, rencorosa y gimiente,
pérdida en los territorios del desierto y las serpientes,
pérdida de miles de seres cuya voz se oye a lo lejos,
una voz en el desierto.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo:
ten piedad de nosotros,
une el acto a la palabra,
el recuerdo a la lengua,
destila las lágrimas en letras que nos protejan del sufrimiento.


Mis lobos se han acostumbrado a mí
y yo me he acostumbrado a las fieras.
En la jungla de mi vida
mi generación es una presa,
mis compañeros cebo de los animales salvajes
y nuestros corazones están pinchados en las ramas
para las rapaces.


Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo:
destila nuestras lágrimas en palabras,
sálvanos del exilio de la afasia,
el exilio de los desiertos: nosotros somos
los portadores del mar, del horizonte, del cielo,
los portadores de la muerte entre sueño y sueño.
















Yabra Ibrahim Yabra

Traducción del árabe de María Luisa Prieto



martes, julio 23, 2024

Heces



Esta tarde llueve, como nunca; y no
tengo ganas de vivir, corazón.


Esta tarde es dulce. Por qué no ha de ser?
Viste de gracia y pena; viste de mujer.


Esta tarde en Lima llueve. Y yo recuerdo
las cavernas crueles de mi ingratitud;
mi bloque de hielo sobre su amapola,
más fuerte que su "No seas así!"


Mis violentas flores negras; y la bárbara
y enorme pedrada; y el trecho glacial.
Y pondrá el silencio de su dignidad
con óleos quemantes el punto final.


Por eso esta tarde, como nunca, voy
con este búho, con este corazón.


Y otras pasan; y viéndome tan triste,
toman un poquito de ti
en la abrupta arruga de mi hondo dolor.


Esta tarde llueve, llueve mucho. ¡Y no
tengo ganas de vivir, corazón!















César Vallejo


sábado, julio 20, 2024

Canción Del Que Parte



Por la virtud del alba
quieres cambiar tu vida,
y aferrado a la jarcia
partes sin rumbo conocido.


Todo es propicio, los acantilados
y el arrecife duermen en la espuma,
tan sólo una gaviota espera
sobre el palo mayor de caoba y de luna.


Quizá te aguarden para darte
el amor y la palma del vino
o en la orilla sin nombre,
pescadores vestidos de un luto azul.


Vas solo con tu alma, barajando
canciones y presagios
que hablan del bosque donde la hierba es tenue,
lejos de la desgracia que en ti se confabula.


A tu paso verás las islas
que otorgan el sonido de un caracol,
verás tu casa, el humo
que ya aspiraron otros en la aurora.


Mas, ay, si te detienes
tal vez allí se acabe tu destino;
¿y quién podrá salvarte,
quién te daría lo que buscas entre hadas?


Duro es partir a la fortuna;
el hombre solo cierra los ojos ante el cielo
y oye su propia historia
si se rompe el encanto.


Pero, si quieres seguir, sigue
con la felicidad entre tu barca,
todo está a tu favor, el cielo, la lejanía que se abre
como el amor, como la muerte.


Cántico de dos rosas


No digas nada, escucha a las estrellas.
Tal vez te digan algo
de la rosa que hay en tu jardín
y la rosa del tiempo,
-la que está viva o muerta-
en la arena que arde.
La rosa que hay en tu jardín es bella.
No la amarga hechicera que te llama
desde tu nacimiento, rosa oscura
que te alumbra el final y las orillas
del aqueronte. No hables, que estás solo
con nada indecible, siempre lejos
del azul más profundo. Mira pues
si el agua va a una isla donde crecen
rosas ya sin ventura o venturosas;
y escribe y canta. Y oye a las estrellas
que hablan desde una página pedida.


















