miércoles, julio 12, 2017

Si el poema no nace...


Si el poema no nace, pero es real tu vida,
eres su encarnación.
Habitas
en su sombra inconquistable.
Te acompaña
diamante incumplido.



Rafael Cadenas

martes, julio 11, 2017

L'Histoire Se Répète


On a dit non à la guerre, personne n'écoute, personne n'entends
Avant tout enfant de la terre, les frontières ne sont qu'illusions
Une seule et même planète, une humanité aux milles facettes
Une humanité aux milles couleurs, une humanité qui meurt dans sa chair
On a dit non à la guerre, non à la famine, non à la peur de l'autre
Moi obéir à la hiérarchie lorsqu'elle prononce des paroles de mort
Du sud au nord, qu'est-ce qu'on honore? Quelles sont les valeurs?
L'autre est ton miroir, frapper son reflet c'est s'frapper soi-même
Et l'briser c'est plus de 7 ans de malheur, et l'histoire se répète

Et l'histoire se répète...
On a dit non à la guerre, à la guerre, à la guerre...

On a dit non!

On a dit non à la guerre, non à la spirale meurtrière
C'est toujours les civils qui payent et toujours les mêmes erreurs qu'hier
Dit moi qui a son coeur est fidèle? Et je te dirais qui pense par lui-même
A l'ombre d'une querelle millainaire, il ne tient qu'a nous pour rejoindre la lumière
On a dit non à la mort de l'autre, non à la haine, non aux rapports de forces
Non aux trouppes armées d'une vengeance à vif
Dis tes terroristes, qui leur vend leur drogue, qui leur vend leurs armes?
C'est bien plus rentable d'tirer des engins que de faire la paix
Trouver des ennemis, l'innocent meurtri deviendra demain

Et l'histoire se répète...
On a dit non à la guerre, à la guerre, à la guerre...
On a dit non!

On a dit non à la guerre, non à la perte humaine que vous dites collatérale
Non à l'exploitation de la misère qui pousse à traiter les Hommes comme des rats
La tête sous l'eau avant de voir le danger, on l'perçoit à la forme des vagues
On ne résout rien à exprimer des pulsions à la force des flammes
On a dit non à la guerre depuis qu'on a l'âge de comprendre
Part en prison pour une bagarre quand ton pays ne parle que de vengeance
L'état peut-être impitoyable, légitimise ses attaques
Avec des tas de palabres qui n'ont rien de vraies quand les bombes éclatent

Et l'histoire se répète...
On a dit non à la guerre, à la guerre, à la guerre...
On a dit non!




Keny Arkana

lunes, julio 10, 2017

Fracaso


Cuanto he tomado por victoria es sólo humo.

Fracaso, lenguaje del fondo, pista de otro espacio más exigente, difícil de entreleer es tu letra.

Cuando ponías tu marca en mi frente, jamás pensé en el mensaje que traías, más precioso que todos los triunfos.
Tu llameante rostro me ha perseguido y yo no supe que era para salvarme.
Por mi bien me has relegado a los rincones, me negaste fáciles éxitos, me has quitado salidas.
Era a mí a quien querías defender no otorgándome brillo.
De puro amor por mí has manejado el vacío que tantas noches me ha hecho hablar afiebrado a una ausente.
Por protegerme cediste el paso a otros, has hecho que una mujer prefiera a alguien más resuelto, me desplazaste de oficios suicidas.

Tú siempre has venido al quite.

Sí, tu cuerpo, escupido, odioso, me ha recibido en mi más pura forma para entregarme a la nitidez del desierto.
Por locura te maldije, te he maltratado, blasfemé contra ti.

Tú no existes.
Has sido inventado por la delirante soberbia.


¡Cuánto te debo!

Me levantaste a un nuevo rango limpiándome con una esponja áspera, lanzándome a mi verdadero campo de batalla, cediéndome las armas que el triunfo abandona.
Me has conducido de la mano a la única agua que me refleja.
Por ti yo no conozco la angustia de representar un papel, mantenerme a la fuerza en un escalón, trepar con esfuerzos propios, reñir por jerarquías, inflarme hasta reventar.
Me has hecho humilde, silencioso y rebelde.
Yo no te canto por lo que eres, sino por lo que no me has dejado ser. Por no darme otra vida. Por haberme ceñido.

