martes, marzo 28, 2017

Adiós


Un día más, sólo un minuto más, para estar vivo
y despedirme de cuanto amé.
Para decir adiós a las cosas que vi y toqué mientras moría
desde el instante mismo en que nací.
Y vino el niño con el premio que sacó en el colegio por su
sabiduría,
y el ala de la gaviota golpeando en lo infinito con su vuelo,
vino la cabellera derramada y el rostro de la misteriosa
mujer que estuvo a mi lado, en el lecho, sin que yo lo supiera,
y el río con su lenta corriente musculosa
a través de cada mueble, cada objeto y cada gesto
de quien me ve parir, ¡oh Dios mío!

Un instante más aún en el suelo que pisé,
en el aire de mi respiración
sofocada por el amor, en los vestigios de la pasión,
con cuanto -mosca o sol- me deslumbró en este extraño
planeta, donde perdure año tras año, presintiendo
este límite de espumas, este revuelto torbellino
de la despedida, yo, que tanto fui deslumbrado
por centelleante atracción de la tierra,
por cuanto fue caricia o solamente un espejismo del mundo
es mi destino.

Así, pues, despidiéndome de los caballos, de la canoa,
los pájaros, el gato y sus costumbres. Déjame
una vez más mirar las flores y la lluvia. Es éste
el trágico instante en que uno descubre
el delirio misterioso de las cosas, sus raíces secretas,
el instante supremo de decir adiós.
a cuanto se adoró en esta vida.






Enrique Molina



sábado, marzo 25, 2017

Adieu To A Soldier


Adieu, O soldier! 
You of the rude campaigning, (which we shared,)
The rapid march, the life of the camp,
The hot contention of opposing fronts- the long manoeuver,
Red battles with their slaughter,- the stimulus- the strong, terrific
game,
Spell of all brave and manly hearts- the trains of Time through you,
and like of you, all fill'd,
With war, and war's expression.

Adieu, dear comrade!
Your mission is fulfill'd- but I, more warlike,
Myself, and this contentious soul of mine,

Still on our own campaigning bound,
Through untried roads, with ambushes, opponents lined,
Through many a sharp defeat and many a crisis- often baffled,
Here marching, ever marching on, a war fight out- aye here,
To fiercer, weightier battles give expression.






Walt Whitman





miércoles, marzo 22, 2017

Vientos Del Pueblo Me Llevan


Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.
Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.





Miguel Hernández & Pabellón de Palabras & Vientos Del Pueblo Me Llevan



Miguel Hernández



martes, marzo 21, 2017

The Season Of Phantasmal Peace


Then all the nations of birds lifted together
the huge net of the shadows of this earth
in multitudinous dialects, twittering tongues,
stitching and crossing it. They lifted up
the shadows of long pines down trackless slopes,
the shadows of glass-faced towers down evening streets,
the shadow of a frail plant on a city sill—
the net rising soundless as night, the birds' cries soundless, until
there was no longer dusk, or season, decline, or weather,
only this passage of phantasmal light
that not the narrowest shadow dared to sever.

And men could not see, looking up, what the wild geese drew,
what the ospreys trailed behind them in silvery ropes
that flashed in the icy sunlight; they could not hear
battalions of starlings waging peaceful cries,
bearing the net higher, covering this world
like the vines of an orchard, or a mother drawing
the trembling gauze over the trembling eyes
of a child fluttering to sleep;
                                                    it was the light
that you will see at evening on the side of a hill
in yellow October, and no one hearing knew
what change had brought into the raven's cawing,
the killdeer's screech, the ember-circling chough
such an immense, soundless, and high concern
for the fields and cities where the birds belong,
except it was their seasonal passing, Love,
made seasonless, or, from the high privilege of their birth,
something brighter than pity for the wingless ones
below them who shared dark holes in windows and in houses,
and higher they lifted the net with soundless voices
above all change, betrayals of falling suns,
and this season lasted one moment, like the pause
between dusk and darkness, between fury and peace,
but, for such as our earth is now, it lasted long.






Derek Walcott


viernes, marzo 17, 2017

Alone

Lying, thinking
Last night
How to find my soul a home
Where water is not thirsty
And bread loaf is not stone
I came up with one thing
And I don’t believe I’m wrong
That nobody,
But nobody
Can make it out here alone.

Alone, all alone
Nobody, but nobody
Can make it out here alone.

There are some millionaires
With money they can’t use
Their wives run round like banshees
Their children sing the blues
They’ve got expensive doctors
To cure their hearts of stone.
But nobody
No, nobody 
Can make it out here alone.

Alone, all alone
Nobody, but nobody
Can make it out here alone.

Now if you listen closely
I’ll tell you what I know
Storm clouds are gathering
The wind is gonna blow
The race of man is suffering
And I can hear the moan,
Cause nobody, But nobody
Can make it out here alone.

Alone, all alone
Nobody, but nobody
Can make it out here alone.