Héctor Rojas Herazo


jueves, julio 18, 2024

Días Y Flores



Si me levanto temprano
Fresco y curado
Claro y feliz
Y te digo: Voy al bosque
Para aliviarme de ti
Sabes que dentro tengo un tesoro
Que me llega a la raíz


Si luego vuelvo cargado
Con muchas flores
Mucho color
Y te las pongo en la risa
En la ternura, en la voz
Es que he mojado en flor mi camisa
Para teñir tu sudor


Pero si un día me demoro
No te impacientes
Yo volveré más tarde
Será que la más profunda alegría
Me habrá seguido la rabia ese día
La rabia simple del hombre silvestre
La rabia bomba, la rabia de muerte
La rabia imperio asesino de niños
La rabia se me ha podrido el cariño
La rabia madre, por Dios, tengo frío
La rabia es mío, eso es mío, solo mío
La rabia bebo pero no me mojo
La rabia miedo a perder el manojo
La rabia hijo, zapato de tierra
La rabia dame o te hago la guerra
La rabia todo tiene su momento
La rabia el grito se lo lleva el viento
La rabia el oro sobre la conciencia
La rabia ¡coño!, paciencia, paciencia
La rabia es mi vocación


Si hay días que vuelvo cansado
Sucio de tiempo
Sin para amor
Es que regreso del mundo
No del bosque, no del Sol
En esos días, compañera
Ponte alma nueva
Para mi más bella flor

















Silvio Rodríguez



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viernes, julio 12, 2024

Ars Poética



Que cada palabra lleve lo que dice.
Que sea como el temblor que la sostiene.
Que se mantenga como un latido.


No he de proferir adornada falsedad ni poner tinta dudosa ni añadir brillos a lo que es.
Esto me obliga a oírme. Pero estamos aquí para decir verdad.
Somos reales.
Quiero exactitudes aterradoras.
Tiemblo cuando creo que me falsifico. Debo llevar en peso mis palabras. Me poseen tanto como yo a ellas.
Si no veo bien, dime tú, tú que me conoces, mi mentira, señálame la impostura, restriégame la estafa. Te lo agradeceré, en serio.


Enloquezco por corresponderme.
Sé mi ojo, espérame en la noche y divísame, escrútame, sacúdeme.















Rafael Cadenas



sábado, abril 27, 2024

Al Lado Del Camino



Me gusta estar al lado del camino
Fumando el humo mientras todo pasa
Me gusta abrir los ojos y estar vivo
Tener que vérmelas con la resaca
Entonces navegar se hace preciso
En barcos que se estrellen en la nada
Vivir atormentado de sentido
Creo que esta sí es la parte más pesada


En tiempos donde nadie escucha a nadie
En tiempos donde todos contra todos
En tiempos egoístas y mezquinos
En tiempos donde siempre estamos solos
Habrá que declararse incompetente
En todas las materias del mercado
Habrá que declararse un inocente
O habrá que ser abyecto y desalmado


Yo ya no pertenezco a ningún ismo
Me considero vivo y enterrado
Yo puse las canciones en tu walkman
El tiempo a mí me puso en otro lado
Tendré que hacer lo que es no debido
Tendré que hacer el bien y hacer el daño
No olvides que el perdón es lo divino
Y errar, a veces, suele ser humano


No es bueno nunca hacerse de enemigos
Que no estén a la altura del conflicto
Que piensan que hacen una guerra
Y se hacen pis encima como chicos
Que rondan por siniestros ministerios
Haciendo la parodia del artista
Que todo lo que brilla en este mundo
Tan solo les da caspa y les da envidia


Yo era un pibe triste y encantado
De Beatles, Caña Legui y maravillas
Los libros, las canciones y los pianos
El cine, las traiciones, los enigmas
Mi padre, la cerveza, las pastillas, los misterios
El whisky malo, los óleos, el amor, los escenarios
El hambre, el frío, el crimen, el dinero y mis diez tías
Me hicieron este hombre enreverado


Si alguna vez me cruzas por la calle
Regálame tu beso y no te aflijas
Si ves que estoy pensando en otra cosa
No es nada malo, es que pasó una brisa
La brisa de la muerte enamorada
Que ronda como un ángel asesino
Mas no te asustes, siempre se me pasa
Es solo la intuición de mi destino


