lunes, octubre 28, 2013

Así Haber Amado


Si encuentras a una mujer que por dentro guarda el misterio de las cosas, ámala
como si sólo para amarla hubieras nacido,
como si nada, ni tu vida, importara más que amarla.
Si vas a la guerra, no puedes morir porque tu obligación es regresar
a seguir amándola.
Podrás amar a otras mujeres,
podrás amar al trabajo, que tanto suele amarse,
podrás amar a la poesía o a la música.
Pero tu oficio verdadero es amar mansamente a la que se pasea por tu
corazón
y entonces tú lo arreglas para ella como a un salón de fiestas.
Si te ofrecen un reino, antes de aceptar piensa cuánto dejarías de amarla
por estar cuidándolo.
Al final de los tiempos se te juzgará según hayas amado a esa mujer
que tiene tu corazón en sus manos
y lo pulsa y le saca dulces ondas,
la que de tu corazón hace un arpa de oro y nácar.
Escucha el nombre de esa mujer
en las notas del tenor y de la soprano, en las repeticiones del coro y en
los acordes del órgano de la catedral.
Quizá los hombres vayan por el mundo dando gritos de dolor,
enturbiando cuanto dicen con gritos de dolor,
pero si dicen su nombre deberás oírlo como si fuera un canto.
Si amas a una mujer que por dentro guarda el misterio de las cosas,
ámala
sin esperar nada a cambio.
Si desfalleces de hambre y a cambio de ese amor te ofrecen montañas de
oro
continúa mendigando.
Cuando ella, inevitablemente, se marche,
tu recompensa será, por esa única vez,
así haber amado.





José Libardo Porras




jueves, octubre 24, 2013

Retrato De Mi Amada


Mi amada no espera de mí que gane dinero y trepe.
Ella prefiere esa otra forma de ascensión
que es como subir a las terrazas de la infancia, como hundirse en un
          sueño.


Mi amada es un arca de maderas resinosas en la que me he embarcado
          con los animales mansos y bravíos de mi sangre,
con mis pertenencias.


Como un cuervo he volado fuera de ella, pero no he hallado donde
          posarme;
como una paloma he volado fuera de ella, pero no he hallado donde
          posarme.


Un granero embrujado es mi amada: cuanto más devoro su trigo
          magnífico más crece mi hambre y el grano más se multiplica;
su cuerpo siempre incendiado me entrega una música inaudible: en su
          silencio, como en los rieles, escucho al tren que nunca llega.


Donde posa su mano se abre una herida de dolor dulce y lento, brota el
          agua, florece un canto.
Sal y azúcar, mi amada; comunión y ruptura.
Es cal y es arena.


Abro muy bien los ojos: me gusta verla por fuera.
Verla por dentro lo dejo para cuando no estamos juntos
o para cuando estoy dormido.







José Libardo Porras



jueves, octubre 03, 2013

De Lo Que No Fue


Intemperie y soledad
faltan en tu vida amigo de mi alma
Lo lamento De verdad lo lamento
En el poema que se quiere escribir sobre ti
asoman ellas
Vengativas y menesterosas pidiendo un lugar

No te ha azotado el desamparo
Ni la injusticia Ni la traición
No has sido perseguido

Has sido amado muchas veces
Todas las que has querido.

Raúl Gómez Jattin


martes, septiembre 24, 2013

Vendrán Días Mejores


Vendrán días mejores. Días de músicos afinados de niños como parques. Días de Tierra en otra órbita y encuentros como besos. Digo que vendrán días mejores. Días de muchos cigarros y hermosas muchachas. Días de novias como flores. Días mejores vendrán. Días sin odios ni guerras. Días de luna y de sol. Días de encendidas velas rojas para la cena vendrán. Se acercan días alegres. Días de hombres mansos y mares amigos vienen. Hablo del día del rayo, hablo del día de la gran estrella que viene. Que vendrán días mejores digo. Los días soñados vendrán. De maravilla son los días que vienen. De gendarmes licenciados son. Días brillantes como fuego, sonoros como trueno son. Días de ángeles y guitarras. Días de metálicas trompetas. Vendrán días mejores. No te desanimes. Días de deudas pagadas y banquetes como uvas vendrán. Vendrán días de circo. De leones y elefantes y hienas domadas. Días de pacífica selva vendrán. De largos viajes son los días que canto. De anchurosos Nilos surcados. Días de llamas líquidas, de hombres que vuelan, de galaxias, de mujeres como noches vendrán.






