Hoy continué tomando rumbo a mi región
tomando señas, descifrando encrucijadas.
Mi cuerpo sigue practicando su cuestión:
cruje mi hueso y se hace la palabra.
Hoy continué domesticando la razón
llena de asombro ante el día sucedido.
Proyecto un rápido boceto de la acción,
trazo versiones que capturo del olvido.
Por eso canto arena,
roca que luego es multitud del agua buena.
Y canto espuma,
cresta que cuando logra ser ya no es ninguna.
He puesto filo al anhelante corazón,
arrojo estrellas a mellarse contra vientos.
El sueño ha desencadenado la canción
y la canción de hoy me sabe a juramento.
La prisa lleva maravilla y lleva error,
pero viajamos sobre rueda encabritada.
He despertado en el ojo del ciclón,
cuento millones de agujeros en el alma.
Hoy continué tomando rumbo a mi región,
con dulce látigo de abeja en la conciencia.
Hoy me perdí amar con planificación,
pero gané a lo que partió con la prudencia.
Hoy continué dándole cuerda a mi reloj
con timbre atado sobre número invisible.
Poco me importa donde rompa mi estación,
si cuando rompe está rompiendo lo imposible.
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