Me gusta estar al lado del camino
Fumando el humo mientras todo pasa
Me gusta regresarme del olvido
Para acordarme en sueños de mi casa
Del chico que jugaba a la pelota
Del 4-9-5-8-5
Nadie nos prometió un jardín de rosas
Hablamos del peligro de estar vivo


No vine a divertir a tu familia
Mientras el mundo se cae a pedazos
Me gusta estar al lado del camino
Me gusta sentirte a mi lado
Me gusta estar al lado del camino
Dormirte cada noche entre mis brazos


Al lado del camino
Al lado del camino

Al lado del camino
Es más entretenido y más barato

Al lado del camino
Al lado del camino















Fito Páez







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jueves, abril 25, 2024

Caballo De Los Sueños



Innecesario, viéndome en los espejos
con un gusto a semanas, a biógrafos, a papeles,
arranco de mi corazón al capitán del infierno,
establezco cláusulas indefinidamente tristes.

Vago de un punto a otro, absorbo ilusiones,
converso con los sastres en sus nidos:
ellos, a menudo, con voz fatal y fría
cantan y hacen huir los maleficios.

Hay un país extenso en el cielo
con las supersticiosas alfombras del arco iris
y con vegetaciones vesperales:
hacia allí me dirijo, no sin cierta fatiga,
pisando una tierra removida de sepulcros un tanto frescos,
yo sueño entre esas plantas de legumbre confusa.

Paso entre documentos disfrutados, entre orígenes,
vestido como un ser original y abatido:
amo la miel gastada del respeto,
el dulce catecismo entre cuyas hojas
duermen violetas envejecidas, desvanecidas,
y las escobas, conmovedoras de auxilios,
en su apariencia hay, sin duda, pesadumbre y certeza.
Yo destruyo la rosa que silba y la ansiedad raptora:
yo rompo extremos queridos: y aún más,
aguardo el tiempo uniforme, sin medidas:
un sabor que tengo en el alma me deprime.

Qué día ha sobrevenido! Qué espesa luz de leche,
compacta, digital, me favorece!
He oído relinchar su rojo caballo
desnudo, sin herraduras y radiante.
Atravieso con él sobre las iglesias,
galopo los cuarteles desiertos de soldados
y un ejército impuro me persigue.
Sus ojos de eucaliptus roban sombra,
su cuerpo de campana galopa y golpea.

Yo necesito un relámpago de fulgor persistente,
un deudo festival que asuma mis herencias.











Pablo Neruda



lunes, febrero 26, 2024

Retorno



Donde estoy nada queda
y existir es vivir en tu recuerdo,
ver una luz atravesando
el rumor arrancado de un cadáver,
escuchar a pesar del miedo
la palabra de un niño que gemía
y tener en las manos un hálito, un temblor
y un profundo lamento ensombrecido.
Pensar en ti no es pensar
con alguien o con algo
sino hundirme en mí mismo y mi principio,
como llegando a un extremo donde fluyen
una tranquilidad de corazón roído,
una amargura de rencor oscuro,
un retornar al hombre desgarrado,
y recordar que el pensamiento muere
a través de ese tiempo que a ti te pertenece,
sin más impulso que tu desamparo,
como una prolongada enfermedad,
como sonido que flotara en un abismo.


Y todo vive inútilmente:
adonde miro allí me encuentro
en vano espejo de mi soledad,
con simulado rostro de Narciso
o humo que pretende conservarse;
hallo sólo tinieblas
y empiezo a caminar por dentro de mi cuerpo,
y aquí te palpo y me maldigo
porque vuelves a ser, pero en recuerdo.


Vivo ahora contigo y nada turba
la posesión del tiempo en que viviste,
y nada ha de cambiar mi pensamiento
cuando pensar en ti es contemplar
mi propia voz por sueños invadida
y dolerme de haber creído en mí
como en algo que existe fuera de todo tiempo,
de mí mismo nutrido,
seguro de mi voz.


