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jueves, junio 11, 2015
La Balada De Los Hombres Hambrientos
Los hombres hambrientos tienen oro
casas con retretes de mármol
y vestidos suntuosos
Pero no pueden matar el hambre y la sed
del tigre de sus ojos
Los hombres hambrientos son
en alguna forma hermosos
Por una magia mortal y execrable
sus oídos se han vuelto sordos
Pero los hombres hambrientos simulan oír
y pagan bien a los cantores
Pregonan una extraña desesperación
Han perdido el recuerdo de los humanos olores
Caminan para buscar un aroma imbuscable
el de los tallos de las flores muertas
y de los pétalos podridos
El olor que al mismo tiempo es
el olor de la muerte y el olor del nacer
Se cubre de moho el corazón
de estos hombres hambrientos
Se entrecruzan a la deriva no se ven
son muchos en movimiento
Sus mujeres lavadas en agua de caros perfumes sintéticos
adustas acechan también
aquel olor que alcanza los huesos
Si levantan las cabezas hacia cosas más altas
no distinguen otra cosa que el viento
Remeros esclavos en un gran bajel de oro
van los hombres y mujeres hambrientos…
Mario Rivero
martes, junio 09, 2015
Casi Obsceno
Si quisieras oír lo que me digo en la almohada
el rubor de tu rostro sería la recompensa
Son palabras tan íntimas como mi propia carne
que padece el dolor de tu implacable recuerdo
Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un día? Me digo:
Besaría esa boca lentamente hasta volverla roja
Y en tu sexo el milagro de una mano que baja
en el momento más inesperado y como por azar
lo toca con ese fervor que inspira lo sagrado
No soy malvado Trato de enamorarte
Intento ser sincero con lo enfermo que estoy
y entrar en el maleficio de tu cuerpo
como un río que teme al mar pero siempre muere en él
Raúl Gómez Jattin
sábado, junio 06, 2015
Apuntes Para Una Biografía
Mister Mascachicle
nació en una quinta entre bosques de trementina
perros pekineses
y sirvientas con delantales almidonados
Sus biógrafos a sueldo
cuentan
que trabajó como operario en un astillero
en su juventud
-el astillero era de su padre-
Después ingresó a las filas
y adquirió gran experiencia en costos bélicos
Lo mismo puede llamarse Goldwater
que Robert Macnamara
o Rockefeller junior
Fundan bibliotecas
y hacen donativos para la lucha contra el cáncer
porque no quieren que el prójimo sufra
Pero cuando los tractores
o los refrigeradores
no se venden bien
y hay debilidad en la Bolsa
hay que revolver el agua del río
para que los peces grandes hagan su pesca
Hay que hacer que el negro
dispare contra el blanco
y el blanco dispare contra el negro
Tomada de: Lord of War |
En algún lado tiene que surgir la llama
en algún lado se arroja un fósforo para la quema
Y se mueven los hilos
y se sueltan las grandes frases
y el Rey del Petróleo
y el Rey del Acero
y el Rey del Hierro
lo convierten todo en dólares
y sus mujeres saben lucirlos muy bien
y las dínamos cantan dólares
y los cañones cantan dólares
y las registradoras cantan dólares
y Dios se parece a Jorge Washington
y en Wall Street las cosas andan bien
-In God we trust-
Porque
con el fin de apresurar la obra del Cielo
en algún lado
son arrojados
cada minuto
1.360 kilos de bombas!
Mario Rivero
viernes, junio 05, 2015
¿El cuerpo?...
.
¿El cuerpo?
El cuerpo es un ídolo rancio
al que ofrendamos flores por costumbre.
Mil billones de fotografías
le tomaron durante este siglo
y lo han dejado exhausto.
El pobre cuerpo no resiste una prenda más,
un desnudo más, una pose más.
Habría que embalsamarlo,
enterrarlo en un sarcófago
y preservarlo un milenio de toda mirada
mientras recupera su alma.
John Galán Casanova
lunes, junio 01, 2015
Sobre La Religión
En el archipiélago estelar en el que no somos ni partículas
En el estrecho límite del satélite de la modesta estrella
que nos perpetró
No alcanzamos a imaginar siquiera
la majestuosidad cósmica
cuyos límites perdimos en el abismo
de la Metagalaxia
Pero somos parte de la fiesta
(Microscópica parte pero parte)
Y aunque ignoramos casi todo
no desconocemos que en algún lugar de nuestra cabeza otro
archipiélago estelar nos hará inmortales
como ahora nos hace vulnerables.