Miguel James


martes, septiembre 03, 2013

Victoria


Yo que no trabajo ni quiero trabajar
que a todos miro siempre como a iguales
que nací con estrella
que habiendo llegado a un sitio mi tienda allí quiero montar
que de antemano soy recibido y alabado por los más sagaces
que ando borracho por las calles
que de cuanto sobre la tierra marcha me he reído
que soy hijo del Padre Eterno
que me importan un bledo los maestros de bellas letras
que caigo erguido
que he seguido charlando con todos
que soy inocente
que por montes, avenidas y mares guío el timón de mis navíos
que bailo Limbo
que siempre encuentro quien me sostenga
que conozco a los farsantes
que no ceso de andar
que en el Pub escucho voces (sé que es la Chiqui haciéndose la Isa o la Isa haciéndose la Chiqui)
que moro en la India
que devuelvo centuplicados los amores
que a la ciudad toda la recorro
que por ninguno me dejo llevar
que tengo personalidad
que canto todo el día
que he sido admitido a las iniciaciones de los guerreros
que hago de todo por mi pueblo
que soy Lanza-Lengua-Luz de la Nación
que me fugo de los asilos
que a ninguno rechazo por hermoso
que me casé, tuve un hijo y voy al África para anegarme de sol
que reconozco los hechos
que sé mi historia
que soy listo y más listo que el hambre
que deliro en las plazas
que lloro cuanto tengo ganas
que todo me llega a tiempo
que descanso, combato y vuelvo a descansar
que aguardo el retorno del Ras Tafari
que siento luego existo
que tengo luz bella
que he vivido diez años en el mismo barrio
que me sé elegido
que dejo a otros ahorcarse con sus corbatas
que encontré mi alma
que soy bisnieto de Du, conozco mi espalda y me extasío ante mi imagen en los espejos,
advierto que no pienso seguir así toda la vida, burlándome de Dios, la Hostia y la Virgen Santísima.








Miguel James


jueves, agosto 29, 2013

Tu Voz En La Mañana


Tu voz en la mañana
mientras te paseas del joyero al tocador
y alisas la falda que te pondrás,

como un rezago de lo soñado,
como un guiño de tu alma,

deshoja para mí,
muy lentamente,

tus pesares y tus dichas,
tus amores y tus odios,
eso que hace tus días.


Podrás decir que olvido,
que no presto atención a cuanto refieres,
pero jamás
que su música misma no me sea imprescindible.



Orlando Gallo Isaza



martes, agosto 13, 2013

Distinto



El pájaro que tiene sólo un ala,
la naranja cuadrada,
el árbol tenso
que tiene las raíces para arriba
y el caballo que galopa para atrás,
sólo ellos me entienden.
Mis hermanos.
Mis diferentes semejantes que amo.
Y un día,
distinto,
sin pareja,
con ellos cavaré un hoyo muy negro
donde meterme con mi sombra a cuestas.



David Ledesma Vásquez


martes, julio 30, 2013

La nada...


La nada es ausencia de existencia, no es. Y así como el silencio afina la voz y la llena de matices, el palpitar de la nada nutre la voracidad de la tierra y de sus organismos.

Última esperanza en el exilio, tiene ahora más plegarias que salmos la Biblia, sutras el Dharma* y poetas el planeta.

Me cuento entre los exiliados, desde el principio mamé de la espera. Alguna que otra vez deliro con paraísos, dulce cicuta, para volver a sentir el encierro en esta piel. Entonces ensalzo el vacío con las pausas que he ahorrado, con la agonía compongo cánticos. De mi madre heredé las estaciones, hecho que acentúa mi mutación. Soy un experimento en el cual las dosis de paciencia son sucedáneas de una intuición fluctuante como la luna.

La nada es el telón de fondo del escenario donde los cerdos engordan su muerte. Ya la ciencia lo dice: todo es espacio y el espacio es vacío; si se eliminara la distancia entre núcleo y electrones, la Tierra, la Vía Láctea, la galaxia, serían empuñadas en las manos del avaro y del pordiosero, listas para la prestidigitación.

Los agujeros, puentes que atraviesan la nada, acechan: poesía vuelta ciencia; ciencia, poesía; partículas que aparecen y desaparecen omitiendo espacio y tiempo…

Una semilla es mi trinchera. Su concentración, su compresión, intimida universos. 





Mauricio Alejandro Moreno & Pabellón de Palabras & La nada...




Mauricio Alejandro Moreno


sábado, julio 27, 2013

Así Soy





Tengo la felicidad, tengo para los demás
tambores para las fiestas, vamos a celebrar.


Tambo, tambo pa la fiesta
ahora estamos celebrando
como me siento contento
yo me amanezco cantando, mira y te digo

Hermano quiero hablar de tantas cosas
que se desbordan por mi corazón,
mi fe se siente renacida
vivo trabajando, con mi voz cantando

Hay flores en mi pecho y en el suelo espinas
quién puede creer que de mis heridas
Yo voy haciendo un nuevo hombre
que pueda sonreír, amar la vida.