Amarte hoy sería desertar,
huir del odio que por mí acreciento
bajo el latido de mi corazón;
fuera negar la luz que al rumor sobrevive,
o afirmar que la flor
no crecerá jamás en mis entrañas
con un sabor de imagen prolongada
a través de la carne,
sobre el silencio húmedo del túmulo
de esta mi soledad que resucita y me regresa
al desierto en que siempre había creído.











Imagen cortesía de Victoria Koltsova









Alí Chumacero


miércoles, diciembre 13, 2023

Seguir Con Vida

método














Primero, el sufrimiento



"El universo grita. El concreto delata la violencia que lo martilló en muro. El concreto grita. La hierba gime entre los dientes del animal. ¿Y el hombre? ¿Qué diremos del hombre?










El mundo es un sufrimiento que se despliega. En su origen hay un nudo de sufrimiento. Toda existencia es una expansión y una compresión. Todas las cosas sufren hasta que son. La Nada vibra de dolor hasta convertirse en éste en medio de un paroxismo abyecto.


Los seres se diversifican y se complejizan sin perder nada de su naturaleza original. A partir de un determinado nivel de conciencia, se produce el grito. La poesía deriva de él. También el lenguaje articulado.


El primer paso poético consiste en remontarse al origen, es decir: al sufrimiento.


Las variantes del sufrimiento importan pero no son esenciales. Todo sufrimiento es bueno; todo sufrimiento es útil; todo sufrimiento da frutos; todo sufrimiento es un universo.


Henri tiene un año. Yace en el suelo con los pañales sucios y gritando. Su madre camina de un lado a otro, golpeando con sus tacones la habitación adoquinada, buscando su sostén y su falda. Tiene prisa por llegar a su cita de la noche. Esa cosita cubierta de mierda, que se agita sobre las baldosas, la enfurece. Ella también empieza a gritar. Henri grita todavía más. Luego ella se va.


Henri ha comenzado su carrera de poeta.


Marc tiene diez años. Su padre se está muriendo de cáncer en el hospital. Esa especie de maquinaria usada, con tubos y perfusiones en la garganta, es su padre. Sólo la mirada vive: expresa sufrimiento y miedo. También Marc sufre y tiene miedo. Quiere a su padre. Y al mismo tiempo empieza a querer que su padre muera, y a sentirse culpable por ello.


Mark tendrá que trabajar. Tendrá que profundizar en ese sufrimiento tan especial y fecundo: la Santísima Culpa.


Michel tiene quince años. Ninguna chica lo ha besado. Él quisiera bailar con Sylvie pero ella baila con Patrice, y es evidente que lo disfruta. Él se paraliza: la música llega hasta lo más profundo de su ser. Es una hermosa danza lenta, surrealista en su belleza. Él no sabía que se podía sufrir tanto. Su infancia hasta ahora había sido feliz.


Michel nunca olvidará el contraste entre su corazón paralizado de dolor y la abrumadora belleza de la música. Su sensibilidad se está formando.


Si el mundo se compone de sufrimiento se debe a que él es, en esencia, libre. El sufrimiento es la consecuencia necesaria del libre juego de las partes del sistema. Debes saber esto, y decirlo.


No te será posible convertir el sufrimiento en meta. El sufrimiento es, y en consecuencia no sabría volverse meta.


En las heridas que nos inflige, la vida alterna entre lo brutal y lo insidioso. Conoce estas dos formas. Practícalas. Adquiere un conocimiento completo de ellas. Identifica lo que las separa y lo que las une. Muchas contradicciones serán entonces resueltas y tu discurso ganará en fuerza y en amplitud.


Dadas las características de la era moderna, el amor apenas puede manifestarse; pero el ideal del amor no ha disminuido. Al estar situado como todos los ideales fundamentalmente fuera del tiempo, no sabría disminuir ni desaparecer.


Nace de allí una discordancia ideal-real particularmente flagrante, una fuente de sufrimiento particularmente rica.