Maya Angelou



jueves, marzo 16, 2017

Do Jeito Que O Rei Mandou


Sorria!
Meu bloco vem bem, descendo a cidade
Vai haver Carnaval de verdade
O samba não se acabou

Sorria!
Que o samba mata a tristeza da gente
Quero ver o meu povo contente
Do jeito que o rei mandou


Bate lata, bate surdo
Agogô e tamborim
Bate fundo no meu peito
Um amor que não tem fim
E pra não cair da escada
Bate o prego, meu senhor
Bate o pé, mas bate tudo
Do jeito que o rei mandou.










João Nogueira




Para Bárbara


Acuérdate Bárbara
Llovía sin cesar en Brest aquél día
Y marchabas sonriente
Dichosa embelesada empapada
Bajo la lluvia

Acuérdate Bárbara
Llovía sin cesar en Brest
Y me crucé contigo en la calle de Siam
Sonreías
Y yo también sonreía

Acuérdate Bárbara
Tú a quién yo no conocía
Tú que no me conocías
Acuérdate
Acuérdate pese a todo aquél día
No lo olvides

Un hombre se cobijaba en un portal
Y gritó tu nombre
Bárbara
Y corriste hacia él bajo la lluvia
Empapada embelesada dichosa
Y te echaste en sus brazos

Acuérdate de eso Bárbara
Y no te ofendas si te tuteo
Yo tuteo a todos los que amo
Aunque los haya visto sólo una vez
Tuteo a todos los que se aman
Aunque no los conozca

Acuérdate Bárbara
No olvides
Esa lluvia buena y feliz
Sobre tu rostro feliz
Sobre esa ciudad feliz
Esa lluvia sobre el mar
Sobre el arsenal
Sobre el banco d'Ouessant

Oh Bárbara
Menuda estupidez la guerra
Qué has llegado a ser ahora
Bajo esta lluvia de hierro
De fuego de acero de sangre
Y el hombre aquel que te estrechaba entre sus brazos
Amorosamente
Quizás ha muerto o desaparecido o vive todavía

Oh Bárbara
Llueve sin cesar en Brest
Como solía llover en otro tiempo
Pero no es lo mismo y todo está estropeado
Es lluvia desconsolada de duelo espantoso
Ni siquiera es ya tormenta
De hierro de acero de sangre
Simplemente nubes
Que revientan como perros
Perros que desaparecen
En el remanso de Brest
Y van a pudrirse lejos
Lejos muy lejos de Brest
Donde ya no queda nada.




El puerto destruido en 1944. (Archivos de Brest)


Jacques Prévert

Versión de C. Deplois




Barbara


Rappelle-toi Barbara
Il pleuvait sans cesse sur Brest ce jour-là
Et tu marchais souriante
Épanouie ravie ruisselante
Sous la pluie
Rappelle-toi Barbara
Il pleuvait sans cesse sur Brest
Et je t'ai croisée rue de Siam
Tu souriais
Et moi je souriais de même
Rappelle-toi Barbara
Toi que je ne connaissais pas
Toi qui ne me connaissais pas
Rappelle-toi
Rappelle-toi quand même jour-là
N'oublie pas
Un homme sous un porche s'abritait
Et il a crié ton nom
Barbara
Et tu as couru vers lui sous la pluie
Ruisselante ravie épanouie
Et tu t'es jetée dans ses bras
Rappelle-toi cela Barbara
Et ne m'en veux pas si je te tutoie
Je dis tu à tous ceux que j'aime
Même si je ne les ai vus qu'une seule fois
Je dis tu à tous ceux qui s'aiment
Même si je ne les connais pas
Rappelle-toi Barbara
N'oublie pas
Cette pluie sage et heureuse
Sur ton visage heureux
Sur cette ville heureuse
Cette pluie sur la mer
Sur l'arsenal
Sur le bateau d'Ouessant
Oh Barbara
Quelle connerie la guerre
Qu'es-tu devenue maintenant
Sous cette pluie de fer
De feu d'acier de sang
Et celui qui te serrait dans ses bras
Amoureusement
Est-il mort disparu ou bien encore vivant
Oh Barbara
Il pleut sans cesse sur Brest
Comme il pleuvait avant
Mais ce n'est plus pareil et tout est abimé
C'est une pluie de deuil terrible et désolée
Ce n'est même plus l'orage
De fer d'acier de sang
Tout simplement des nuages
Qui crèvent comme des chiens
Des chiens qui disparaissent
Au fil de l'eau sur Brest
Et vont pourrir au loin
Au loin très loin de Brest
Dont il ne reste rien.




Le port détruit en 1944 (Archives de Brest)


Jacques Prévert




miércoles, marzo 15, 2017

Oda A Unas Palomas


Qué divertidas son
Estas palomas que se burlan de todo
Con sus pequeñas plumas de colores
Y sus enormes vientres redondos.
Pasan del comedor a la cocina
Como hojas que dispersa el otoño
Y en el jardín se instalan a comer
Moscas, de todo un poco,
Picotean las piedras amarillas
O se paran en el lomo del toro:
Más ridículas son que una escopeta
O que una rosa llena de piojos.
Sus estudiados vuelos, sin embargo,
Hipnotizan a mancos y cojos
Que creen ver en ellas
La explicación de este mundo y el otro.
Aunque no hay que confiarse porque tienen
El olfato del zorro,
La inteligencia fría del reptil
Y la experiencia larga del loro.
Más hipnóticas son que el profesor
Y que el abad que se cae de gordo.
Pero al menor descuido se abalanzan
Como bomberos locos,
Entran por la ventana al edificio
Y se apoderan de la caja de fondos.