Larilalao lololele lala, laralala lala lala.

Hermano llevo mi alma al descubierto
como las aguas que buscan el mar
aunque hayan piedras en mi camino
yo sigo caminando que con mi voz cantando
y con la verdad voy comprometido
rumbo a mis cantares, voy haciendo amigos

Con tantas deudas a la vida
cantar es mi deber hasta que muera
y mis penas se transforman lentamente
La sonrisa que hay en mí
son las penas que ahora llevan otro nombre
porque sobre mi dolor he levantado
el amigo que hoy puede buscar en mí.

Pero hay que estar bien preparado
por las cosas de la vida,
aunque hay flores en mi pecho
yo sigo pisando espinas, bendito.

Los golpes que da la vida
son la fuerza de mi canto
y con este canto mío, mi gente,
y sigo ganando y miro pa’ eso

Ya se acabaron las penas,
la cosa no es como antes
el negro se puesto duro mira,
y sigo echando palante, chalé.

Yo se lo dije Pellito,
se lo jure que a Callayo,
que esta noche con mi rumba,
se soltaba, eh, mi caballo.

Canto en día, canto en noche,
canto adentro, canto afuera,
sí, cantar es mi deber
hasta el día en que me muera.

Tengo la felicidad y ya mi rumba sonó
lo que le pido a los rumberos
tambo, tambo, tambo, tambo, tambo, tambo.

Que venga todito el mundo,
que nadie se quede afuera,
que viene con su guitarra mi hermano
José Nogueras con su salsa.

Laralala, lololele lala, larilala, arilala lala.

José Nogueras



*******

Interpretación de Cheo Feliciano:

Así Soy


lunes, julio 15, 2013

Árbol


Es necesario que existan dos simas, cimas
una que penetre
mientras la otra eleva,
una conectada al cuerpo,
la otra al espíritu.

Al igual que la raíz húmeda

empina el jugoso fruto
hundirse hasta la sima
con el placer en el cielo.



Yolima Andrea Zuleta



sábado, julio 13, 2013

Carta A Un Amigo


Querido amigo:

Esta carta no responde tanto al querer transmitirte quien soy, como a esa necesidad de saberlo. Te diré que mi vida toda ha estado enmarcada en los excesos, siempre en contrastes, siempre sujeto a los opuestos, siempre fluctuando. Podría decirte, si es que se puede hablar de sensatez, que ésta no es más que el resultado de la contradicción.

He sido en todo excesivo, siempre apasionado, siempre convencido, siempre ingenuo, y tal vez haya sido ésta la única forma de salir ileso tanto de la luz como de la oscuridad. He corrido todos los riesgos. He asumido también el extravío. He recorrido muchos caminos, todos para liberarme, conocerme.

Hoy, la libertad la respiro sólo cuando me despojo, y de los caminos me quedo con aquel que no conduce a parte alguna.



















Vladimir Montoya Gómez


martes, julio 02, 2013

Una Oración


Mi boca ha pronunciado y pronunciará, miles de veces y en los dos idiomas que me son íntimos, el padre nuestro, pero sólo en parte lo entiendo. Esta mañana, la del día primero de julio de 1969, quiero intentar una oración que sea personal, no heredada. Sé que se trata de una empresa que exige una sinceridad más que humana. Es evidente, en primer término, que me está vedado pedir. Pedir que no anochezcan mis ojos sería una locura; sé de millares de personas que ven y que no son particularmente felices, justas o sabias. El proceso del tiempo es una trama de efectos y de causas, de suerte que pedir cualquier merced, por ínfima que sea, es pedir que se rompa un eslabón de esa trama de hierro, es pedir que ya se haya roto. Nadie merece tal milagro. No puedo suplicar que mis errores me sean perdonados; el perdón es un acto ajeno y solo yo puedo salvarme. El perdón purifica al ofendido, no al ofensor, a quien casi no le concierne. La libertad de mi albedrío es tal vez ilusoria, pero puedo dar o soñar que doy. Puedo dar el coraje, que no tengo; puedo dar la esperanza que no esta en mí; puedo enseñar la voluntad de aprender lo que se apenas o entreveo. Quiero ser recordado menos como poeta que como amigo; que alguien repita una cadencia de Dunbar o de Frost o del hombre que vio en la medianoche el árbol que sangra, la Cruz, y piense que por primera vez la oyó de mis labios. Lo demás no me importa; espero que el olvido no se demore. Desconocemos los designios del universo, pero sabemos que razonar con lucidez y obrar con justicia es ayudar a esos designios, que no nos serán revelados. Quiero morir del todo; quiero morir con este compañero, mi cuerpo.