Los años de adolescencia son importantes. Una vez que has desarrollado una concepción del amor lo suficientemente ideal, lo suficientemente noble y perfecta, estás perdido. Ya nada te será suficiente. Si no sales con mujeres (por timidez, fealdad o alguna otra razón), lee revistas femeninas. Sentirás aflicciones casi equivalentes.


Ir al fondo del abismo del desamor. Cultivar el odio a sí mismo. Odio a sí mismo, desprecio a los demás. Odio a los demás, desprecio a uno mismo. Mezclarlo todo. Sintetizar. En el tumulto de la vida, ser siempre quien pierde. El universo como una discoteca. Acumular un gran número de frustraciones. Aprender a ser poeta es desaprender a vivir.


Ama tu pasado u ódialo: pero que siga presente a tu vista. Debes adquirir un conocimiento completo de ti mismo. Así, poco a poco, tu yo profundo se desprenderá, se deslizará bajo el sol; y tu cuerpo permanecerá en su sitio; hinchado, ampollado, irritado; maduro para nuevos sufrimientos.


La vida es una serie de pruebas de destrucción. Pasar las primeras pruebas, fallar las últimas. Malograr la vida, pero malograrla por poco. Y sufrir, siempre sufrir. Debes aprender a sentir el dolor a través de cada poro. Cada fragmento del universo debe ser una herida personal. Sin embargo, debes seguir con vida, al menos durante cierto tiempo.


No se puede despreciar la timidez. Pudo haberse considerado como la única fuente de riqueza interior, es cierto. De hecho, es en ese momento de desfase entre voluntad y acción que los fenómenos mentales interesantes comienzan a manifestarse. El hombre que carece de este desfase permanece cercano al animal. La timidez es un excelente punto de partida para un poeta.


Desarrolla en ti un profundo resentimiento hacia la vida. Este resentimiento es necesario para cualquier creación artística verdadera.


A veces, es cierto, la vida parecerá una experiencia incongruente. Pero siempre el resentimiento tendrá que estar cerca, aunque decidas no expresarlo.


Y siempre vuelve a la fuente, que es el sufrimiento.


Cuando despiertes en los demás una mezcla de lástima aterrada y desprecio, sabrás que vas por buen camino. Podrás empezar a escribir.















Articular




"Una fuerza se convierte en movimiento en cuanto pasa al acto y se desarrolla con el tiempo”.








Si no consigues articular tu sufrimiento en una estructura bien definida, estás perdido. El sufrimiento te comerá vivo, desde dentro, antes de que hayas tenido el tiempo de escribir algo.


La estructura es la única forma de escapar del suicidio. Y el suicidio no resuelve nada. Imagina que Baudelaire hubiera logrado su intento de suicidio, a los veinticuatro años.


Cree en la estructura. Cree también en la métrica antigua. La versificación es una poderosa herramienta para liberar la vida interior.


No te sientas obligado a inventar una nueva forma. Las nuevas formas son escasas. Una por siglo es suficiente. Y no necesariamente son los más grandes poetas quienes están al origen. La poesía no es un trabajo sobre el lenguaje; no esencialmente. Las palabras son responsabilidad de toda la sociedad.


La mayoría de las formas nuevas no parten de cero, sino de la lenta derivación de una forma anterior: poco a poco la estructura se adapta, sufre ligeras modificaciones. La novedad que resulta de este efecto conjunto no suele aparecer hasta el final, una vez escrita la obra. Es bastante comparable a la evolución de los animales.


Al principio emitirás gritos inarticulados. Y a menudo tendrás la tentación de volver a ellos. Esto es normal. La poesía, de hecho, precede por poco al lenguaje articulado.



Vuelve a los gritos inarticulados cuando sientas la necesidad. Esto te rejuvenece. Pero recuerda que si no consigues salir de allí, al menos de vez en cuando, vas a morir. El organismo humano tiene sus límites.