A ver si alguna vez
Nos agrupamos realmente todos
Y nos ponemos firmes
Como gallinas que defienden sus pollos.






Nicanor Parra


martes, marzo 14, 2017

Concordancias: Las Personas Del Verbo


Una vez
Y por breve tiempo
Hace mucho tiempo
Tú y yo
Fuimos de pronto hasta muy adentro
Nosotros.


«Nosotros dos» podía yo decir
En las horas voraces que fueron nuestras.


Desde hace tiempo
Si hablo de ti
Sólo puedo emplear
La tercera persona: Ella.


El yo empobrecido se hunde
Entre las concordancias de la Nada.




José Emilio Pacheco

Axolotl


Hubo un tiempo en que yo pensaba mucho en los axolotl. Iba a verlos al acuario del Jardin des Plantes y me quedaba horas mirándolos, observando su inmovilidad, sus oscuros movimientos. Ahora soy un axolotl.


El azar me llevó hacia ellos una mañana de primavera en que París abría su cola de pavo real después de la lenta invernada. Bajé por el bulevar de Port-Royal, tomé St. Marcel y L'Hôspital, vi los verdes entre tanto gris y me acordé de los leones. Era amigo de los leones y las panteras, pero nunca había entrado en el húmedo y oscuro edificio de los acuarios. Dejé mi bicicleta contra las rejas y fui a ver los tulipanes. Los leones estaban feos y tristes y mi pantera dormía. Opté por los acuarios, soslayé peces vulgares hasta dar inesperadamente con los axolotl. Me quedé una hora mirándolos y salí, incapaz de otra cosa.

En la biblioteca Sainte-Geneviève consulté un diccionario y supe que los axolotl son formas larvales, provistas de branquias, de una especie de batracios del género amblistoma. Que eran mexicanos lo sabía ya por ellos mismos, por sus pequeños rostros rosados aztecas y el cartel en lo alto del acuario. Leí que se han encontrado ejemplares en África capaces de vivir en tierra durante los períodos de sequía, y que continúan su vida en el agua al llegar la estación de lluvias. Encontré su nombre español, ajolote, la mención de que son comestibles y que su aceite se usaba (se diría que no se usa más) como el de hígado de bacalao.
No quise consultar obras especializadas, pero volví al día siguiente al Jardin des Plantes. Empecé a ir a todas las mañanas, a veces de mañana y de tarde. El guardián de los acuarios sonreía perplejo al recibir el billete. Me apoyaba en la barra de hierro que bordea los acuarios y me ponía a mirarlos. No hay nada de extraño en esto, porque desde el primer momento comprendí que estábamos vinculados, que algo infinitamente perdido y distante seguía sin embargo uniéndonos. Me había bastado detenerme aquella primera mañana ante el cristal donde unas burbujas corrían en el agua. Los axolotl se amontonaban en el mezquino y angosto (sólo yo puedo saber cuán angosto y mezquino) piso de piedra y musgo del acuario. Había nueve ejemplares, y la mayoría apoyaba la cabeza sobre el cristal, mirando con sus ojos de oro a los que se acercaban. Turbado, casi avergonzado, sentí como una impudicia asomarme a esas figuras silenciosas e inmóviles aglomeradas en el fondo del acuario. Aislé mentalmente una, situada a la derecha y algo separada de las otras, para estudiarla mejor. Vi un cuerpecito rosado y como translúcido (pensé en las estuatillas chinas de cristal lechoso), semejante a un pequeño lagarto de quince centímetros, terminado en una cola de pez de una delicadeza extraordinaria, la parte más sensible de nuestro cuerpo. Por el lomo le corría una aleta transparente que se fusionaba con la cola, pero lo que más me obsesionó fueron las patas, de una finura sutilísima, acabadas en menudos dedos, en uñas minuciosamente humanas. Y entonces descubrí sus ojos, su cara. Un rostro inexpresivo, sin otro rasgo que los ojos, dos orificios como cabezas de alfiler, enteramente de un oro transparente, carentes de toda vida pero mirando, dejándose penetrar por mi mirada que parecía pasar a través del punto áureo y perderse en un diáfano misterio interior. Un delgadísimo halo negro rodeaba el ojo y lo inscribía en la carne rosa, en la piedra rosa de la cabeza vagamente triangular pero con lados curvos e irregulares, que le daban una total semejanza con una estatuilla corroída por el tiempo. La boca estaba disimulada por el plano triangular de la cara, sólo de perfil se adivinaba su tamaño considerable; de frente una fina hendidura rasgaba apenas la piedra sin vida. A ambos lados de la cabeza, donde hubieran debido estar las orejas, le crecían tres ramitas rojas como de coral, una excrecencia vegetal, las branquias, supongo. Y era lo único vivo en él, cada diez o quince segundos las ramitas se enderezaban rígidamente y volvían a bajarse. A veces una pata se movía apenas, yo veía los diminutos dedos posándose con suavidad en el musgo. Es que no nos gusta movernos mucho, y el acuario es tan mezquino; apenas avanzamos un poco nos damos con la cola o la cabeza de otro de nosotros; surgen dificultades, peleas, fatiga. El tiempo se siente menos si nos estamos quietos.
Fue su quietud lo que me hizo inclinarme fascinado la primera vez que vi a los axolotl. Oscuramente me pareció comprender su voluntad secreta, abolir el espacio y el tiempo con una inmovilidad indiferente. Después supe mejor, la contracción de las branquias, el tanteo de las finas patas en las piedras, la repentina natación (algunos de ellos nadan con la simple ondulación del cuerpo) me probó que eran capaces de evadirse de ese sopor mineral en que pasaban horas enteras. Sus ojos, sobre todo, me obsesionaban. Al lado de ellos, en los restantes acuarios, diversos peces me mostraban la simple estupidez de sus hermosos ojos semejantes a los nuestros. Los ojos de los axolotl me decían de la presencia de una vida diferente, de otra manera de mirar. Pegando mi cara al vidrio (a veces el guardián tosía, inquieto) buscaba ver mejor los diminutos puntos áureos, esa entrada al mundo infinitamente lento y remoto de las criaturas rosadas. Era inútil golpear con el dedo en el cristal, delante de sus caras; jamás se advertía la menor reacción. Los ojos de oro seguían ardiendo con su dulce, terrible luz; seguían mirándome, desde una profundidad insondable que me daba vértigo.