Jorge Luis Borges


sábado, junio 29, 2013

Derrota


Yo que no he tenido nunca un oficio

que ante todo competidor me he sentido débil
que perdí los mejores títulos para la vida

que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme es una solución)
que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más aptos
que me arrimo a las paredes para no caer del todo
que soy objeto de risa para mí mismo
que creí que mi padre era eterno
que he sido humillado por profesores de literatura
que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada

que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida

que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo

que tengo vergüenza por actos que no he cometido

que poco me ha faltado para echar a correr por la calle

que he perdido un centro que nunca tuve

que me he vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo

que no encontraré nunca quién me soporte

que fui preterido en aras de personas más miserables que yo

que seguiré toda la vida así y que el año entrante seré muchas veces

más burlado en mi ridícula ambición

que estoy cansado de recibir consejos de otros más aletargados que yo

("Ud. es muy quedado, avíspese despierte")

que nunca podré viajar a la India

que he recibido favores sin dar nada a cambio

que ando por la ciudad de un lado a otro como una pluma

que me dejo llevar por los otros

que no tengo personalidad ni quiero tenerla

que todo el día tapo mi rebelión

que no me he ido a las guerrillas

que no he hecho nada por mi pueblo

que no soy de las FALN y me desespero por todas esas cosas y por otras

cuya enumeración sería interminable

que no puedo salir de mi prisión

que he sido dado de baja en todas partes por inútil

que en realidad no he podido casarme ni ir a París ni tener un día sereno

que me niego a reconocer los hechos

que siempre babeo sobre mi historia

que soy imbécil y más que imbécil de nacimiento

que perdí el hilo del discurso que se ejecutaba en mí y no he podido encontrarlo

que no lloro cuando siento deseos de hacerlo

que llego tarde a todo

que he sido arruinado por tantas marchas y contramarchas

que ansío la inmovilidad perfecta y la prisa impecable

que no soy lo que soy ni lo que no soy

que a pesar de todo tengo un orgullo satánico aunque a ciertas horas

haya sido humilde hasta igualarme a las piedras

que he vivido quince años en el mismo círculo

que me creí predestinado para algo fuera de lo común y nada he logrado

que nunca usaré corbata

que no encuentro mi cuerpo

que he percibido por relámpagos mi falsedad y no he podido derribarme,
barrer todo y crear de mi indolencia, mi flotación,
mi extravío una frescura nueva, y obstinadamente
me suicido al alcance de la mano

me levantaré del suelo más ridículo todavía para seguir burlándome de los otros

y de mí hasta el día del juicio final.


Rafael Cadenas.



viernes, junio 14, 2013

Arte Poética

   
     Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.

     Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.

     Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.

     Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema ;

Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.

     El Poeta es un pequeño Dios.








Vicente Huidobro 



miércoles, mayo 29, 2013

El Mar Y Tú


Me habían hablado del mar. Yo imaginaba una soledad infinita, una reflexión profunda, en la amplitud de su horizonte, cuando tenía ansias, sed de mí mismo, sed de sentido, de plenitud. 

Por fortuna, no lo había imaginado en tu compañía… ¡qué pérdida de tiempo habría sido! Tardaría siglos, en el caso de serme posible, imaginar en todo su detalle el contacto de tu piel con la mía, de tu cuerpo con el mío, algo tan simple como eso. Tardaría siglos esculpiendo en el instante la suavidad de tu abrazo, ese abrazo que baña de calma y amor esta furia o tristeza ancestral que me habita. Y llevada a la realidad mágica que creamos quién sabe desde cuándo, toda imaginación resultaría insatisfactoria.

Nos tomamos de la mano e ingresamos al mar. Este era un mar calmo, poco profundo y por ello nos podíamos adentrar en él, jugar con libertad al cangrejo de ocho extremidades, dos corazones y un ritmo, o jugar al tiburón y perseguir al otro con toda esa extensión a nuestra disposición. Habría jurado en muchos de esos momentos que para ese sólo instante yo había nacido.

He oído que una gota de agua, si cae con persistencia en un mismo sitio, es capaz de horadar la piedra más dura. He constatado que cierto aposentar de tus manos en mis hombros, ojalá con tus piernas enrolladas a mi cintura, ojalá con el agua alivianando tu peso y el mío, es capaz de horadar el núcleo de mi ego y llevarme a un disfrute exacto, a través de superficies milimétricas de mi piel, de cada sombra en el paisaje, de cada roce de aíre, de cada vaivén de agua, de cada caricia de tu piel.

Dante descendió al infierno por Beatriz. Por vivir instantes como esos, viviría toda una vida esperándote o extrañándote.



























Mauricio A. Moreno