Me has brindado sólo desnudez.
Cierto que me enseñaste con dureza ¡y tú mismo traías el cauterio!, pero también me diste la alegría de no temerte.

Gracias por quitarme espesor a cambio de una letra gruesa.
Gracias a ti que me has privado de hinchazones.
Gracias por la riqueza a que me has obligado.
Gracias por construir con barro mi morada.
Gracias por apartarme.
Gracias.





Rafael Cadenas


La Poesía


Y fue a esa edad... Llegó la poesía
a buscarme. No sé, no sé de dónde
salió, de invierno o río.
No sé cómo ni cuándo,
no, no eran voces, no eran
palabras, ni silencio,
pero desde una calle me llamaba,
desde las ramas de la noche,
de pronto entre los otros,
entre fuegos violentos
o regresando solo,
allí estaba sin rostro
y me tocaba.

Yo no sabía qué decir, mi boca
no sabía
nombrar,
mis ojos eran ciegos,
y algo golpeaba en mi alma,
fiebre o alas perdidas,
y me fui haciendo solo,
descifrando
aquella quemadura,
y escribí la primera línea vaga,
vaga, sin cuerpo, pura
tontería,
pura sabiduría
del que no sabe nada,
y vi de pronto
el cielo
desgranado
y abierto,
planetas,
plantaciones palpitantes,
la sombra perforada,
acribillada
por flechas, fuego y flores,
la noche arrolladora, el universo.

Y yo, mínimo ser,
ebrio del gran vacío
constelado,
a semejanza, a imagen
del misterio,
me sentí parte pura
del abismo,
rodé con las estrellas,
mi corazón se desató en el viento.





Pablo Neruda


sábado, julio 08, 2017

Soy El Sur


Mírame, no soy la sombra de tu cuerpo, soy la piel,
No soy la huella del camino, soy el pie,
Soy el que viene no el que pasa, Mírame. 

Óyeme, no soy el eco, soy el grito, soy la voz,
Soy la guitarra jornalera, la canción,
La voz de un pueblo enardecido, soy cantor

Soy el sur, soy el sur, soy el sur,

Soy Medellín ametrallado, soy la piel 
De una Colombia desplazada soy también
Soy otro de los señalados, soy aquel.

Soy el sur, soy el sur, soy el sur

Soy blanco del megaproyecto de la muerte,
Soy candidato a una bala disidente
Yo soy aquel que no se entrega, ni se vende.




Pasajeros


Citoyen Du Monde

Je n'ai pas d'hymne guerrier pas de patrie pas de président
Je n'ai pas d'autre armée que celle de ceux qui veulent
combattre pour l'amour en dépit des lois de l'argent
Je n'ai pas d'hommes à exploiter pas de richesses à créer
pour mon compte
Je n'ai pas de territoires à défendre contre ces pauvres
gens qui viennent des quatre coins du monde
Et si il nous fallait crever de faim ici tous ensemble,
soyez les bienvenus
Plutôt mourir que de vivre dans l'abondance, couvert de
vêtements quand tellement d'autres sont nus

Wo Yo
Wo Yo Yo Yo,
Citoyens du Monde, partisan d'un Monde sans Frontières


Il y a le bon étranger, celui que tu accueilles les bras
grands ouverts
Et il y a le mauvais, celui que tu pourchasses dès qu'il a
franchi ta frontière
Il y a le bon, celui qui te sera utile
Et il y a le truand, celui que tu ne veux surtout pas voir
arriver dans ta ville
Si tu cherchais la brute, va là où on parle dollar cash et
pétrole brut
Mais ne cherche surtout pas le sherif je l'ai shooter quand
il m'a dit qu'il ne défendait que les riches

Wo Yo
Wo Yo Yo Yo,
Citoyens du Monde, partisan d'un Monde sans Frontières

Et si ta pars ne suffit pas, tu en prendra d'autre sans
avoir à te battre
Il y a tellement de petits sur cette Terre, tellement facile
à abattres
Vois toutes ces frontières ce ne sont que de sombres
cicatrices
Plaies ouvertes d'anciennes conquêtes, vestiges de vains
sacrifices
Tant de pauvres soldats envoyés au charbon sont morts...
Quand bien au chaud la victoire était fêter au champagne,
par leurs colonels
Il y a qu'un seul rêve que je poursuive qu'une seule phrase
qui en moi résonne
Par-delà les frontières la Terre doit appartenir à tous
ou à personne

Wo Yo... Wo Yo Yo Yo,
Citoyens du Monde, Partisans d'un Monde. Sans Frontières








Kaddour Hadadi (HK)



jueves, julio 06, 2017

Sólo en sueños...


