viernes, noviembre 15, 2019

Heterónima


Penosamente, al andar hacia el tiempo
en el mundo, me vienes siempre
con el rostro de la siempre incumplida hora.

Con esa pena digo tu nombre, Georgina:
pobre, sometido, qué más pude hacer por ti…
La necesidad apenas logró ajustarse
a la sobrevivencia que fuera entonces
(y no se podía tan poco).

Con culpa digo tu nombre, Somalia,
Ruanda, Etiopía (tantos para llamarte,
mas siempre me falta el que dé tu dimensión).

Y ese otro nombre, con rencor, sin nostalgia,
lo he pensado y casi no lo digo para afuera,
Colombia.
Pero tranquilamente no eres, inmensamente,
lo que nombro. Pesas como silencio, sí, como
certeza de aquello que los ojos no han salvado.















Gustavo Maceas