Aquí en la universidad
mientras escucho un discurso del rector
(en cada puerta hay policías grises
dando su aporte a la cultura),
asqueado hasta la palidez, recuerdo
la triste paz de mi pobreza natal,
la dulce lentitud con que se muere en mi pueblo.
Mi padre está esperando allá.
Yo vine a estudiar
la arquitectura de la justicia,
la anatomía de la razón,
a buscar las respuestas
para el enorme desamparo y la sed.
Oh noche de luces falsas,
oropeles hechos de oscuridad:
¿Hacia dónde debo huir
que no sea mi propia alma,
el alma que quería ser bandera en el retorno
y que ahora quieren transformarme en trapo vil
en este templo de mercaderes?