Yo no me voy, amor.
A qué dejar tu cuerpo
Flotando abandonado en su círculo de sueños,
Desnudo,
Laguna sin bordes que corta toda
retirada.
El reino de tu piel contra la noche
Perdiendo mis fuerzas de amante
que se escapa
Me detiene.
Yo no me voy. Nada gano.
No puedo poner un pie fuera de ti
—mujer que me tomas al vuelo cada ansia—
Porque me escondes en tus piernas
la camisa del viaje
y me dices ardiente:
“Vete de mí, pero me voy contigo”.
Y he aquí que estoy
Anudado a tu fuego,
Inventándome fugas a tus alrededores,
Fiel (pese a mis alas)
al rojo de la hoguera.