Y sin embargo estaban cerca. Lo supe antes de esto, antes de ser un axolotl. Lo supe el día en que me acerqué a ellos por primera vez. Los rasgos antropomórficos de un mono revelan, al revés de lo que cree la mayoría, la distancia que va de ellos a nosotros. La absoluta falta de semejanza de los axolotl con el ser humano me probó que mi reconocimiento era válido, que no me apoyaba en analogías fáciles. Sólo las manecitas… Pero una lagartija tiene también manos así, y en nada se nos parece. Yo creo que era la cabeza de los axolotl, esa forma triangular rosada con los ojillos de oro. Eso miraba y sabía. Eso reclamaba. No eran animales.
Parecía fácil, casi obvio, caer en la mitología. Empecé viendo en los axolotl una metamorfosis que no conseguía anular una misteriosa humanidad. Los imaginé conscientemente, esclavos de su cuerpo, infinitamente condenados a un silencio abisal, a una reflexión desesperada. Su mirada ciega, el diminuto disco de oro inexpresivo y sin embargo terriblemente lúcido, me penetraba como un mensaje: «Sálvanos, sálvanos.» Me sorprendía musitando palabras de consuelo, transmitiendo pueriles esperanzas. Ellos seguían mirándome, inmóviles; de pronto las ramillas rosadas de las branquias se enderezaban. En ese instante yo sentía como un dolor sordo; tal vez me veían, captaban mi esfuerzo por penetrar en lo impenetrable de sus vidas. No eran seres humanos, pero en ningún animal había encontrado una relación tan profunda conmigo. Los axolotl eran como testigos de algo, y a veces como horribles jueces. Me sentía innoble frente a ellos; había una pureza tan espantosa en esos ojos transparentes. Eran larvas, pero larva quiere decir máscara y también fantasma. Detrás de esas caras aztecas, inexpresivas y sin embargo de una crueldad implacable, ¿qué imagen esperaba su hora?
Les temía. Creo que de no haber sentido la proximidad de otros visitantes y del guardián, no me hubiese atrevido a quedarme solo con ellos. «Usted se los come con los ojos», me decía riendo el guardián, que debía suponerme un poco desequilibrado. No se daba cuenta de lo que eran ellos los que me devoraban lentamente por los ojos, en un canibalismo de oro. Lejos del acuario no hacía más que pensar en ellos, era como si me influyeran a distancia. Llegué a ir todos los días, y de noche los imaginaba inmóviles en la oscuridad, adelantando lentamente una mano que de pronto encontraba la de otro. Acaso sus ojos veían en plena noche, y el día continuaba para ellos indefinidamente. Los ojos de un axolotl no tienen párpados.
Ahora sé que no hubo nada de extraño, que eso tenía que ocurrir. Cada mañana, al inclinarme sobre el acuario, el reconocimiento era mayor. Sufrían, cada fibra de mi cuerpo alcanzaba ese sufrimiento amordazado, esa tortura rígida en el fondo del agua. Espiaban algo, un remoto señorío aniquilado, un tiempo de libertad en que el mundo había sido de los axolotl. No era posible que una expresión tan terrible, que alcanzaba a vencer la inexpresividad forzada de sus rostros de piedra, no portara un mensaje de dolor, la prueba de esa condena eterna, de ese infierno líquido que padecían. Inútilmente quería probarme que mi propia sensibilidad proyectaba en los axolotl una conciencia inexistente. Ellos y yo sabíamos. Por eso no hubo nada de extraño en lo que ocurrió. Mi cara estaba pegada al vidrio del acuario, mis ojos trataban una vez más de penetrar el misterio de esos ojos de oro sin iris y sin pupila. Veía de muy cerca la cara de un axolotl inmóvil junto al vidrio. Sin transición, sin sorpresa, vi mi cara contra el vidrio, la vi fuera del acuario, la vi del otro lado del vidrio. Entonces mi cara se apartó y yo comprendí.
Sólo una cosa era extraña: seguir pensando como antes, saber. Darme cuenta de eso fue en el primer momento como el horror del enterrado vivo que despierta a su destino. Afuera, mi cara volvía a acercarse al vidrio, veía mi boca de labios apretados por el esfuerzo de comprender a los axolotl. Yo era un axolotl y sabía ahora instantáneamente que ninguna comprensión era posible. Él estaba fuera del acuario, su pensamiento era un pensamiento fuera del acuario. Conociéndolo, siendo él mismo, yo era un axolotl y estaba en mi mundo. El horror venía —lo supe en ese momento— de creerme prisionero en un cuerpo de axolotl, transmigrado a él con mi pensamiento de hombre, enterrado vivo en un axolotl, condenado a moverme lúcidamente entre criaturas insensibles. Pero aquello cesó cuando una pata vino a rozarme la cara, cuando moviéndome apenas a un lado vi a un axolotl junto a mí que me miraba, y supe que también él sabía, sin comunicación posible pero tan claramente. O yo estaba también en él, o todos nosotros pensábamos como un hombre, incapaces de expresión, limitados al resplandor dorado de nuestros ojos que miraban la cara del hombre pegada al acuario.
Él volvió muchas veces, pero viene menos ahora. Pasa semanas sin asomarse. Ayer lo vi, me miró largo rato y se fue bruscamente. Me pareció que no se interesaba tanto por nosotros, que obedecía a una costumbre. Como lo único que hago es pensar, pude pensar mucho en él. Se me ocurre que al principio continuamos comunicados, que él se sentía más que nunca unido al misterio que lo obsesionaba. Pero los puentes están cortados entre él y yo, porque lo que era su obsesión es ahora un axolotl, ajeno a su vida de hombre. Creo que al principio yo era capaz de volver en cierto modo a él —ah, sólo en cierto modo— y mantener alerta su deseo de conocernos mejor. Ahora soy definitivamente un axolotl, y si pienso como un hombre es sólo porque todo axolotl piensa como un hombre dentro de su imagen de piedra rosa. Me parece que de todo esto alcancé a comunicarle algo en los primeros días, cuando yo era todavía él. Y en esta soledad final, a la que él ya no vuelve, me consuela pensar que acaso va a escribir sobre nosotros, creyendo imaginar un cuento va a escribir todo esto sobre los axolotl.




