Viejas letras de madera
sobre la fachada blanca de cal
anuncian a los pobladores
el ALMACEN ACOSTA.
Nadie se ha ocupado
en reemplazar las que han caído.
Cuántos años creciendo
recostado bajo el marco de la puerta
para nunca reparar en estas cosas.
Es preciso una tristeza
que lo traiga a uno de regreso,
apoyar una escalera sobre el muro
y fijar el cartel
EMILIO ACOSTA MARTÍNEZ
–mi padre, HA MUERTO.
sobre la fachada blanca de cal
anuncian a los pobladores
el ALMACEN ACOSTA.
Nadie se ha ocupado
en reemplazar las que han caído.
Cuántos años creciendo
recostado bajo el marco de la puerta
para nunca reparar en estas cosas.
Es preciso una tristeza
que lo traiga a uno de regreso,
apoyar una escalera sobre el muro
y fijar el cartel
EMILIO ACOSTA MARTÍNEZ
–mi padre, HA MUERTO.
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