Sólo en sueños,
sólo en el otro mundo del sueño te consigo,
a ciertas horas, cuando cierro puertas
detrás de mí.
¡Con qué desprecio he visto a los que sueñan,
y ahora estoy preso en su sortilegio,
atrapado en su red!
¡Con qué morboso deleite te introduzco
en la casa abandonada, y te amo mil veces
de la misma manera distinta!
Esos sitios que tú y yo conocemos
nos esperan todas las noches
como una vieja cama
y hay cosas en lo oscuro que nos sonríen.
Me gusta decirte lo de siempre
y mis manos adoran tu pelo
y te estrecho, poco a poco, hasta mi sangre.
Pequeña y dulce, te abrazas a mi abrazo,
y con mi mano en tu boca, te busco y te busco.
A veces lo recuerdo. A veces
sólo el cuerpo cansado me lo dice.
Al duro amanecer estás desvaneciéndote
y entre mis brazos sólo queda tu sombra.







Jaime Sabines



Me Dueles


Mansamente, insoportablemente, me dueles.
Toma mi cabeza. Córtame el cuello.
Nada queda de mí después de este amor.

Entre los escombros de mi alma, búscame,
escúchame.
En algún sitio, mi voz sobreviviente, llama,
pide tu asombro, tu iluminado silencio.

Atravesando muros, atmósferas, edades,
tu rostro (tu rostro que parece que fuera cierto)
viene desde la muerte, desde antes
del primer día que despertara al mundo.

¡Qué claridad tu rostro, qué ternura
de luz ensimismada,
qué dibujo de miel sobre hojas de agua!

Amo tus ojos, amo, amo tus ojos.
Soy como el hijo de tus ojos,
como una gota de tus ojos soy.
Levántame. De entre tus pies levántame, recógeme,
del suelo, de la sombra que pisas,
del rincón de tu cuarto que nunca ves en sueños.
Levántame. Porque he caído de tus manos
y quiero vivir, vivir, vivir.








Jaime Sabines



miércoles, julio 05, 2017

¡Qué suerte no ser una madre palestina...


¡Qué suerte no ser una madre palestina,
ni una madre siria, ni una madre afgana,
ni una madre kurda,
ni una madre del cuerno de África!


Qué suerte no tener que sostener
la muerte de mi hijo en mis brazos…
ese pequeño cuerpo
que se ha muerto sin más,
de hambre, de sed, desangrado,
atravesado, zas, por una bala!

¡Qué suerte no tener que abrazar a mi hijo muerto
mientras mis ojos se resecan, lentamente,
de dolor, de impotencia, de rabia contenida!

¡Qué suerte no tener que sortear cada día
el rostro enjuto y oscuro de la Parca,
y regalarle, esconderle, ocultarle
los rostros malditos de mis hijos,
que han nacido donde nada importan,
donde nada valen, donde nada son…!

Qué suerte, me repito cada día, qué suerte,
mientras mis hijos, tranquilos, duermen su infancia merecida.



Marisa Peña 




Jardín De Niños


Si nada sobra, nada falta: hay comida,
tienes un lecho, ropa limpia,
cuadernos de dibujo, libros, juguetes.
Por un azar incomprensible te tocó en suerte nacer
del otro lado de la muralla, en los márgenes.
Pero de cualquier modo no te baña la lluvia,
no sufres hambre,
cuando te enfermas hay un médico; eres querido
y te esperaron en el mundo.
Son muchos
los privilegios que te cercan y das
por descontados. Sería imposible
pensar que otros no los tienen.
Y un día
te sale al paso la miseria. La observas
y no puedes creer que existan niños
sin pan, sin ropa, sin cuadernos, sin padre.
Te vuelves y preguntas por qué hay pobres.
Descubres
que está mal hecho el mundo.