En el punto álgido del sufrimiento, no podrás escribir. Si te sientes con fuerzas, inténtalo de todos modos. El resultado será probablemente malo, probablemente, pero no se tiene esa certeza.


Nunca trabajes. Escribir poesía no es un trabajo; es un peso.


Si el uso de una determinada forma (por ejemplo, el alejandrino) te exige un esfuerzo, abandónala. Ese tipo de esfuerzo nunca da resultado.


No se puede decir lo mismo del esfuerzo general y permanente por salir de la apatía. Este esfuerzo es indispensable.


En cuanto a la forma, no dudes en contradecirte. Diverge, cambia de dirección tantas veces como sea necesario. No te esfuerces en tener una personalidad coherente: ella existe, que lo quieras o no.


No descuides nada que pueda darte un poco de equilibrio. De todos modos, la felicidad no es para ti: decretado fue hace mucho tiempo. Pero si puedes atrapar alguno de sus simulacros, hazlo. Sin dudar.


En cualquier caso, no durará.


Tu existencia es apenas un tejido de desdichas. Piensa que lograrás ajustarlas dentro de una forma coherente. Tu objetivo a estas alturas: una esperanza de vida suficiente.















Sobrevivir




"El oficio de las letras es el único en el que se puede no ganar dinero sin hacer el ridículo.”

Jules Renard





Un poeta muerto ya no escribe. De ahí la importancia de mantenerse vivo.


Este sencillo razonamiento te resultará por momentos difícil de sostener. En especial durante los períodos de prolongada esterilidad creativa. En tales casos, tu subsistencia te parecerá dolorosamente inútil; de todos modos, ya no escribirás de nuevo.


A esto, apenas una respuesta: en el fondo, tú no tienes idea. Y si te revisas honestamente, al final tendrás que estar de acuerdo. Hemos visto casos extraños.


Si no escribes más, esto podría ser el preludio de un cambio de forma. O de un cambio de tema. O de ambos. O podría ser el preludio de tu muerte creativa. Pero tú no lo sabes. Nunca conocerás con exactitud aquella parte de ti mismo que te impulsa a escribir. Sólo la conocerás bajo formas aproximativas y contradictorias. ¿Egoísmo o devoción? ¿Crueldad o compasión? Cualquiera tendría sentido. Prueba de que a fin de cuentas no sabes nada, así que no actúes como si lo supieras. Frente a tu ignorancia, frente a esta parte misteriosa de ti mismo, permanece honesto y humilde.


La mayoría de los poetas que llegan a la vejez no sólo producen más: dicha vejez es asimismo la sede de ciertos procesos físicos y mentales que sería una pena desconocer.


Dicho esto, la supervivencia es extremadamente difícil. Se podría pensar en adoptar una estrategia a la Pessoa: encontrar un pequeño trabajo, no publicar nada y esperar tranquilamente la muerte. En la práctica, te enfrentarás a grandes dificultades: la sensación de perder el tiempo, de no encajar, de no ser valorado en tu justa medida... todo esto se volverá rápidamente insoportable. Será difícil evitar el alcohol. Al fin y al cabo, la amargura y el rencor estarán al final del camino, seguidos rápidamente por la apatía y la completa esterilidad creativa. Por lo tanto, esta solución tiene  sus inconvenientes pero suele ser la única. Sin olvidar a los psiquiatras, que tienen la facultad de dar incapacidades laborales. Por otro lado, una estancia prolongada en un hospital psiquiátrico se debe proscribir: demasiado destructiva. Sólo debe utilizarse como último recurso, como alternativa a la situación de calle.


Los mecanismos de solidaridad social (subsidio de desempleo, etc.) deberán usarse al máximo, así como la ayuda financiera de amigos más prósperos. No desarrolles un excesivo sentimiento de culpa en este sentido. El poeta es un parásito sagrado.


El poeta es un parásito sagrado: semejante a los escarabajos del antiguo Egipto, puede tanto prosperar en los cuerpos de sociedades ricas y decadentes como también tener un lugar en el corazón de sociedades frugales y fuertes.