Julio Cortázar


viernes, marzo 10, 2017

Le Ruisseau


Beaucoup d'eau a passé sous le pont
et aussi énormément de sang
Mais aux pieds de l'amour
coule un grand ruisseau blanc
Et dans les jardins de la lune
où tous les jours c'est ta fête
ce ruisseau chante en dormant
Et cette lune c'est ma tête
où tourne un grand soleil bleu
Et ce soleil c'est tes yeux



Jacques Prévert 

El Arroyo


Ha pasado mucha agua bajo los puentes
y enormes cantidades de sangre
Pero a los pies del amor
corre un gran arroyo blanco
Y en los jardines de la luna
en los que cada día se celebra tu fiesta
ese arroyo canta mientras duerme
Y esa luna es mi cabeza
donde gira un enorme sol azul
Y ese sol son tus ojos


Jacques Prévert

Versión de Aldo Pellegrini


jueves, marzo 09, 2017

Tu boca viene a mí, solo tu boca...


Tu boca viene a mí, solo tu boca.
Viene volando,
libélula de sangre, llamarada
que enciende ésta mi noche de ceniza.
Toda la sal del mar habita en ella,
todo el rumor del mar,
toda la espuma.
Boca para los besos dibujada,
donde duerme tu lengua tentadora.
Todo el vino del mundo está en tu boca,
todo el pecado
y la inocencia toda.
Boca que calla y cuando dice, oculta.
Capaz de toda la verdad tu boca,
de toda la verdad y la mentira.
Ríe tu boca y se despierta el día.
(Relámpagos de nieve hay en tu risa).
Como un tropel de potros me atropellan
los besos de tu boca deliciosa;
tu boca, mariposa equivocada,
tu boca ajena que se desdibuja
en mi noche de círculo y ceniza.





Piedad Bonnett


martes, marzo 07, 2017

La Flecha


        No importa que la flecha no alcance el blanco
Mejor así
        No capturar ninguna presa
        No hacerle daño a nadie
pues lo importante
es el vuelo la trayectoria el impulso 

        el tramo de aire recorrido en su ascenso
        la oscuridad que desaloja al clavarse
vibrante
        en la extensión de la nada







José Emilio Pacheco

Alta Traición


No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
fortalezas,
una ciudad deshecha,
gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
-y tres o cuatro ríos.