José Emilio Pacheco




lunes, julio 03, 2017

El Desdichado


Yo soy el Tenebroso, -el viudo-, el Sin Consuelo,
Principe de Aquitania de la Torre abolida:
Mi única estrella ha muerto, y mi laúd constelado
lleva en sí el negro sol de la Melancolía.

En la Tumba nocturna, Tú que me has consolado, 
devuélveme el Pausílipo y el mar de Italia, aquella
flor que tanto gustaba a mi alma desolada,
y la parra do el Pámpano a la Rosa se alía.

¿Soy Amor o soy Febo?... Soy Lusignan o ¿Biron?
Mi frente aún enrojece del beso de la Reina;
he soñado en la Gruta do nada la Sirena...

He, doble vencedor, traspuesto el Aqueronte:
Modulando unas veces en la lira de Orfeo
suspiros de la Santa y, otras, gritos del Hada.





Gérard de Nerval

Versión de Aníbal Núñez



jueves, junio 29, 2017

Marino


Aquel pájaro que vuela por primera vez
Se aleja del nido mirando hacia atrás

Con el dedo en los labios
          os he llamado

Yo inventé juegos de agua
En la cima de los árboles

Te hice la más bella de las mujeres
Tan bella que enrojecías en las tardes

         La luna se aleja de nosotros
         Y arroja una corona sobre el polo

Hice correr ríos
         que nunca han existido

De un grito elevé una montaña
Y en torno bailamos una nueva danza

         Corté todas las rosas
         De las nubes del este

Y enseñé a cantar un pájaro de nieve

Marchemos sobre los meses desatados

Soy el viejo marino
         que cose los horizontes cortados





Vicente Huidobro



miércoles, junio 28, 2017

César O Divinidad



Yo pasé por todos los recovecos, las guaridas elegantes, y caí ciego en las trampas del laberinto del sistema aciago.

Aprendiendo a pensar me perdí.

Experimenté todo; deserté de todo.

Me adherí con juramentos a las banderas que luego traicioné, a los credos en que nunca creí.

Desterrado de la razón vagué por los arrabales como un loco perdido. Mi hogar era los extramuros, las ruinas, los nidos de las águilas abandonados, los lechos de los ríos secos.

En las montañas adoré a los bandidos que más tarde injurié.

Las autoridades me abrumaron con su terrible falso poder, hasta el punto de desfallecer con sólo presentir un crimen, el olor de un policía.

Me sublevé, hacha en mano, contra los dogmas humillantes de la dignidad de la vida.

En los jardines del tirano nunca me invitaron a roer el pan del poder, el de la gloria. Me daban a morder, en cambio, el hueso del sacrificio.

El poder era mi sueño, pero en la vida me supo amargo y perecedero: pan de muerte.

De las iglesias me expulsaron con exorcismos de azufre de excomunión, aunque impulsado por un feroz misticismo y un deseo de salvación salvaje, por impetrar perdón me ofrendaba en holocausto para que el humo de la plegaria de mi cuerpo me trajera de la hoguera el aroma de mi condición divina: ¡El Martirio!

Merodeaba en los aleros de los palacios del poder y la riqueza, y canjeaba poemas inspirados por besos adúlteros con mujeres espléndidas. A falta de oro, Judas fue mi preceptor en el sexo.

Poseía todo lo que codiciaba, y después lo traicionaba.

Entregaba mi alma por la clave de un sésamo para espiar en los paraísos eróticos de la aristocracia: carne de carnaval, amaneceres de embriagueces turbias, lujurias grises, el tedio de la incomunicación, la muerte perfumada y desnuda, el horror en el infierno de las delicias.

Después de las orgías pactaba conspiraciones contra cualquier césar o divinidad.

La taberna fue mi templo, mi universidad.

En las antesalas de la gloria mendigué poder, santidad, heroísmo, con la abnegación de un pordiosero. Me rechazaron siempre por mi invencible aire de pureza que descubrían en el fondo de mi satanismo modelo; o en mi rojo aire libre de profeta pirómano por la cólera y la compasión del mundo.