No hace falta luchar. Los boxeadores luchan: los poetas no. Pero aun así, hay que publicar un poco; esa es la condición necesaria para que el reconocimiento póstumo tenga lugar. Si no publicas un poco (aunque sólo sean unos pocos textos en alguna revista de segunda categoría), pasarás desapercibido para la posteridad; tan desapercibido como lo fuiste en vida. Aunque seas el genio más perfecto, tendrás que dejar un rastro y confiar en los arqueólogos literarios para desenterrar el resto. Esto puede fallar: a menudo lo hace. Tendrás que decirte al menos una vez al día que lo más importante es dar lo mejor de ti.


Estudiar las biografías de tus poetas favoritos podrá serte útil: debería ayudarte a evitar ciertos errores.


Recuerda que no hay soluciones buenas para el problema de la supervivencia material, pero sí hay algunas muy malas.


El problema de dónde vivir no suele plantearse: irás donde puedas. Sólo trata de evitar a vecinos ruidosos, que pueden provocar por sí solos la muerte intelectual permanente.


Una pequeña inserción profesional puede proporcionar algunos conocimientos, posiblemente provechosos para un trabajo posterior, sobre el funcionamiento de la sociedad. Pero un periodo de indigencia, de inmersión en la marginalidad, aportará otros conocimientos. Lo ideal es alternar.


Otras realidades de la vida como una vida sexual armoniosa, el matrimonio o el tener hijos son beneficiosas y fructíferas. Pero son casi imposibles de conseguir. Se trata de un territorio prácticamente inexplorado en términos artísticos.


En general, serás meneado entre la amargura y la angustia. En ambos casos, el alcohol te ayudará. Es esencial procurarse de esos cuantos momentos de condonación que permitirán la realización de tu obra. Serán breves: trata de aprovecharlos.


No tengas miedo de la felicidad: ella no existe.











Golpear allí donde importa



"Esfuérzate por presentarte ante Dios como un hombre probo, un obrero que no se avergüenza, que imparte correctamente la palabra de verdad".


(II Timoteo 2:15)









No busques el conocimiento por sí mismo. Todo lo que no provenga directamente de la emoción carece, en poesía, de valor.


(La emoción, por supuesto, debe entenderse en un sentido amplio: algunas emociones no son ni agradables ni desagradables; éste suele ser el caso del sentimiento de extrañeza).


La emoción suprime la cadena causal: sólo ella es capaz de hacer percibir las cosas en sí mismas; la transmisión de esta percepción es el objeto de la poesía.


Esta identidad de propósito entre la filosofía y la poesía es la fuente de la complicidad secreta entre ambas. En esencia, ésta no se manifiesta con la escritura de poemas filosóficos: la poesía debe descubrir la realidad por sus propios medios, puramente intuitivos, sin pasar por el filtro de una reconstrucción intelectual del mundo. Menos aún se manifiesta con filosofía expresada en forma poética que la mayoría de las veces es un miserable engaño. Pero es siempre entre los poetas donde una filosofía nueva encontrará sus lectores más serios, atentos y fructíferos. Del mismo modo, sólo algunos filósofos serán capaces de discernir, descubrir y utilizar las verdades ocultas en la poesía: es en la poesía, casi tanto como en la contemplación directa -y mucho más que en filosofías anteriores- donde ellos encontrarán material para nuevas representaciones del mundo.


Respeta a los filósofos, no los imites: tu senda, lamentablemente, está en otra parte. Él es inseparable de la neurosis. La experiencia poética y la experiencia neurótica son dos caminos que se cruzan y que la mayoría de las veces acaban fusionándose: esto resulta de la disolución de la vena poética en el flujo sanguíneo de la neurosis. Pero no tienes opción. No hay otro camino.


El trabajo constante en tus obsesiones acabará convirtiéndote en una ruina patética, minada por la angustia o devastada por la apatía. Pero, repito, no hay otra manera. Debes llegar al punto de no retorno. Romper el círculo. Y producir algunos poemas, antes de estrellarte contra el suelo. Habrás vislumbrado espacios inmensos. Toda gran pasión conduce al infinito.