José Emilio Pacheco



domingo, marzo 05, 2017

¿Deseas Que Te Amen?


¿Deseas que te amen? No pierdas, pues,
el rumbo de tu corazón.
Sólo aquello que eres has de ser
y aquello que no eres, no.
Así, en el mundo, tu modo sutil,
tu gracia, tu bellísimo ser,
serán objeto de elogio sin fin
y el amor... un sencillo deber.



Edgar Allan Poe

Versión de Andrés Ehrenhaus

sábado, marzo 04, 2017

Minha Missão


Quando eu canto
É para aliviar meu pranto
E o pranto de quem já

Tanto sofreu
Quando eu canto
Estou sentindo a luz de um santo
Estou ajoelhando
Aos pés de Deus

Canto para anunciar o dia
Canto para amenizar a noite
Canto pra denunciar o açoite
Canto também contra a tirania

Canto porque numa melodia
Acendo no coração do povo
A esperança de um mundo novo
E a luta para se viver em paz!

Do poder da criação
Sou continuação
E quero agradecer
Foi ouvida minha súplica

Mensageiro sou da música
O meu canto é uma missão
Tem força de oração
E eu cumpro o meu dever

Aos que vivem a chorar
Eu vivo pra cantar
E canto pra viver

Quando eu canto, a morte me percorre
E eu solto um canto da garganta
Que a cigarra quando canta morre
E a madeira quando morre, canta!









João Nogueira, Paulo Cesar Pinheiro





viernes, marzo 03, 2017

Largo Día De Cólera


En el corazón del silencio
los hombres clavan sus pasos.

Cada talón golpea la bigomia del mundo.
Se tejen las pisadas en collares de fuga
y el tiempo, castigado de invisibles otoños,
en los caminos hace llover sus hojas muertas.

En el uso del hombre se fatiga el silencio.
Las rutas envejecen con el paso del hombre.

¡La luz abrió sus párpados un día!
El sol gimnasta pudo saltar la cuerda floja
de un horizonte niño.

Sobre el navío errante de las noches
el Milagro calzó grandes botas piratas.

Un dios-viento solía desmontar junto al hombre
y ataba su caballo de música en la tierra:
contrabandista de pájaros
o arriero de tormentas,
contó sus episodios en la ruta del aire.

Nombraba lejanías durmientes en cunas de estupor,
sin desflorar aún y deseosas de una torpe violencia.
el mar enfático, inventor de génesis,
y un Secreto que ansiaba deshojarse
igual que una rosa bien madura de amor...

Pintaba silencios curvados en sed de gritos.
Una gran soledad que tendía sus ramas
hacia los cuatro puntos cardinales del sueño.
Y una tierra en cuyos ojos lucientes
colgaban las últimas gotas de la Primera Noche...

El viento fue la tentación del viaje:
Zumbaban los planetas como siete moscas;
a los pies del hombre yacía intacto el carretel de la distancia;
y los ríos dijeron ya sus ripiosas verdades
con las barbas proféticas al sol.

Así los hombres músicos
encordaron la tierra de caminos:

¡Mástil empavesado de mañanas!
¡Caballos que redoblan lejanías!
El silencio juntó las pisadas del mundo...

En el corazón del silencio
los hombres hunden sus cantos.

El silencio es la rama
donde se emboscan todos los pájaros de música.

Ballesta de palabras que se curvó en el odio
y en el amor, ¡qué importa!
Besos podridos en el árbol
de un otoño de fiebre.
¡Hilo de risas para atar el tiempo,
roto en las viejas manos de una hora!

¡El motivo no importa! Fabricamos campanas
que muerdan el silencio
y el mundo es un pandero que se quiebra en tus puños
o en mis fuertes rodillas.

Cantamos a la vida y a la muerte
¡y el motivo no importa!
Nuestra oración patina la cara de los dioses
o revienta los ojos preñados de la lluvia...

¡Lo esencial es romper el silencio y el agua
de los grandes mutismos!

Y el silencio es un buey que se arrodilla
fustigado de voces.

Yo anuncio un largo día de cólera.
Y entonces,
de pie, gesticulando como un dios,
apretará su hinchado corazón el silencio,
fruto de todas las palabras muertas.

El mar extenderá sus puños de agua
sobre una floración de ciudades atónitas.

Viejo trompo sin niños,
en un rincón de noche se detendrá la tierra.

Y un dios color de algas
ha de amasar el barro de otro mundo sin voces
ante una gran frescura de diluvio...





Leopoldo Marechal


Credo A La Vida


Creo en la vida todopoderosa,
en la vida que es luz, fuerza y calor;
porque sabe del yunque y de la rosa
creo en la vida todopoderosa
y en su sagrado hijo, el buen Amor.

Tal vez nació cual el vehemente sueño
del numen de un espíritu genial;
brusca la senda, el porvenir risueño,
nació tal vez cual el vehemente sueño
de un apóstol que busca un ideal.

Padeció, la titán, bajo los yugos
de una falsa y mezquina religión;
veinte siglos se hicieron sus verdugos
y aún padece, titán, bajo sus yugos
esperando la luz de la razón.