En una edad lejana fui portero de alcobas concubinas en un prostíbulo real. Y, eunuco-bufón, pecaba con las llaves de oro de la imaginación inventando abracadabras para violar los secretos del sexo de la nobleza. ¡Oh jubilosas lujurias, oh satánicos éxtasis de fornicación!

Mi Gólgota fue la castidad.

En el delirio de la imaginación ascendí a tamborero del Palacio de Justicia. Mi misión era siniestra: ordenar los ajusticiamientos sin derramar una lágrima. Envidiaba el dedo en el gatillo de los fusileros: su mano firme y su corazón helado.

De ahí me trasladaron como censor al Palacio de Bellas Artes. Abrumado de méritos contra la Libertad, fui proclamado verdugo y me ahorqué por el honor de una medalla.

La bandera del Trono se enlutó por mí.

Mis mundos eran subterráneos y sinuosos como los del gusano y el topo. En la noche saltaba de cangrejo a búho. Del búho al ángel me separaba un abismo en el que sembré semillas de redención: un puñado de lujurias marchitas y derrotas frescas.

Arruiné mi vida por enriquecer el ego.

Pasé sin desgarramiento del Corazón de Jesús al comunismo; de las sosas academias a los antros de perdición; de la idolatría al sacrilegio.

De la razón degollada di a luz el Nadaísmo como tabla de salvación para cruzar la noche náufraga del materialismo del siglo, y sobrevivir a sus feroces signos.

Apuré todo lo sagrado como un tintero de veneno purificador, pero la santidad me derrotó con sus primeras espinas.

Me afilié en los bandos malditos y afilé mis garras para la barbarie. En la tensión del arco descubrí que la acción no era mi cielo.

Escapé en un velero perseguido por submarinos atómicos.

Me degradaron en público alegando mi ternura como traición a la patria.

Me rebelé contra el orden opresor que impone los privilegios del poder a los pobres.

Mordí la piedra de la derrota filosofal.

Impotente contra la iniquidad y la inmundicia, me hice bandido político, bandido lógico, y una vez me reventaron como un sapo por no llenar los requisitos de la infamia, máxima virtud de los tiranos.

Asalté los tesoros y repartí el botín entre los terroristas, las prostitutas chancrosas y los criminales en retiro.

Yo no conquistaría ningún cielo, ningún trono, por la virtud. Armado de mis feroces atavismos: el terror y la misericordia, me lancé a la aventura.

Bienaventurados los aventureros porque de ellos serán los tesoros de la Imaginación.

Fue así como derrotado de todo me hice bandido del poema, y un rayo me hirió de luz mientras miraba la gaviota de Providencia sobre una nube color naranja.

Después de tales peripecias hallé el camino al caer al abismo donde me encontré a mí mismo.

Agobiado por la felicidad di el salto a la penúltima fe: ¡El Amor! Forjar en los más altos cielos del ser su trono en la cúpula divina.





Gonzalo Arango


martes, junio 27, 2017

A Far Cry From Africa



A wind is ruffling the tawny pelt
Of Africa, Kikuyu, quick as flies,
Batten upon the bloodstreams of the veldt.
Corpses are scattered through a paradise.
Only the worm, colonel of carrion, cries:
'Waste no compassion on these separate dead!'
Statistics justify and scholars seize
The salients of colonial policy.
What is that to the white child hacked in bed?
To savages, expendable as Jews?
Threshed out by beaters, the long rushes break
In a white dust of ibises whose cries
Have wheeled since civilizations dawn
From the parched river or beast-teeming plain.
The violence of beast on beast is read
As natural law, but upright man
Seeks his divinity by inflicting pain.
Delirious as these worried beasts, his wars
Dance to the tightened carcass of a drum,
While he calls courage still that native dread
Of the white peace contracted by the dead.

Again brutish necessity wipes its hands
Upon the napkin of a dirty cause, again
A waste of our compassion, as with Spain,
The gorilla wrestles with the superman.
I who am poisoned with the blood of both,
Where shall I turn, divided to the vein?
I who have cursed
The drunken officer of British rule, how choose
Between this Africa and the English tongue I love?
Betray them both, or give back what they give?
How can I face such slaughter and be cool?
How can I turn from Africa and live?






Derek Walcott