Gustavo Pereira
jueves, mayo 21, 2015
miércoles, mayo 20, 2015
Dukkha
Unos escogieron el lecho de los sin abrigo
El tálamo de los Diferentes Senderos
Otros el borde del volcán
El declive de donde no se regresa
Unos la media luna de la locura
El laberinto de los jóvenes suicidas
Otros la voluntad que no tiene más mérito que desvanecerse
en amargura o desventura
pues ambas conducen a la calle de donde nunca partió nadie
Unos vida sin tormentas ni deseos vanos
Otros vicio cortante la perversión y los alcoholes
Unos prefirieron la mácula categórica al hastío
Nosotros la refriega
Porque ni en el hondo espacio ni en el centro del océano ni en
la torva oscuridad de las grutas de la montaña ni en las calles
ni en los parques ni en los hermosos tejados del ancho mundo
hay un lugar donde no llegue la muerte.
Gustavo Pereira
domingo, mayo 17, 2015
Me Viene, Hay Días, Una Gana Ubérrima
Me viene, hay días, una gana ubérrima, política,
de querer, de besar al cariño en sus dos rostros,
y me viene de lejos un querer
demostrativo, otro querer amar, de grado o fuerza,
al que me odia, al que rasga su papel, al muchachito,
a la que llora por el que lloraba,
al rey del vino, al esclavo del agua,
al que ocultóse en su ira,
al que suda, al que pasa, al que sacude su persona en mi alma.
Y quiero, por lo tanto, acomodarle
al que me habla, su trenza; sus cabellos, al soldado;
su luz, al grande; su grandeza, al chico.
Quiero planchar directamente
un pañuelo al que no puede llorar
y, cuando estoy triste o me duele la dicha,
remendar a los niños y a los genios.
Quiero ayudar al bueno a ser su poquillo de malo
y me urge estar sentado
a la diestra del zurdo, y responder al mudo,
tratando de serle útil en
lo que puedo y también quiero muchísimo
lavarle al cojo el pie,
y ayudarle a dormir al tuerto próximo.
¡Ah querer, éste, el mío, éste, el mundial,
interhumano y parroquial, provecto!
Me viene a pelo,
desde el cimiento, desde la ingle pública,
y, viniendo de lejos, da ganas de besarle
la bufanda al cantor,
y al que sufre, besarle en su sartén,
al sordo, en su rumor craneano, impávido;
al que me da lo que olvidé en mi seno,
en su Dante, en su Chaplin, en sus hombros.
Quiero, para terminar,
cuando estoy al borde célebre de la violencia
o lleno de pecho el corazón, querría
ayudar a reír al que sonríe,
ponerle un pajarillo al malvado en plena nuca,
cuidar a los enfermos enfadándolos,
comprarle al vendedor,
ayudarle a matar al matador -cosa terrible-
y quisiera yo ser bueno conmigo
en todo.
César Vallejo
domingo, mayo 10, 2015
Lola Jattin
Más allá de la noche que titila en la infancia
Más allá incluso de mi primer recuerdo
Está Lola – mi madre – frente a un escaparate
empolvándose el rostro y arreglándose el pelo
Tiene ya treinta años de ser hermosa y fuerte
y está enamorada de Joaquín Pablo – mi viejo –
No sabe que en su vientre me oculto para cuando necesite
su fuerte vida la fuerza de la mía
Más allá de estas lágrimas que corren en mi cara
de su dolor inmenso como una puñalada
está Lola – la muerta – aún vibrante y viva
sentada en un balcón mirando los luceros
cuando la brisa de la ciénaga le desarregla
el pelo y ella se lo vuelve a peinar
con algo de pereza y placer concertados
Más allá de este instante que pasó y que no vuelve
estoy oculto yo en el fluir de un tiempo
que me lleva muy lejos y que ahora presiento
Más allá de este verso que me mata en secreto
está la vejez – la muerte – el tiempo incansable
cuando los dos recuerdos: el de mi madre y el mío
sean sólo un recuerdo solo: este verso.