Fue en la humana estultez crucificada;
murió en el templo y resurgió en la luz...
¡Y, desde allí, vendrá como una espada,
contra esa Fe que germinó en la nada,
contra ese dios que enmascaró la cruz!

Creo en la carne que pecando sube,
creo en la Vida que es el Mal y el Bien;
la gota de agua del pantano es nube.
Creo en la carne que pecando sube
y en el Amor que es Dios.


¡Por siempre amén!





Leopoldo Marechal


jueves, marzo 02, 2017

Las Tonalidades De La Ira


Déjenme hablar mi lengua árabe
antes de que también sea ocupada.
Déjenme hablar mi lengua materna
antes de que también colonicen su memoria.
Yo soy una mujer árabe de color
y nosotras venimos en todas
las tonalidades de la ira.

Lo único que mi abuelo siempre quiso hacer
era levantarse al amanecer,
mirar a mi abuela Nily rezar en un pueblo
escondido entre Jaffa y Haifa.
Mi madre nació bajo un olivo
en la tierra que dicen que ya no es mía.
Pero cruzaré sus barreras,
sus locos muros del apartheid,
y volveré a mi hogar.

Yo soy una mujer árabe de color
y nosotras venimos en todas
las tonalidades de la ira.
¿Escucharon a mi hermana gritando ayer,
cuando daba a luz en un control militar,
con los soldados israelíes
buscando entre sus piernas
la próxima amenaza demográfica?
A su hija la llamó Jenin.
¿Y escucharon a alguien gritar tras las rejas
mientras la gaseaban?
Estamos volviendo a Palestina.

Yo soy una mujer árabe de color
y nosotras venimos en todas
las tonalidades de la ira.
¿Me dices que esta mujer que hay dentro de mí
sólo te traerá tu próximo terrorista?
Barbudo, armado, pañuelo en la cabeza, negro.
¿Me dices que yo envío mis hijos a morir?
Pero esos son tus helicópteros, tus F-16...
¡En nuestro cielo!
Y hablemos un poco sobre este
negocio del terrorismo:
¿No fue la CIA la que mató a Allende,
y a Lumumba?
¿Y quién entrenó a Osama en Afganistán?
Mis abuelos no vestían como payasos
con capas blancas y gorros puntiagudos
para linchar a personas negras.

Yo soy una mujer árabe de color
y nosotras venimos en todas
las tonalidades de la ira.
¿Preguntas qué hace esta mujer oscura
gritando en la manifestación?
Disculpa, ¿no debería gritar?
¿Olvidé ser cada uno de tus sueños orientales?
El genio de la botella,
la bailarina del vientre,
la chica del harén,
la voz suave,
mujer árabe,
sí amo,
no amo,
gracias por los sandwiches de manteca de maní
que nos lanzan desde los F-16, amo.
Sí, mis libertadores están aquí
para matar a mis hijos,
a los que luego llamarán"daños colaterales".

Yo soy una mujer árabe de color
y nosotras venimos en todas
las tonalidades de la ira.
Así que déjame decirte
que esta mujer que habita dentro de mí
sólo te traerá tu próximo rebelde.
Ella llevará una piedra en una mano
y la bandera palestina en la otra.
Yo soy una mujer árabe de color.
Ten cuidado,
ten cuidado.
Mi ira.






Rafeef Ziadah


miércoles, marzo 01, 2017

Musique Negre

Vous êtes sur Banlieusards FM

Président d'une radio, plus grossière que courtoise, Henry de Lesquen souhaite devenir le prochain Président des Français.Dans sa parodie de programme, il propose de bannir la Musique Nègre des médias, soutenus, ou autorisés par l'État. Évidemment, pour lui, le rap, cette musique "immonde", c'est de la musique nègre

Michel Audiard écrivait : "les cons, ça ose tout, et c'est même à ça qu'on les reconnaît"

Ces propos n'ont pas laissé indifférent le monde du rap. "Musique Nègre" c'est donc le titre de la nouvelle chanson du rappeur Kery James, l'auteur du très dérangeant, mais fédérateur, "Racailles". Accompagné du Prim's Parolier et de Lino, Kery James répond à Henry de Lesquen, et le moins que l'on puisse dire c'est que le poète noir ne tire pas à blanc




[Couplet 1 : Kery James]

Un mec qui écrit pour les autres, ils appellent ça un nègre
Un Noir qui plane au-dessus d'eux, j'appelle ça un aigle
J'ai fait un cauchemar, Martin Luther un rêve
Dans mon cauchemar, j'avais giflé Michel Leeb
Les grosses lèvres les plus célèbres
Je me sens beau, noir, je m'élève, jusqu'au high level

[Couplet 2 : Lino]
High level, la foule on lève
La merde j'la fous entre Chaka Zoulou et Twelve Year a Slave
Mon art c'est la sève, garde tes "Yes we can"
Si tu me réduis à la danse, au Kentucky Fried Chicken
Négro j'dérange, j'suis le nez du sphinx explosé
Comme Huey P. Newton, calibré sur un trône en osier


