en el campo donde enterraron a mi abuela.
Cada grano de arroz sabe dulce como la canción de cuna
de la abuela que nunca conocí.
Imagino su rostro suave mientras la extendían bajo tierra,
sus ropas raídas, su piel pegada a los huesos;
en la gran hambruna de 1945*, mi pueblo
tenía hambre de tumbas para enterrar a todos sus muertos.
Nadie podía encontrar la tumba de mi abuela,
entonces a mi padre el arroz le supo amargo durante sesenta y cinco años.
Después de sesenta y cinco años, nos paramos mi padre y yo
Frente a la tumba de mi abuela.
Escuché a mi padre llamar "Mamá" por vez primera;
temblaba el arrozal a sus espaldas.
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Mis pies se aferran al barro.
Escucho en el ardiente incienso la expansión del alma de mi abuela, uniéndose profundamente a la tierra, arraigando en el campo,
en voz baja canta canciones de cuna, llamando a las espigas de arroz a florecer.
Alzando el tazón de arroz en mis manos, cuento cada semilla,
cada una brilla con el sudor de mis parientes,
sus espaldas encorvadas en los arrozales,
la fragancia de la canción de cuna de mi abuela emana en cada uno.
* La Hambruna vietnamita de 1945 ocurrió al norte del país, de octubre de 1944 a mayo de 1945, durante la ocupación japonesa de la Indochina francesa en la Segunda Guerra Mundial. Entre 400.000 y 2 millones de personas se estima que murieron de hambre durante este tiempo. (Nota de la autora).
Nguyen Phan Que Mai
Traducción de Arturo Fuentes
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