Raúl Gómez Jattin
lunes, mayo 04, 2015
Un Tesoro
Para Felicia Cortiñas
Entre las flores del patio
que crecen en macetas rajadas o en latas
de conserva que han perdido el color
mi hija está jugando a encontrar
un fabuloso cofre de monedas de oro,
enterrado quién sabe por qué pirata de su imaginación.
Atareada, no me siente llegar
a las puertas de su mínimo universo.
La llamo
y sorprendida me mira, y sonríe.
Ayer, 12 de septiembre, fue su cumpleaños.
Ayer, mientras los patriotas chilenos
eran asesinados en las calles de Santiago.
Quién pudiera lejos de la furia del mal, lejos
de la venganza y el odio y la sangre y el lodo
de este momento
bajar año por año al fondo de su edad
y ayudarla a buscar
el tesoro.
Luis Rogelio Nogueras
lunes, abril 13, 2015
A Algunos Les Gusta La Poesía
A algunos,
es decir, no a todos.
Ni siquiera a la mayoría, sino a la minoría.
Sin contar las escuelas, donde es obligatorio,
y a los propios poetas,
de estas personas habrá quizá dos entre mil.
Les gusta,
Pero también gusta la sopa de fideos,
gustan los cumplidos y el color azul,
gusta un viejo chal,
gusta mantenerse en sus trece,
gusta acariciar un perro.
La poesía,
pero qué es en verdad la tal poesía
Más de una respuesta vacilante
surgió para esta pregunta.
Pero yo no lo sé, no lo sé y me aferro a eso
como a un barandal salvador.
Relativity. Por: M.C. Escher. |
Wislawa Szymborska
Traducción de Ángel Zuazo
domingo, abril 05, 2015
19 (Sexta Poesía Vertical)
Algunos de nuestros gritos
se detienen junto a nosotros
y nos miran fijamente
como si quisieran consolarnos de ellos mismos.
Algunas palabras que hemos dicho
regresan y se paran a nuestro lado
como si quisieran convencernos
de que llegaron a alguna otra parte.
Algunos de nuestros silencios
toman la forma de una mujer que nos abraza
como si quisieran secarnos
el sudor de las ternuras solitarias.
Algunas de nuestras miradas
retornan para comprobarse en nosotros
o quizá para permitir que nos miremos desde enfrente
como si quisieran demostrarnos
que lo que nos ocurre
es una copia de lo que no nos ocurre.
Hay momentos y hasta quizá una edad de nuestra imagen
en que todo cuanto sale de ella
vuelve como un espejo a confirmarla
en la propia constancia de sus líneas.
Así se va integrando
nuestro pueblo más secreto.
se detienen junto a nosotros
y nos miran fijamente
como si quisieran consolarnos de ellos mismos.
Algunas palabras que hemos dicho
regresan y se paran a nuestro lado
como si quisieran convencernos
de que llegaron a alguna otra parte.
Algunos de nuestros silencios
toman la forma de una mujer que nos abraza
como si quisieran secarnos
el sudor de las ternuras solitarias.
Algunas de nuestras miradas
retornan para comprobarse en nosotros
o quizá para permitir que nos miremos desde enfrente
como si quisieran demostrarnos
que lo que nos ocurre
es una copia de lo que no nos ocurre.
Hay momentos y hasta quizá una edad de nuestra imagen
en que todo cuanto sale de ella
vuelve como un espejo a confirmarla
en la propia constancia de sus líneas.
Así se va integrando
nuestro pueblo más secreto.
Roberto Juarroz
viernes, marzo 20, 2015
sábado, marzo 14, 2015
La punta de la lengua...
La punta de la lengua
en mi corazón
tiene un poema.
Hoy te vi ansioso,
claro, es viernes, dia
de delirio y desenfreno.
Normal.
Pero también percibí tu
afán de tener aquellas
botas.
Las de moda, claro.
Normal.
Pero también sentí
cómo te sacrificas y
abstienes de todo,
la felicidad y la vida,
ahorrando para poder
situarte en cierta escala social
y pertenecer al sistema
y ser respetado como
si la vida, la libertad y el amor tuvieran
preferencias, pero claro,
te comprendo.
Entretanto
el sol rendido
a tus pies.
Vladimir Montoya Gómez
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