[Couplet 3 : Youssoupha & Kery James]
Je suis revenu choquer leurs ghotas
Brise les quotas de la France profonde
Tricart comme Joker sur Gotham
Comme un gros tag sur la Joconde
Je raconte que les Antilles sont pillées par la métropole
Que mon Africa est bien trop forte
Et que la flicaille est souvent négrophobe
Forte est ma musique, imagine, fuck les codes Illuminatis
Ici pas de négros fragiles, rouges, jaunes, vert-kaki
Le cul posé, j'ai pris votre place, je me prends pour Rosa Parks
Je me prends pour Toussaint Louverture bottant le cul de Bonaparte

[Refrain : Lino, Kery James & Youssoupha]
Musique nègre
Pas calibrée pour la FM, on fait de la musique nègre
Quelle insolence!
Musique nègre
Garde tes « Yes we can », on fait de la musique nègre
Je suis revenu choquer leurs ghotas, choquer leurs ghotas
Musique nègre
Pas calibrée pour la FM, on fait de la musique nègre
Quelle insolence !
Musique nègre
Garde tes "Yes we can"

[Couplet 4 : Kery James]
Sur le boulevard de la vie, je suis dans l'angle mort
Un nègre qui les défie est un nègre mort
Depuis le bruit et l'odeur je sens que je dérange la France
Je fais un tour chez Guerlain, je mets du parfum de violence
Quelle arrogance, quelle insolence
Comme Sarkozy à Dakar, je choque l'assistance
Je me sens pas plus Européen que la livre sterling
Je fais mon négrocide au sol comme Malcolm Sterling
À trop respirer le rejet, j'ai le poumon perforé
Je pourrais mourir d'infection comme un Traoré
Des négrophobes comme Alain Soral dans un texto
Partout sur le globe, c'est chaud d'être un négro
Les histoires deviennent des...

[Couplet 5 : Lino]
Les histoires deviennent des légendes
Les légendes deviennent des mythes
Je roule des bâtons dans les jantes, Noirs, Kémites
Sale noir, faucheuse
Je dépasse les limites
J'emprunte les voies rocheuses
Je brûle comme le soleil à son zénith
Accrocheuse ma zic a le majeur levée
Regarde à quoi on me cantonne, le vrai du faux, je démêle
Sombre attitude comme ces nègres sortis de Compton
Et d'après le Vatican, j'ai mérité mes chaînes
Mec, si je mens, l'Enfer m'attend
Je rallume le feu de la révolte
Je brûle les bouquins de Fernand Nathan
Kery m'a dit "Bors, pas de blasphème" j'ai mis le cran de sûreté
Je rappe ma vérité nue, genre Crazy Horse
Je cogne sans les insulter
Pas calibré pour la FM, acclamé par la street
J'avance entre les croix gammées
Les croix cramées
À livrer, j'ai des millions de combats
À en choquer les forces du mal
D'en bas c'est nous la France, négro, comme Alexandre Dumas
Depuis la primaire, leur crâne encaisse pas le son du tam-tam
Musique nègre égorge le rossignol, nos gueules en prime time

[Refrain : Lino, Kery James & Youssoupha]
Musique nègre
Pas calibrée pour la FM, on fait de la musique nègre
Quelle insolence !
Musique nègre
Garde tes "Yes we can", on fait de la musique nègre
Je suis revenu choquer leurs ghotas, choquer leurs ghotas
Musique nègre
Pas calibrée pour la FM, on fait de la musique nègre
Quelle insolence !
Musique nègre
Garde tes "Yes we can"

[Couplet 6 : Youssoupha]
Musique négrière pour un feat
Là c'est Kery James qui m'invite
Secteur Ä, Tout Simplement Noir
Ménage à Trois et Mafia K'1fry
Je serai dernier s'il n'en reste qu'un
J'ai croisé des regards mesquins
Controversé dans mes versets
Comme un concert de Black M à Verdun
Puisqu'on nous critique dans nos combats
Ma négritude dans le coma
Votre presse a bien fait semblant quand Laurent Blanc parlait de quotas
Na bangaka lisusu te
Ngai na bangaka butu te
Ngai na bangaka kaka nzambe
Ngai na bangaka mutu te

[Couplet 7 : Kery James]
Neg lakay se sa mwen yé
Map rété la yo pe relé
Musique nou yo pa aimé
Coulè nou yo dénigré

[Couplet 8 : Youssoupha]
West Indies, négro radical
Haïti, royaume d'Africa
Qui va défendre tous nos écrits ?
C'est ni le CRAN, ni même la LICRA
Prim's

[Refrain : Lino, Kery James & Youssoupha]
Musique nègre
Pas calibrée pour la FM, on fait de la musique nègre
Quelle insolence !
Musique nègre
Garde tes "Yes we can", on fait de la musique nègre
Je suis revenu choquer leurs ghotas, choquer leurs ghotas
Musique nègre
Pas calibrée pour la FM, on fait de la musique nègre
Quelle insolence !
Musique nègre
Garde tes "Yes we can"








Kery James, Youssoupha Mabiki, Gaëlino M'Bani (Lino)