En suma, el amor resuelve todos los problemas. Del mismo modo, toda gran pasión acaba conduciendo a una zona de verdad. A un espacio diferente, extremadamente doloroso, pero donde la vista llega lejos y clara. Donde depurados los objetos  aparecen en su nitidez, en su límpida verdad.


Cree en la identidad entre lo Verdadero, lo Bello y lo Bueno.


La sociedad en la que vives tiene por objetivo destruirte. De hecho tu estás a su servicio. El arma que utilizará es la indiferencia. No puedes permitirte adoptar la misma actitud. ¡Pasa al ataque!


Toda sociedad tiene sus puntos de menor resistencia, sus heridas. Pon tu dedo en la herida y presiona muy fuerte. Profundiza en los temas que nadie quiere escuchar.


La otra cara del decorado. Insiste en la enfermedad, la agonía, la fealdad. Habla de la muerte y del olvido. De los celos, de la indiferencia, de la frustración, de la ausencia de amor.


Sé abyecto, serás verdadero.


No adhieras a nada. O adhiére y luego traiciona inmediatamente. Ninguna afiliación teórica te debería retener por mucho tiempo. El activismo alegra y no tienes por qué hacerlo. Estás del lado de la infelicidad; eres la parte oscura.


Sobre todo tu misión no es proponer, ni construir. Si puedes hacerlo, hazlo. Si llegas a contradicciones insoportables, dílo. Puesto que tu misión más profunda es cavar hacia la Verdad. Tú eres el sepulturero y tú eres el cadáver. Ustedes son el cuerpo de la sociedad. Son responsables del cuerpo de la sociedad. Todos responsables, en igual medida. ¡Abraza la tierra, escoria!


Determina la inocencia y la culpa. Primero en ti mismo, lo que te servirá de guía. Pero también en otros. Considera su comportamiento y sus excusas; luego juzga, con toda imparcialidad. No te preserves a ti mismo; no preserves a nadie.


Eres rico. Conoces lo bueno, conoces lo malo. No dejes de intentar separarlos: no te dejes empantanar de tolerancia, ese pobre estigma de la edad. La poesía es capaz de establecer verdades morales definitivas. Debes odiar la libertad con todas tus fuerzas.


La verdad es escandalosa. Pero sin ella no hay nada que valga la pena. Una visión honesta e ingenua del mundo es ya una obra maestra. Ante esta exigencia, la originalidad pesa poco. No te preocupes. En cualquier caso, la originalidad se desprenderá inevitablemente de la suma de tus defectos. En lo que a ti respecta, dí simplemente la verdad; dí simple y llanamente la verdad: ni más, ni menos.


No puedes amar a la verdad y al mundo. Pero tú ya has elegido. El problema ahora consiste en mantener dicha elección. Te invito a mantener el valor. No es que tengas nada que esperar. Por el contrario, sabe que estarás muy solo. La mayoría de la gente se las arregla con la vida, o se muere. Son suicidas en vida.


A medida que te acercas a la verdad, tu soledad aumenta. El edificio es espléndido, pero desierto. Caminas por habitaciones vacías que te devuelven el eco de tus pasos. La atmósfera es límpida e inmutable; los objetos parecen petrificados. A veces te pones a llorar, tan cruel es la agudeza de la visión. Te gustaría volver atrás, a las brumas del desconocimiento; pero en el fondo sabes que ya es demasiado tarde.


Continúa. No tengas miedo. Lo peor ya pasó. Por supuesto, la vida te seguirá destrozando, pero ya no tienes que lidiar tanto con ella. Recuerda: básicamente, ya estás muerto. Ahora estás cara a cara con la eternidad.



















Michel Houellbecq

Traducción al español de Mauricio Alejandro Moreno A.





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Enlace al ensayo original Rester Vivant:



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Tráiler del film Rester Vivant: